La noche de Halloween se ha convertido en una manera muy simpática de celebrar la tradicional fiesta de Todos los Santos.
El queso también se puede disfrazar para la ocasión de una forma muy sencilla , sorprendente y sabrosa .
Ya que es otoño hacemos también un pequeño guiño a la estación usando unas hojas grandes de cualquier árbol que habremos lavado y cepillado a conciencia para retirarles todo resto de suciedad y químicos, aunque no las vayamos a consumir si que van a estar en contacto con el queso.
Las pondremos a macerar en la nevera en un contenedor hermético durante 48 horas mínimo en vino, champán o cerveza , así toman un olor muy agradable y un aspecto un poco más «tétrico».
Haremos o compraremos un queso fresco y los adornamos con ceniza especial para quesería , podemos acompañar de tomates muy secos a modo de piedras.
Este es el resultado: