El tratamiento y prevención de mastitis en el periodo de secado

El periodo de secado es un momento muy idóneo para el tratamiento y prevención de las infecciones intramamarias en las hembras lecheras, sobre todo en aquellos casos en los que la enfermedad se manifiesta de forma subclínica.

Las hembras lecheras deben secarse por lo menos dos meses antes de la siguiente gestación, esto permite que el nuevo parto se afronte con el máximo de los nutrientes acumulados, un calostro de buena calidad para los cabritos y evita una descalcificación ósea inevitable por el mantenimiento de la producción lechera y el crecimiento de los cabritos dentro del útero. Todos estos factores afectarán a la vida productiva de la hembra en cuanto a la cantidad y a la calidad de su producción.

La ubre es el centro de producción lechera y por lo tanto se debe cuidar al extremo sobre todo en aquellas explotaciones intensivas donde la eficacia reside en una mama que sea capaz de producir toda la leche que sea posible. Las infecciones subclínicas merman en gran medida la capacidad productiva del animal por dos motivos fundamentales:

Obligan al animal a una lucha continua para mantener su salud con el consiguiente desgaste que esto implica

Afectan al tejido mamario impidiéndole funcionar a pleno rendimiento

Si a esto se añade en el caso de los ganaderos cuya leche se paga por calidad, se aumentan considerablemente los conteos celulares, y por lo tanto nos encontramos ante una situación de alerta sanitaria y económica clara.

¿Qué se puede hacer?

Una infección mamaria se puede y se debe prevenir por medio de mecanismos que se hayan muy detalladamente

explicados en el artículo editado anteriormente Comenzar un programa de control de la mamitis ovina y caprina.

Lo que es importante es insistir en el periodo de secado como una oportunidad que se ha de utilizar para mejorar o incluso curar un rebaño. ¿Qué se puede esperar del tratamiento con antibióticos durante el secado?

Un estudio realizado en Francia con 230 cabras lecheras de alta producción de 5 ganaderías diferentes ha demostrado en condiciones de campo que el tratamiento en el secado es eficaz porque:

En las hembras tratadas se registró un 93,5 % de curaciones frente a un 30% en el caso de las no tratadas.

Disminución en un 50 % las hembras que se infectan en el principio de la lactación.

Disminución del conteo celular en 320.000 células/ml en los lotes tratados frente a los no tratados.

Los gérmenes aislados de las ubres afectadas en el momento del secado fueros en un 80% Stafilococos coagulasa negativos (de los cuales el 70% pertenecían a alguna de estas especies S. epidermis, S. Caprae y S. cromogenes ). Estos gérmenes son considerados levemente patógenos produciendo a nivel clínico una ligera inflamación de la mama y su tratamiento no suele ser muy frecuente. Cuando se aplica el tratamiento de secado se puede conseguir que la ubre afectada se cure y además se disminuye significativamente la aparición de nuevas infecciones al comienzo de la lactación.

El concepto de tratamiento de secado consiste en aplicar un antibiótico a una hembra generalmente por vía intramamamria y dejarlo que actúe durante por lo menos un mes. La leche no se debe de utilizar hasta después de cuatro a siete días post parto para asegurarse de que no aparezcan residuos que dificulten la elaboración del queso.

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