La primera empresa se fundó en Trejo, en 1906, con Abraham González y Ramón León como socios
La Callezuela, S. F.
La única industria de Illas es quesera, que también es centenaria. Así al menos lo entiende el párroco de Miranda, José Manuel Feito, que ayer pronunció en La Callezuela la conferencia «La selva asturiana: la primera fábrica de queso de Illas». La charla estuvo incluida en las actividades del Club LA NUEVA ESPAÑA de Avilés.
Un teleclub de Illas, lleno hasta la bandera, acogió la exposición final de las investigaciones empresariales hechas por José Manuel Feito. El alcalde de Illas, Alberto Tirador, presentó el acto y al sacerdote historiador, al que reclamó que no cesase en su empeño en descubrir la historia más desconocida del concejo.
José Manuel Feito comenzó su relación con Antonio Sarri, primer marqués de San Feliz, «emprendedor en todos los sentidos», le nombró Feito. Este marqués de San Feliz, en los últimos años del siglo XIX, tenía empleado a Ramón León Álvarez en una fábrica de chocolate en Oviedo. En esta factoría quizá conoció a Abraham González. Juntos y, según Feito, bajo la dirección del marqués, conocieron la fabricación del queso en Francia, donde conocieron los secretos del queso de Rochefort, que se trajeron para la comarca. González creó una marca, queso de Rozaflor -un lugar en la parroquia de La Peral-. González también explotaba otra marca, esta vez en Grado: Peñaflor. «Parece curioso: Roquefort, Rozaflor, PeñaflorÉ nombres muy similares para un tipo de queso con muchos parecidos», comentó el párroco. Lo que queda de aquellos años es el queso de La Peral.
La Nueva España – Asturias,Spain02/2008