COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y ACTIVIDADES DE CABRAS EN PASTOREO SOBRE CAMPO NATURAL

INTRODUCCIÓN

La producción de cabras en el Uruguay es una actividad restringida en términos del número de animales, así como de productores dedicados a la especie. En la última década algunas instituciones como el INIA y el Centro Cooperativista del Uruguay prestaron interés a esta especie como alternativa para pequeños productores lecheros.

La cabra es considerada por Hoffmann (1988) como consumidor intermedio en la clasificación de herbívoros que propone, aunque es capaz de adaptarse a otros ambientes pudiendo actuar como selector de concentrados o consumidor de forrajes de baja calidad, lo cual lleva a ser definida por Morand y Sauvant (1984) como consumidor adaptativa con selectividad media a alta relacionado en parte a las características anatómicas de su boca que muestra una amplia movilidad de sus labios y lengua prehensil permiten que esta especie presente una alta capacidad de selección.

La cabra posee una capacidad mayor que otros rumiantes domésticos en el número de especies vegetales que es capaz de seleccionar en el ecosistema que utiliza, manifestando un alto grado de preferencia por el ramoneo de especies arbustivas y arbóreas, disponiendo de la capacidad de adaptar posiciones bípedas que permiten alcanzar estratos de hasta 2 metros de altura. Por otra parte, no manifiestan un rechazo marcado por los sabores amargos que son comunes en leguminosas arbustivas por la presencia de taninos.

Las características nutricionales propias de su comportamiento alimentario de las cabras ha determinado la dificultad de proporcionar una dieta con los nutrientes necesarios y que sea apetecible por parte de los animales para mantener una buena condición fisiológica y lograr niveles aceptables de producción.

En tal sentido es la intención de este trabajo identificar y caracterizar aquellos aspectos del comportamiento de las cabras bajo condiciones de pastoreo sobre especies nativas con diferentes contribuciones de pasturas, arbustivas y arbóreas. Y en segunda instancia, se pretende definir algunos modos y rutinas del comportamiento en pastoreo de los animales en el transcurso del día.

1. Resumen

Las características nutricionales propias del comportamiento alimentario de las cabras ha determinado la dificultad de proporcionar una dieta con los nutrientes necesarios y apetecible por parte de los animales para mantener una buena condición fisiológica y lograr niveles aceptables de producción. El propósito de este trabajo fue identificar y caracterizar aquellos aspectos del comportamiento de las cabras bajo condiciones de pastoreo sobre especies nativas con diferentes contribuciones de pasturas, arbustivas y arbóreas ; y en segunda instancia, definir algunos modos y rutinas diarias del comportamiento de los animales en pastoreo.

El trabajo de campo se llevó a cabo desde el 28 de Abril hasta el 12 de Junio de 1997 en el INIA “Las Brujas” (Canelones, Uruguay) donde se excluyó 3 zonas con diferente densidad comunidades arbóreas en las que predomina el espinillo (Acacia caven) determinándose cantidad, calidad y especies presentes. Los muestreos en las zonas de exclusión se realizaron sobre 3 cabras estableciéndose las especies consumidas y calidad de lo ingerido. Por otra parte, se estimó la duración de las actividades de ingestión de alimento (pastoreo y ramoneo), rumia, caminar, ocio y beber agua. A nivel de potrero se utilizó un hato de 70 cabras hembras Anglo Nubia, Saanen y cruzas, estableciéndose la duración de las actividades anteriormente mencionadas al mismo tiempo que se determinaron los movimientos del hato en las distintas zonas del potrero durante el día.

El estudio permitió inferir que las cabras tienen preferencia por aquellas especies que realizan altas contribuciones y se encuentran con alta frecuencia en el tapiz. Las gramíneas cespitosas (Stipa spp. y Piptochaetium spp.), arbustivas (Compuestas y Umbelliferas) y arbóreas (Acacia caven, Scutia buxifolia, y Celtis spinosa) son claramente seleccionadas aun con bajos niveles de disponibilidad, lo cual indicaría que existe una importante selección en las especies que tienen el mayor aporte de fracción hoja en el estrato medio y alto del tapiz.

El tiempo dedicado por las cabras al ramoneo disminuiría en caso de que la disponibilidad de especies del estrato alto decreciera, lo cual determinaría al mismo tiempo un incremento del pastoreo en el estrato bajo del tapiz. El aumento del pastoreo dependería de la disponibilidad relativa del forraje del estrato bajo y alto en el total de la vegetación. Por otra parte, la rumia estaría inversamente relacionada con la ingestión de alimento. El período de ingestión de alimento de la mañana tiene una prevalencia del ramoneo en árboles antes que el pastoreo en el estrato bajo y medio. La preferencia del ramoneo en la mañana disminuye a medida que baja la disponibilidad de especies arbóreas.

En las actividades desarrolladas por los animales la ingestión de alimento es la actividad principal (entre 58,1 y 92,2%), estando la diferencia de los tiempos utilizados en los distintos tipos de vegetación asociada con el grado de homogeneidad de la pastura en términos de calidad y al tipo de especies que la componen.

Bajo condiciones de pasturas nativas, la presencia de una vegetación variada en términos de especies disponibles principalmente en los estratos medios y altos pueden mejorar substancialmente la calidad del forraje seleccionado por las cabras durante la ingesta de alimento. En base a lo señalado se puede suponer que el caprino es un animal mas adaptado a condiciones de vegetación cambiante donde pueden desarrollar sus mejores capacidades para lograr una dieta de mayor valor nutricional. Aparentemente en vegetaciones homogéneas el animal no demuestra poder tener ventajas respecto a otros rumiantes domésticos principalmente cuando la alimentación esta basada en especies del estrato bajo.

Egresada de la Facultad de Agronomía de la República Oriental del Uruguay en 1998 con el título de Ingeniera Agrónoma especializada en Agricultura y lechería con una profundización en el área de lechería vacuna y caprina.

En 1998 realizó una profundización en el tema del “Comportamiento Alimentario y Actividades de Cabras sobre Campo Natural” (ademas de otros trabajos de investigación) apoyado este estudio por la Facultad de Agronomía de la República y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA). Dentro de este marco la autora pone a disposición de Capra lo más concluyente de esa investigación.

Para consultas sobre el tema dirigirse a:e.mail: LPerez500@hotmail.com

Uso de excretas de animales en alimentación

Resumen

Algunos países latinoamericanos no utilizan las excretas animales para
alimentar rumiantes. Se llevó a cabo un estudio con el objetivo de estudiar la
factibilidad de alimentar ovinos Pelibuey durante la finalización de su engorda
con niveles elevados en la dieta de cerdaza y pollinaza, midiendo el impacto
sobre su productividad, estado de salud, composición corporal y la presencia de
Cu en el hígado. Se utilizaron 15 borregos con una edad de 22 meses y un peso
inicial de 20.7 kg. Los animales permanecieron durante 31 días consumiendo una
alimentación basándose en cerdaza y 28 días la alimentación se basó en
suministro de pollinaza. Después de su sacrificio, se pesaron las vísceras y
la grasa perirenal. La canal izquierda, fue subdividida en las siguientes
regiones: cuello, tórax, abdomen, brazo y pierna. Se disecó cada parte en
tejido blandos y hueso. La ganancia de peso (0.155 kg), el rendimiento en canal
(41.8 %), la proporción de cada uno de los cortes y la relación entre tejido
blando y hueso obtenidos, se consideran apropiados. La concentración de cobre
en hígado se encontró dentro de los rangos normales. No se registró ningún
tipo de padecimiento patológico en los animales durante la prueba. Se concluye
que, en las condiciones de este experiencia, es
factible utilizar cerdaza y pollinaza en la alimentación de borregos Pelibuey
sin afectar negativamente su productividad y manteniendo su estado de salud.

Introducción

En climas tropicales en regiones donde existe
producción avícola y de cerdos, se presenta la oportunidad de usar las
excretas de estos animales como una alternativa para la alimentación de
rumiantes.

Entre las excretas avícolas, la más importante
es la pollinaza; es el material resultante de la combinación del excremento
producido por los pollos en engorda, junto con la cama que se utiliza para
aislarlos del piso. Actualmente es utilizada ampliamente en México para
alimentar ganado bovino, sobre todo en la Península de Yucatán. En cambio en
algunos países latinoamericanos, entre ellos Venezuela, este recurso es poco
utilizado (Rodríguez et al 1987).

La excreta de los cerdos (cerdaza) es el resultado del siguiente proceso: las
excretas, orina y residuos de alimentos de las granjas son canalizados, con
agua, a una fosa. De allí se extrae la suspensión para pasarla a través de
una malla de acero inoxidable; el efluente se desecha a una laguna y el residuo
sólido se separa y exprime mediante la presión con tornillo sinfín.

El valor nutricional de estas dos excretas ha sido ampliamente documentado.

La pollinaza tradicionalmente ha sido utilizada como suplemento proteínico para
rumiantes (Harmon et al 1974; Fontenot et al 1975). No obstante, también es
rica en fósforo (aproximadamente 1.8%), además de calcio (3%) y otros
minerales (Moguel et al 1990b; Aguiar et al 1987). Se ha reportado que la
disponibilidad del fósforo de la pollinaza es buena (Moguel et al 1990a) ya que
se encuentra primordialmente en forma de ortofosfatos (Barnet 1994), por lo que
su empleo como fuente mineral es recomendable.

La cerdaza también es una fuente reconocida de proteína y minerales (Guerrero
y Cuarón 1987; Flachowsky y Henning 1990;  Duarte et al 1990).

Ambas excretas tienen además la ventaja de que se dispone de ellas a lo largo
de todo el año.

 

La presencia de residuos indeseables en las excretas es mínima. Se ha
encontrado que el contenido de drogas, pesticidas y aditivos alimenticios,
presentes en la pollinaza es muy reducido como para provocar un problema a los
animales que la consumen o para favorecer el contenido de residuos en sus
tejidos (Webb y Fontenot 1975; Brugman et al 1967). En forma comparativa, se
considera que insumos como el maíz puede tener mas cantidad de pesticidas que
la pollinaza, ya que estas substancias son utilizadas para la conservación en
bodega de los granos.

Sin embargo, es importante recalcar que existen
ciertos riesgos por el empleo de ambas excretas. El más importante es el
peligro sanitario para algunas especies animales y para el mismo hombre; ya que
es natural que las excretas contengan una cantidad elevada de bacterias y
hongos. Entre los animales, el mayor riesgo es para las propias aves, ya que la
pollinaza puede diseminar coccidiosis u otras enfermedades muy importantes, como
la influenza aviar. En el hombre ocasionan irritación de nariz, garganta, ojos
y problemas respiratorios, además de otras afecciones. Por lo tanto, se deben
tener precauciones para evitar estos riesgos. Esta elevada presencia de
microorganismos en las excretas no se considera en cambio como un peligro para
la salud de los rumiantes que la consume; ya que las condiciones de la
fermentación que prevalecen en el rumen resultan ser adversas para al
supervivencia de los microorganismos.

Otro peligro potencial del uso de excretas, es que presentan combustión espontánea
cuando son almacenadas en bodegas. Un elevado contenido de humedad (mas de un
15%) puede propiciar que se incendien durante el almacenaje, representando un
peligro y una pérdida económica para la explotación. Para evitar esta situación,
las excretas húmedas debe utilizarse con prontitud, o bien, debe ponerse a
secar al sol o en deshidratadores especiales.

Finalmente también representa un riesgo que las
excretas contengan un importante nivel de cobre (Cu). Si bien este mineral es
necesario para los rumiantes, en exceso puede ser tóxico. En promedio la
pollinaza de Yucatán contiene aproximadamente 150 ppm de Cu (Moguel et al
1990b) valor que coincide por lo reportado por otros autores (Fontenot y Webb
1974). En cuanto a la cerdaza este contenido es mayor, oscilando entre 300 y 700
ppm (Flachowsky y Henning 1990). Los ovinos son más susceptibles a intoxicarse
por un exceso de cobre en la dieta (NRC 1985), en comparación con los bovinos
ya que su nivel máximo de tolerancia es de 25 ppm de Cu en la dieta y en cambio
los bovinos toleran hasta 100 ppm (NRC 1996). Cuando se presenta un exceso de
cobre alimentario se almacena en el hígado. En un momento de estrés, es
liberado produciendo un estado de ictericia y debilidad. La orina adquiere un
tono café, debido a la hemoglobina liberada por la destrucción de los
eritrocitos. La muerte sobreviene de 1 a 4 días después de haberse presentado
los primeros signos (Blood et al 1987).

Con base en lo anterior, el objetivo del presente
trabajo fue de estudiar la factibilidad de alimentar ovinos Pelibuey durante la
finalización de su engorda con niveles elevados de cerdaza y pollinaza,
midiendo el impacto sobre su estado de salud, su composición corporal y la
presencia de Cu en el hígado.

Materiales y Métodos

Se utilizaron 15 borregos de raza Pelibuey con
una edad promedio de 22 meses y un peso inicial de 20.7 kg. Los animales
permanecieron instalados en jaulas individuales durante todo el experimento, el
cual tuvo una duración de 59 días.  Se utilizaron dietas balanceadas
elaboradas con cerdaza y pollinaza. La composición de las dietas se presenta en
la Tabla 1.

Tabla 1: Composición
de las dietas utilizadas para alimentar borregos Pelibuey

sometidos durante 59 días a una alimentación con excreta animal
(cerdaza y pollinaza).
(% base seca)Ingrediente

Dieta con
cerdaza
Dieta con
pollinaza
Cerdaza28.2-Pollinaza-38.0Maíz-24.1Sorgo21.7-Heno de pasto22.7-Olote de maíz-10.0Salvado de trigo-9.6Pasta de soya6.39.2Melaza de caña16.97.5Ácido grasos3.2-Carbonato de calcio-0.7Sal común1.00.6Premezcla Vit. A,D,E  0.03  0.05

 

Las excretas, fueron analizadas para conocer su
contenido en materia seca y valor nutricional empleando métodos de análisis
convencionales (Tejada 1992) (Tabla 2).

Tabla
2:
Análisis quimica de las excretas (en % base seca)
Dieta con
cerdaza
Dieta con
pollinaza
Materia seca, % 73.5 92.0
Proteina cruda, % 27.6 16.0
Materia mineral, %  12.6 15.1

Calcio, %

2.54

2.90

Fósforo, %

1.69

1.81

Cobre (en ppm)
274
214

 

. Las dietas también fueron analizadas (Tabla
3).

Tabla 3. Valor
nutricional de las dietas utilizadas ( base seca)

Nutrimento

Dieta con Cerdaza Dieta con Pollinaza

Materia seca (%)

81.5 89.1

Proteína cruda (%)

13.2

15.0

Energía Metabolizable (Mcal/kg)(Calculado)

2.39 2.53

Fibra cruda (%)

12.9 10.0

Calcio (%)

1.2 1.4

Fósforo (%)

0.8 0.9

Cobre (ppm)

74.0 87.0

 

La dieta con cerdaza fue suministrada durante los
primeros 31 días, los 28 restantes se les administró a los animales la dieta
basada en pollinaza.
Los animales se pesaron al inicio y al final del experimento. Al finalizar
se sacrificaron por degüello; se cortó la cabeza, las patas, se despojaron de
la piel y vísceras, quedando la canal. Se procedió a pesar el hígado. Se
extrajo el contenido digestivo pesando el tracto digestivo antes y después de
vaciarse. La canal se dividió en dos longitudinalmente. La fracción izquierda
de la canal se dividió en cuello, tórax, abdomen, brazo y pierna; se separó
cada una de estas partes en tejidos blandos (principalmente músculo, además de
tejidos conectivo y conjuntivo) y hueso.
Se tomó una muestra de hígado de todos los animales la cual sirvió para
cuantificar el contenido en Cu mediante el método espectrofotométrico (Tejada
1992).

Las variables obtenidas fueron analizadas para
conocer el promedio y la desviación estándar. Finalmente se llevó a cabo un
análisis de regresión (Snedecor y Cochran 1990) entre el peso al sacrificio,
la cantidad de tejido blando y la cantidad de grasa perirenal de la canal
izquierda.

Resultados y Discusión

Durante el período de mediciones los animales tuvieron una ganancia diaria
de peso promedio de 0.155 kg la cual se considera apropiada al relacionar el
consumo de energía de estos animales con sus necesidades (Solis et al 1991). No
se registró ningún tipo de padecimiento patológico en los animales durante la
prueba.

La composición proximal de las excretas utilizadas (Tabla 2) se consideró
dentro de los parámetros normales para este tipo de materiales. En contenido de
cobre de la cerdaza (274 ppm) fue elevado en comparación con lo reportado por
otros autores (Flachowsky y Henning 1990), lo mismo que el contenido de cobre de
la pollinaza (214 ppm) (Moguel et al 1990b).

Los resultados de la composición corporal de los
animales se encuentran en la Tabla 4.

Tabla
4.
Composición
corporal de borregos Pelibuey sometidos durante 59 días a una
alimentación con excreta animal (cerdaza y pollinaza) n=15

<P Variable

Media,
kg 

Desviacion estandar

Peso
al sacrificio

 

29.9

3.15

Peso de la canal caliente

 

12.5

1.88

Peso
vivo vacío (n=9)a

 

23.9

2.4

Rendimiento
comercial, %b

41.8

2.6

Rendimiento
verdadero, %c

49.7

2.7

Tracto
digestivo lleno

 

7.42

0.21

Tracto
digestivo vacío

 

2.50

0.45

Grasa
Perirenal

 

0.279

 

0.109

Hígado

 

0.528

 

0.107

Riñón

 

0.086

 

0.015

Cabeza

 

1.97

0.15

Piel

 

2.41

0.36

a Calculado restando al peso
vivo, el contenido del tracto digestivo.

b Estimado dividiendo el peso de la canal entre el peso
vivo x 100

c Estimado dividiendo el peso de la canal entre el peso
vivo vacío x 100

 

El rendimiento comercial y el verdadero de
animales fueron mayores a los informados para ovinos de raza Blackbelly (Cantón
et al 1992) y a los encontrados en borregas Pelibuey (Martínez et al 1987)
alimentados con dietas convencionales. La causa de esta situación puede deberse
primeramente a que la raza Blackbelly es más longilinea y con poca capacidad cárnica;
en el caso de las borregas, también son más longilineas y magras que los
machos. En cambio el rendimiento encontrado en este trabajo fue inferior la
compararse con los obtenidos con machos castrados (Martínez et al 1990, García
et al 1998), o con animales cruzados de Pelibuey con Blackbelly (Cantón et al
1992).

El contenido de grasa perirenal es un reflejo de
grado de engrasamiento general de los animales. Expresándolo en porcentaje del
peso, en este estudio se encontró un 0.93% (Tabla 4), el cual es inferior al
informado para machos castrados de la misma raza (Martínez et al 1990, García
et al 1998). Esto se debe a que la castración de los animales induce al mejor
terminado de sus canales.

Tabla
5.
Rendimiento de los cortes de la canal izquierda de borregos
Pelibuey alimentados durante 59 días con excreta animal (cerdaza y
pollinaza) n=15

Variable

 

kg
(media)

 

Desviacion
estandar

 

%

 

Canal
izquierda completa

 

 

7.46

1.06

 

100

 

Pierna

 


2.15  

 

0.281

 

29.0

Tórax

 


1.9  

 

0.220

 

25.7

Brazo

 


1.37  

 

0.253

 

17.6

Abdomen

 


0.778  

 

0.177

 

10.4

Cuello

 

1.27

0.219

 

16.2

 

 

El peso de hígado fue de 0.528 ± 0.108 kg
(Tabla 4), el cual representó el 1.76% del peso vivo. Este valor porcentual es
inferior al reportado por otros autores que utilizaron niveles muy elevados de
Cu en la dieta utilizando pollinaza (Cantón et al 1994), o cerdaza (Webb y
Fontenot 1975). El contenido promedio de Cu encontrado en el hígado de los
animales fue de 152 ± 44 ppm, el cual se encuentra dentro del rango considerado
como normal que oscila entre 100 y 300 ppm (Fick et al 1979). Estos datos
indican que la salud de los animales no se vio amenazada por la presencia de
este mineral en las deyecciones que consumieron.

En la Tabla 5 se destaca que los cortes de la
canal izquierda con mayores pesos son la pierna y el tórax, resultado semejante
a los informados con ovinos de pelo alimentados con dietas convencionales (Martínez
et al 1987).

La Tabla 6 muestra el rendimiento en tejidos
blandos y hueso de la canal izquierda.

Tabla
6.
Rendimiento de tejido blando y hueso en la canal izquierda de
borregos Pelibuey alimentados durante 59 días con excreta animal
(cerdaza y pollinaza) n=15
Tejidos
blandos (músculo,

conectivo y conjuntivo
)

 Hueso

 Media,
kg
Desviacion
estandar

%

 

Media,
kg

Desviacion
estandar

 

%

 

Pierna

 

1.52

0.217

 

31.7

 

0.628

 

0.091

 

24.2

 

Brazo

 


1.02

 

0.175

 

21.3

 

0.294

 

0.030

 

11.3

 

Tórax

 


0.885

 

0.229

 

18.4

 

1.020 

0.158

 

39.4

 

Cuello

 


0.821

 

0.179

 

17.1

 

0.420

 

0.099

 

16.2

 

Abdomen

 


0.546

 

0.133

 

11.5

 

0.220

 

0.040

 

8.5

 

Total

 

4.80

 

0.803

 

100

 

2.59

0.330

 

100

 

 

 

La mayor cantidad de tejido blando se concentró en la pierna, siendo el tórax
el que acumuló la mayor cantidad de hueso. La proporción total de estos dos
tejidos en la media canal fue de 64.3% de tejido bando y 34.7 % de tejido óseo.
Este resultado refleja una menor calidad de estas canales comparadas con las
obtenidas con machos castrados que alcanzaron un 72.9% y 23.7% respectivamente
(García et al 1998). Sin embargo son mejores que los logrados al utilizar
hembras Pelibuey (Martínez et al 1987). Esta divergencia en la comparación de
resultados se debe a la influencia del sexo y la raza sobre el rendimiento y
composición de la canal.

Se estableció una regresión lineal y
significativa entre el peso al sacrificio y la cantidad de tejido blando. Por
cada 100 g de incremento en el peso al sacrificio se incrementó 20.7 g el
contenido en tejido blando (P<.01) (Ecuación 1). La regresión establecida
entre el peso al sacrificio y la cantidad de grasa perirenal, fue cuadrática
(P<.01) (Ecuación 2). Estos resultados indicaron que los animales no habían
llegado a su máximo desarrollo corporal y hubieran podido sacrificarse a pesos
superiores, logrando mejores rendimientos en tejidos blandos y mejor calidad en
la canal debido a un mayor engrasamiento.

Ecuación 1.

 

Y= -1410.9 + 0.207 x
(r2=
0.67)

Y= Total de tejidos blandos en la canal
izquierda, en Kg

x= Peso al sacrificio, en kg

Ecuación 2.

 

Y= -5191 – 0.35 x + 0.000006 x2
(r2= 0.35)

Y= Total de grasa perirenal en la canal izquierda, en Kg

x= Peso al sacrificio, en kg

x2 = Peso al sacrificio al cuadrado,
en kg

Conclusiones

Los resultados obtenidos permiten concluir que
borregos Pelibuey alimentados durante cincuenta y nueve días con niveles
elevados de cerdaza y pollinaza, lograron una velocidad de crecimiento y
composición corporal similar a los rangos citados por la bibliografía, además
de que estas excretas no representaron, en las condiciones de este experiencia,
un riesgo sanitario para los animales. Es por ello que es recomendable su
utilización, ya que son un recurso valorable.

Agradecimientos

Este trabajo fue parcialmente financiado por la Fundación Yucatán Produce A.C.
mediante el proyecto de investigación “Evaluación del Efecto del
Deshidratado Sobre el Valor Nutricional de la Pollinaza y la Presencia de
Microorganismos Patógenos” registro Preci 1801 y por el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología mediante el proyecto de investigación “Reciclaje del
estiércol fresco de cerdo en la alimentación de rumiantes” clave 4005P-B960

Emperatriz C Padilla Goyo, Arturo F
Castellanos Ruelas*,

Javier G Cantón Castillo** y Yolanda B Moguel Ordoñez**

Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
Núcleo Obelisco.

Decanato de Ciencias Veterinarias. Barquisimeto, Lara. Venezuela.

*Facultad de Ingeniería Química. Universidad Autónoma de Yucatán.

Av. Juarez 421. Ciudad Industrial. C.P. 97288. Mérida, Yuc. México.

cruelas@tunku.uady.mx

**Campo Experimental Mocochá. Centro de Investigación Regional de la Península
de Yucatán. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias.
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Apartado postal 100-D Mérida,
Yucatán. C.P. 97000

Referencias

Aguiar J, Rosiles R, López
R y Quintero T 1987
Algunos macro y microminerales en pollinaza y
gallinaza en los estados de Morelos y Veracruz. Vet. Mex.18:17-23

Barnett G M 1994
Phosphorus forms in animal manure. Bioresource Tech. 49:139-146

Blood D C, Radostits O M
y Henderson J A 1987
Enfermedades causadas por agentes químicos. En:
Medicina Veterinaria. Ed. Interamericana. Sexta edición. México, D.F.
p.1224-1229

Brugman H H, Dickey H C,
Plummer B E and Gooten J 1967
Drug residues on lamb carcasses fed
poultry litter. Journal  Animal Science 26:915-927

Cantón J G, Velázquez
P A and Castellanos A F 1992
Body composition of pure and cross bred
Blackbelly sheep. Small. Ruminant  Research 7:61-66

Cantón J G, Moguel O Y,
Rojas R O, Sauri D E, Miranda S J  y Castellanos R A 1994
Estimación
del daño inducido por el cobre de la pollinaza empleada para la alimentación
de ovinos. Tecnología Pecuaria Mexico 32 (2):82-89

Duarte V F, Magaña C A y Rodríguez G F 1990
Utilización de las heces en alimentación animal. I. Caracterización químico
nutricional de heces de bovinos y porcinos. Tecnología Pecuaria Mexicana
28 (19):22-29

Fick K R, McDowell L,
Miles P, Wilkinson N, Kunk K y Conrad J  1979
Métodos de análisis
de minerales para tejidos de plantas y animales, University of Florida.
Gainesville. Fla. U.S.A. 701-703

Flachowsky G and Henning
A 1990 Composition and digestibility of untreated and
chemically treated animal excreta for ruminants. A review. Biological Wastes.
31:17-36

Fontenot J P and Webb K
E Jr 1974
Poultry wastes as feedstuffs for ruminants. Fed.. Proc, Am.
Soc. Exp. Biol. 33 : 1936-1937

Fontenot J P, Webb K E,
Harmon B W, Tucker R E and Moore W E C  1975 
Processing,
nutritional value and palatability of broiler litter for ruminants. Proceedings
International Symposium on Livestock Wastes pp 301-304

García M, Nuñez G F, Rodríguez A F, Prieto C y
Molina D  1998
Calidad de la canal y de la carne de borregos
Pelibuey castrados. Tecnología Pecuaria Mexicana  36 (3):225-232

Guerrero F y Cuarón J  1987 Utilización
del nitrógeno y digestibilidad del cobre en heces deshidratadas de cerdo.
Tecnología Pecuaria Mexicana  25 (3):315-339

Harmon B W, Fontenot J P
and Webb K E  1974
Effect of processing method of broiler litter
on nitrogen utilization by lambs. Journal  Animal Science 5:942-946

Martínez A A, Bores R y Castellanos A F 1987 
Zoometría y predicción de la composición corporal de la borrega Pelibuey.
Tecnología Pecuaria Mexicana  25 (1):72-84

Martínez  A A, Bores R, Velázquez P A y
Castellanos A F 1990
Influencia de la castración y del nivel energético
de la dieta sobre el crecimiento y la composición corporal del borrego. Tecnología
Pecuaria
Mexicana  28 (3):125-132

Moguel O Y, Cantón J G y Castellanos A F 1990a
Biodisponibilidad del fósforo de las deyecciones avícolas. Memoria de la Reunión
de Investigación Pecuaria en México. INIFAP-SARH. Villahermosa, Tab. 12-16 de
Nov. pp 307-309

Moguel O Y, Cantón J G, Sauri D E y Castellanos A F
1990b
Contenido de algunos macro y microminerales en las deyecciones avícolas
en Yucatán. Tecnologia Pecuaria Mexicana 33 (2):100-104

NRC National Research Council 1985 Nutrient
Requirements of Domestic Animals. Nutrient Requirements of Sheep. Sixth Revised
Edition, National Academy of Sciences, Washington, D.C. USA

NRC National Research Council 1996 Nutrient Requirements of
Domestic Animals. Nutrient Requirements of Beef Cattle. Seventh edition,
National Academy of Sciences, Washington D.C., USA

Rodríguez  C, Rondón Z y Parra P 1987.
Utilización de la gallinaza en la alimentación de corderos. Instituto de
Producción Animal. Universidad Central de Venezuela. Facultad de Agronomía

Snedecor G W and W G Cochran 1980.
Statistical Methods. The Iowa State University Press. Ames, Iowa. U.S.A.

Solís R G, Castellanos R A, Velázquez M A and Rodríguez
GF 1991
Determination of nutritional requirements of growing hair sheep.
Small Ruminant Research. 4:115-125

Tejada de Hernández I 1992 Control de
calidad y análisis de alimentos para animales. Ed. Sistema de Educación Contínua
en Producción Animal, A.C. México, D.F.

Webb K E and J P Fontenot 1975 Medical drug
residues on broiler litter and tissues from cattle fed litter. Journal
Animal Science
. (41) 4:1212-1216

El test de California para el diagnóstico de las mastitis

Muestra leche de cabra

El test de California se basa en la reacción de un compuesto químico que rompe las células (lisador) y deja salir su ADN fuera de la membrana celular, estos filamentos de ADN tienen tendencia a formar unas estructuras tipo gel cuando se unen unos con otros. Cuando una mama está inflamada por una infección, junto con la leche se eliminan cantidad de células, sobre todo neutrófilos, que son las responsables de proteger al órgano de las bacterias. Cuantas más células haya, mayor infección se ha de esperar que tenga la mama.

Es importante esperar para realizar esta prueba 20 después del parto ya que da falsos positivos. Tampoco es conveniente realizarla después de los 250 días de lactación. Si entre estas dos fechas se realiza un test mensual se tendrá una idea muy precisa del estado sanitario de las hembras en lactación. Si no es posible hacerlo tan a menudo, dos fecha importantes serían a los 20 días postparto y antes de la monta.

Este sistema diagnóstico es muy importante en la hembras primerizas para vigilar que no se comience la infección e ir limpiando el rebaño. En las adultas hay que vigilar sistemáticamente el rebaño para detectar las infectadas silentes que están infectando al resto del rebaño además de tener la producción muy reducida.

Es aconsejable hacer primero un análisis de la leche del tanque para evaluar el estado sanitario del rebaño ya que la valoración será siempre relativa a este dato. Muchos problemas radican en el incorrecto mantenimiento de la máquina de ordeño y afecta notablemente a todo el rebaño.

¿Cómo se realiza el test?

El test de California consta de un bote de reactivo y unos pocillos (4 porque está pensado para su uso en vacuno) para depositar la leche de cada una de las mamas por separado.

Para realizar el test se toma una pequeña cantidad de leche (una cucharada o unos 2 ml ) de cada mama y se deposita en un pocillo. La prueba se ha de realizar antes del ordeño y en el de la tarde si se ordeña dos veces al día.

Muestra leche de cabra
Muestra de leche cabra para hacer el test de mastitis con el reactivo California

A continuación se vierte aproximadamente la misma cantidad de reactivo que leche hay en el pocillo, y se mezcla haciendo movimientos giratorios durante no más de 10 segundos. La lectura ha de hacerse antes de 20 segundos si no desaparece la reacción.

Test de California
Test de California verter el reactivo

¿Cómo se interpretan los resultados?

Los niveles de infección mamaria se clasifican en 4 niveles según la gravedad de la infección. Los pocillos se inclinan para poder apreciar mejor la viscosidad de la reacción.

Sin infección

Sin mastitits Test de California
Sin mastitits Test de California

No hay precipitado y por lo tanto no hay infección

Tipo 1

Mastitis tipo1 test california
Mastitis tipo1 test california

Ligera precipitación que desaparece al agitar. Este valor hay que compararlo una mama con otra: si las dos presentan algo de precipitación no se considera infección. Si solamente una mama presenta precipitación (como sucede en la foto) se debe considerar infectada < de 750.000 células
Tipo 2

Mastitis tipo2 test California
Mastitis tipo2 test California

Ligera precipitación con algunos filamentos grumosos, si se mueve el pocillo durante más de 20 segundos los grumos tienden a desaparecer. No forma gel. Entre 750.000 y 2.000.00 de células
Tipo 3

Mastitis tipo3 test California
Mastitis tipo3 test California

Formación de gel rápida, apariencia de clara de huevo. > 2.000.000 de células
Tipo 4

La formación del gel es rapidísima y su apariencia es como de huevo frito, ya que aparece una protuberancia en el centro de la masa que no pierde su forma a pesar de la agitación.

 

ESTIMACIÓN DE LAS PÉRDIDAS ECONÓMICAS EN CABRAS, OCASIONADAS POR MASTITIS CLÍNICA

Ubre de cabra on masttits gangrnosa
Ubre de cabra con media teta infectada
Ubre de cabra con media teta infectada

Las pérdidas diarias ocasionadas por mastitis clínica fueron de $4.32 por cabras, y se pierden $20.97 en recuperar una cabra con mastitis clínica

 El ganado caprino se dedica, fundamentalmente, a la producción de leche, la cual está adquiriendo una mayorimportancia en nuestro ámbito. La explotación a mayor escala está circunscripta a regiones tropicales de escaso desarrollo tecnológico, siendo un sector marginal con poca preparación técnica y escasos recursos (Contreras, 1997).

Ubre de cabra con mastitis nodula
Ubre de cabra con mastitis nodular

El mejoramiento racial de esta especie, dirigido a producir más leche, al igual que en el bovino, ha traído consigo un incremento de las mastitis, siendo éste el proceso más frecuente y costoso de cuantos nos afectan (Philpot, 1998). Diversas son las causas que la pueden provocar; entre ellas, las mecánicas o traumáticas, por la diversidad de formas que tienen sus ubres, la cercanía al suelo y los hábitos alimentarios que poseen (Schulz, et al, 1999). De ahí que estén más predispuestas a traumatismos del orificio del pezón y de la ubre (Sánchez, et al, 1997). Especial interés hay que darle a las causas infecciosas de origen bacteriano, que son la mayoría, sin excluir: Virus y Hongos (Corrales, et al, 1997).

A diferencia de la mastitis subclínica, las clínicas originan alteraciones que son detectables a simple vista y varían desde una alteración de las características macroscópicas de la secreción lacteal, hasta, incluso, provocar alteraciones sistémicas en la hembra afectada, pasando por alteraciones inflamatorias locales a nivel de ubre (Contreras, et al, 1997). La presentación es muy variable, dependiendo de las condiciones de manejo de cada explotación.

Esta es una de las enfermedades que implican mayores pérdidas económicas en las explotaciones lecheras. Las mermas en la producción , los desechos de animales improductivos, las muertes ocasionadas y los costos en

tratamientos, son factores que afectan la economía de los rebaños (Phipot y Nickerson, 2000).

Se calcularon las pérdidas que ocasionó la mastitis clínica en cabras, para lo cual se tuvieron en cuenta las alteraciones apreciables en el aspecto de la leche, así como la existencia de los signos clínicos cardinales de la inflamación y la prueba de contraste (Schalm, et al, 1971). Para el cálculo se realizó la estimación de la leche perdida por mastitis clínica, los días en recuperar un caso clínico, el número de tratamiento, el costo del medicamento y el salario pagado. Los resultados demostraron que las pérdidas diarias ocasionadas por mastitis clínica fueron de $4.32 por cabras, y que se pierden $20.97 en recuperar una cabra con mastitis clínica. El 86.6% de las pérdidas observadas estuvieron relacionadas con la reducción de la producción, leche desechada o pérdidas de animales, siendo la mastitis de tipo gangrenosa la que mayor pérdida acarreó (con un 54.4% de pérdidas totales). Consideramos que con la aplicación de un programa de control, se puede lograr reducir las pérdidas económicas ocasionadas por esta enfermedad en la especie caprina, por lo que se propone un programa fácilmente aplicable para esta especie.

Ubre de cabra on masttits gangrnosa
Ubre de cabra con mastitis gangrenosa operada

 

El tratamiento y prevención de mastitis en el periodo de secado

El periodo de secado es un momento muy idóneo para el tratamiento y prevención de las infecciones intramamarias en las hembras lecheras, sobre todo en aquellos casos en los que la enfermedad se manifiesta de forma subclínica.

Las hembras lecheras deben secarse por lo menos dos meses antes de la siguiente gestación, esto permite que el nuevo parto se afronte con el máximo de los nutrientes acumulados, un calostro de buena calidad para los cabritos y evita una descalcificación ósea inevitable por el mantenimiento de la producción lechera y el crecimiento de los cabritos dentro del útero. Todos estos factores afectarán a la vida productiva de la hembra en cuanto a la cantidad y a la calidad de su producción.

La ubre es el centro de producción lechera y por lo tanto se debe cuidar al extremo sobre todo en aquellas explotaciones intensivas donde la eficacia reside en una mama que sea capaz de producir toda la leche que sea posible. Las infecciones subclínicas merman en gran medida la capacidad productiva del animal por dos motivos fundamentales:

Obligan al animal a una lucha continua para mantener su salud con el consiguiente desgaste que esto implica

Afectan al tejido mamario impidiéndole funcionar a pleno rendimiento

Si a esto se añade en el caso de los ganaderos cuya leche se paga por calidad, se aumentan considerablemente los conteos celulares, y por lo tanto nos encontramos ante una situación de alerta sanitaria y económica clara.

¿Qué se puede hacer?

Una infección mamaria se puede y se debe prevenir por medio de mecanismos que se hayan muy detalladamente

explicados en el artículo editado anteriormente Comenzar un programa de control de la mamitis ovina y caprina.

Lo que es importante es insistir en el periodo de secado como una oportunidad que se ha de utilizar para mejorar o incluso curar un rebaño. ¿Qué se puede esperar del tratamiento con antibióticos durante el secado?

Un estudio realizado en Francia con 230 cabras lecheras de alta producción de 5 ganaderías diferentes ha demostrado en condiciones de campo que el tratamiento en el secado es eficaz porque:

En las hembras tratadas se registró un 93,5 % de curaciones frente a un 30% en el caso de las no tratadas.

Disminución en un 50 % las hembras que se infectan en el principio de la lactación.

Disminución del conteo celular en 320.000 células/ml en los lotes tratados frente a los no tratados.

Los gérmenes aislados de las ubres afectadas en el momento del secado fueros en un 80% Stafilococos coagulasa negativos (de los cuales el 70% pertenecían a alguna de estas especies S. epidermis, S. Caprae y S. cromogenes ). Estos gérmenes son considerados levemente patógenos produciendo a nivel clínico una ligera inflamación de la mama y su tratamiento no suele ser muy frecuente. Cuando se aplica el tratamiento de secado se puede conseguir que la ubre afectada se cure y además se disminuye significativamente la aparición de nuevas infecciones al comienzo de la lactación.

El concepto de tratamiento de secado consiste en aplicar un antibiótico a una hembra generalmente por vía intramamamria y dejarlo que actúe durante por lo menos un mes. La leche no se debe de utilizar hasta después de cuatro a siete días post parto para asegurarse de que no aparezcan residuos que dificulten la elaboración del queso.