Introducción a la fisiología caprina

La digestión en la cabra es el proceso por el cual la comida ingerida se descomponen y se recompone para la absorción por el trecho de gastrointestinal (GI) para proporcionar la energía y los bloques que satisfacen las necesidades metabólicas. Todas fuentes de alimentación son originalmente el resultado de plantas, que utilizan la energía del sol y los minerales de la tierra, sin las que las cabras como herbívoros y otros animales de granja no podrían existir.5

En la cadena de alimenticia, los consumidores primarios son los animales herbívoros. Ellos han desarrollado especialmente pre-estómagos y trechos de GI que los capacitan paras utilizar celulosa y otras formas de polisacáridos de plantas. Ellos mantienen también a grandes poblaciones de bacterias simbióticas y protozoarios en los pre-estómagos, que pueden separar las estructuras complejas de celulosas de las planta en azúcares digeribles y una gran variedad de ácidos orgánicos útiles. Parte de esta energía se utiliza por las mismas bacterias para sintetizar su propia masa corporal, las proteínas y las vitaminas, que posteriormente se usan por el herbívoro cuando pasan hacia abajo del trecho GI y son a su vez digeridas por su anfitrión, como por ejemplo la cabra .

Los herbívoros se clasifican en: fermentadores pregástricos, rumiantes o pseudo rumiantes; y fermentadores post gástricos, cuyo ciego ha evolucionado para funcionar semejantemente hasta cierto punto como la panza. Las vacas, la oveja, las cabras y el venado son rumiantes, los caballos y los conejos son miembros del segundo grupo.5

La fermentación pre-gástrica posibilita la utilización más eficiente de forrajes, ya que se fermentan y es degradan químicamente antes pasar en el intestino delgado, donde suceden la mayoría de las absorciones de nutrientes. En la fermentación post-gástrica, la degradación bacteriana ocurre en el ciego, después que los forrajes han pasado por el intestino delgado, estos animales aprovechan el beneficio de la fermentación del ciego recurriendo a la práctica de coprofagia (comer de heces).5

En su sentido más amplio, la digestión se puede dividir en dos acciones, los procesos mecánicos y los procesos químicos. La digestión mecánica incluye masticación (mascar) y las varias contracciones musculares del trecho de gastrointestinal. La digestión química incluye varias secreciones exocrinas del estómago (por ejemplo el ácido clorhídrico ) y del intestino delgado (por ejemplo la bilis del hígado ). La digestión química también es el resultado de las varias acciones de las enzimas y los microorganismos digestivos que pueden encontrarse en el tracto gastrointestinal, específicamente en el rumen o ciego (Pond et al, 1995 cit. in 2 ).

Hay cuatro pasos en el proceso por el cuál los animales obtienen nutrientes del alimento que consumen. El primero de estos pasos es

ingestión que es simplemente el «tomar en conglomerados casi enteros células o

tejidos». Luego está el proceso digestivo verdadero que incluye tanto los procesos químicos y como mecánicos por cuales los alimento se transforman en substancias sencillas que el cuerpo puede absorber. El tercer paso es la absorción. La absorción es el movimiento de partículas utilizables y fraccionadas del alimento del trecho digestivo a la sangre. Estos alimentos nutritivos entonces son transportados a dondequiera que se necesiten inmediatamente o son almacenados en varias ubicaciones del cuerpo. Finalmente, está «la síntesis de los alimentos por las células individuales del cuerpo que crecen, se reproducen o trabajan activamente y liberan la energía para las tareas del animal para encontrar más alimento y agua, respirar o reproducirse» (vanLoon, 1976 cit. in 2 ).

Sistemas de producción caprino

A título general se puede afirmar que el ganado caprino en España tiene como objetivo prioritario, en la gran mayoría de los casos, el incrementar, a través de sus producciones (fundamentalmente, leche y carne). El producto bruto generado por superficies agrícolas marginales o casi marginales.
En este contexto no es de extrañar que, las cabras que se ordeñan, reciban mejores cuidados que las demás, se exploten en zonas relativamente llanas (pero semi áridas) y el resto, las cabras de aptitud preferente carne, tengan su hábitat habitual en las zonas montañosas. En este último caso, el contacto entre el gana­dero y su rebaño es puntual y se reduce a los aportes de comida en las épocas de máxima penuria y a la «recolección anual» de las crías.
Este último sistema, que se puede y debe, clasificar como «tradicional», seguía afectando en el año 1996 a un número importante del censo caprino de carne español; en cambio, a nivel de los rebaños de producción prefe­rente leche, la situación ha cambiado y. sobre todo está cambiando en estos últi­mos años.

Consideraciones previas

Antes de entrar en la descripción de los sistemas es conveniente repasar, aun­que sea de una forma muy esquemática cuáles son las cualidades más sobresalien­tes que posee el ganado caprino y en las que aventaja a sus competidores naturales: el ganado ovino y el ganado vacuno.

Entre estas cualidades merecen destacarse:

Su capacidad para efectuar desplazamientos ágiles y rápidos. Las cabras pueden afrontar zonas de fuertes pendientes y de difícil tránsito.

Poseen, siempre hablando en términos generales, una sobresaliente capa­cidad para sobrevivir y para poder soportar condiciones climáticas adver­sas (calor y sequedad).

Después de períodos alimenticios «difíciles» se recuperan mejor y más rápidamente que los ovinos y los vacunos.

Digieren mejor la fibra que las ovejas y pueden rentabilizar mejor vegeta­ciones pobres y matorrales espinosos (esto no ocurre cuando la vegetación pastable presenta un valor nutritivo medio-alto).

La oveja, a causa de su labio superior bífido (partido), apura hasta las raí­ces a las hierbas espontáneas; la cabra no puede. En caso de pastoreo abu­sivo, y en contra de la creencia popular, la oveja es más dañina que la cabra.

En lo que a enfermedades se refiere, el ganado caprino es más resistente que el ovino o el vacuno (evidentemente cuando se trata de ganado caprino de alta producción láctea, como puede ser el caso en cabras de las razas Malagueña, Murciana-Granadina y/o Canaria, las diferencias, lógicamente, son menores).

En curtiduría o tenería, da unos cueros excelentes; de más valor que los del lanar y del vacuno.

Por unidad de peso vivo, las cabras genéticamente buenas son más efi­caces productoras de leche que la oveja e, incluso, que la vaca. Esta realidad se pone de manifiesto si tenemos en cuenta los datos referen­ciales que a continuación pasamos a exponer, a título meramente indi­cativo:

Vaca Cabra
Producción (kg/kg. p.v.)  11,5    12,2
Proteína (kg/kg. p. v.)       0,37  0,40
Grasa (kg/kg. p.v.)            0,43   0,44

Se puede afirmar que, por unidad de peso vivo, completando lo dicho en el punto anterior, la cabra es el rumiante que más «proteína exporta».

A pesar de todas estas «ventajas técnicas iniciales» la realidad es que el censo español de ganado caprino se ha reducido en el curso de los últimos 60 años pasando de los 6,7 millones de cabezas que había en el año 1939 de los 3 millones actuales. Esta realidad se fundamenta en una serie de consideraciones negativas, tan históricas como erróneas, sobre el ganado caprino.
En efecto, históricamente se ha considerado a la cabra como un animal:
De difícil manejo (lo cual no es cierto; la cabra necesita un manejo profe­sional dado que es un animal muy sensible a las condiciones del medio, incluyendo en este medio, y de forma preferente, al cabrero).

Generador de una fuerte acción deforestadora (lo cual tampoco es cierto, si se la maneja y alimenta de la forma adecuada; lo que si es cierto es que este animal, gracias a su agilidad y «fuerza vital», incide mucho más que otras especies en una masa arbórea si no está bien manejada. El consumo de brotes de árboles depende, en gran manera, de los recursos herbáceos disponibles).

«Socialmente mal considerado» (lo cual, desgraciadamente, hasta tiempos muy recientes ha sido cierto ya que se ha considerado a la cabra como la «vaca del pobre» ).

Sin duda alguna, la «mala imagen» del ganado caprino ha sido la consecuencia directa de una inadecuación de los sistemas de producción tradicionales a las potencialidades reales de una especie que, en general y en nuestro país, ha estado teóricamente infrautilizada (con todo lo que ello supone a nivel económico y social).

De acuerdo con mi propia experiencia práctica: si los sistemas de produc­ción son adecuados al animal y al medio, la explotación del ganado caprino, espe­cialmente en su «vertiente leche», puede ser perfectamente rentable y sin conse­cuencias secundarias negativas para su entorno.

Los sistemas de producción

En el ganado caprino de aptitud preferente leche cabe distinguir, al menos ini­cialmente, y desde una perspectiva conceptual, tres tipos de sistemas de produc­ción:

El sistema tradicional o ancestral.

El sistema extensivo (que, como se comentará más adelante, es el «heredero directo» del método tradicional).

El sistema semi extensivo o en «proceso de intensificación».

No obstante, antes de entrar a definir las características fundamentales de cada uno de estos sistemas, debemos indicar, por constituir una peculiaridad manifiesta, en este tipo de explotaciones (aunque, en cierta medida, pero sólo en cierta medida, esta realidad también afecta a las explotaciones ovinas), que la continuidad de las explotaciones caprinas, además de su rentabilidad real, depende, de la edad de los cabreros y, sobre todo, de la edad y actitudes de su herederos.

Las edades medias de los actuales propietarios oscilan alrededor de los 50 años y, sólo en la zona de Almería, un 60 por 100 de los herederos desea continuar en la explotación familiar. En Cáceres, por el con­trario, sólo el 26 por 100 de los jóvenes está dispuesto a continuar con esta acti­vidad pecuaria.

Desde esta perspectiva no cabe duda de que, para un porcentaje elevado de los actuales ganaderos de caprino de leche (más del 60 por 100), es difícil encontrar suficientes motivaciones (sus descendientes no van a continuar con la actividad) para realizar el esfuerzo profesional y afrontar la inversión financiera, necesarios para modernizar sus explotaciones. Ello constituye un importante handicap para el subsector caprino español.

El sistema tradicional (ST)

Este sistema, que también se podría definir como el «ancestral», se caracterizaban, fundamentalmente, por las siguientes premisas:

Rebaños pequeños e, incluso, muy pequeños.

Mano de obra exclusivamente familiar.

Ordeño a mano (1 ó 2 veces al día).

Venta diaria de la leche cruda a particulares.

Pastoreo diario, sin recibir complemento alimenticio alguno.

Habitualmente, los machos permanecían siempre en el rebaño con las hembras. Con el fin de evitar cubriciones en épocas no deseadas (función, normalmente, de la realidad y de las previsiones del precio de la leche) se utilizaba, en ocasiones, el mandil (con todos los inconvenientes que ello suponía para los machos).

Las consecuencias directas de la aplicación de esta técnica eran dos:

· Un número de partos por cabra reproductora y año muy variable, según zonas y explotaciones.

· Un descontrol cuasi absoluto de las cubriciones.

Excepto en el caso de la reposición, los cabritos no salían a pastar con el rebaño de reproductores. Se quedaba en el aprisco, mamaban por la noches y luego se vendían al carnicero con 1-2 meses de edad.

Los alojamientos y las instalaciones, cuando existían, eran muy antiguos, inadecuados y, en consecuencia, muy poco operativos.

A nivel sanitario, las actuaciones en este sistema eran prácticamente ine­xistentes la cual daba lugar, entre otras cosas, a:

· Mortalidades elevadas.
· Bajas productividades.

Desde una perspectiva práctica se puede considerar, como ya se ha indicado, que este sistema, excepto en casos muy particulares, ha dado paso al sistema extensivo.

El sistema extensivo (SE)

Cuando España, en el año 1986, se incorporó a la Comunidad, a la actual Unión Europea, el Sistema Tradicional fue sustituido, en su casi totalidad, por el sistema extensivo. Las diferencias fundamentales entre estos sistemas son dos:

La leche, al no poderse vender directamente a particulares, se recoge en la granja y se destina (excepto la correspondiente al autoconsumo) a la pro­ducción de queso (pudiéndose tratar de producción artesanal o industrial).

A nivel sanitario el rebaño es controlado a través de las campañas sanita­rias establecidas y que son de obligado cumplimiento.

No obstante, el sistema extensivo, al igual como ocurría con el tradicional, sigue adoleciendo de una manifiesta falta de tecnificación y, en consecuencia, sus índices productivos son bajos. A pesar de ello, muchas de estos ganaderos, a causa de:

La percepción de la prima comunitaria.

La no aplicación de un modelo contable real, creen que ganan dinero cuando, en realidad no siempre es así. En bastantes casos, y lo afirmamos en base a nuestra propia experiencia profesional, lo único que con­sigue el cabrero, precisamente gracias a la prima, es cubrir sus gastos variables y una pequeña parte de los fijos (parte que el ganadero considera como beneficios sin darse cuenta de que lo único que consigue es irse descapitalizando).

El sistema semi-intensivo (SSI o SVI)

Este sistema al que Falagán ( 1994) también denominó «sistemas en vías de intensificación» se puede caracterizar, al menos inicialmente, por:

La aplicación de nuevas tecnologías como pueden ser:
El ordeño mecánico.
La inseminación artificial.

La utilización de medios de producción tecnológicamente avanzados:
Tanque frigorífico.
Alojamientos adecuados.
Instalaciones funcionales.

Concentrar las cubriciones en primavera y tener como objetivo 1 parto/reproductora y año.

Formar parte de una Asociación para la mejora genética.

Aplicar programas de control y mejora sanitaria, etc.

Como es lógico, en función del grado de tecnificación que cada explotación asuma, ésta se encontrará más cerca del sistema extensivo o más cerca de un modelo intensivo.

El sistema intensivo

La intensificación máxima comporta la estabulación permanente con manejo individual o por lotes, de las cabras. La rentabilidad de este modelo (que es una rea­lidad en explotaciones alemanas y suizas, y que nosotros también hemos aplicado en Canarias vinculándola a una explotación de alfalfa en regadío y trabajando con fór­mulas abiertas de pienso), es enormemente dependiente de:

El tamaño de la explotación (se requieren explotaciones grandes para poder aplicar la economía de escala).

La bondad de los indicios técnicos.

El coste de los principales factores de input (especialmente los ligados a la alimentación ya la sanidad).

El precio de la leche (y, en menor medida, del cabrito).

La cuantía de la prima.

De acuerdo con nuestros cálculos, actualmente, para que una explotación caprina de leche intensiva pueda ser realmente rentable debe disponer, inicial­mente, de más de 300 cabezas con una producción media, por cabeza presente superior a los 400 litros (en este sentido no se puede olvidar que en la mayoría de nuestros rebaños las producciones no superan los 300 litros/cabra y año; la media nacional está alrededor de los 250-260 litros/cabeza y año.
A pesar de estas limitaciones estamos convencidos de que cuando el «tejido industrial» que debe acompañar a esta producción se consolide y la comercializa­ción se ordene (a imagen y semejanza de lo que sucede en Francia), las explotacio­nes de corte intensivo, en zonas muy concretas, sustituyendo, por ejemplo, a las de vacuno de leche, podrán tener un futuro realmente positivo dado que:

La cabra es, por unidad de peso vivo, manifiestamente más eficiente y efi­caz, que la vaca en lo que a la producción de leche se refiere.

Las explotaciones intensivas pueden incorporar la tecnología necesaria para garantizar, al menos a priori, la calidad de sus producciones.

Es en las explotaciones intensivas donde mejor se puede llevar a cabo una correcta gestión de costes. Ello puede suponer permitir, en una situación adecuada de los factores de input, optimizar la relación coste/calidad en las producciones.

No obstante, hay que insistir en ello, el sistema intensivo sólo puede ser válido en circunstancias muy determinadas.

Evidentemente la posible validez del sistema intensivo no invalida el hecho de que, actualmente, en muchas zonas donde el ganado caprino está o estaría adecua­damente ubicado se le esté considerando, con una gran lógica, como un factor de primer orden en la lucha contra la erosión y la conservación de la vegetación natu­ral por medio del pastoreo. No hay que olvidar que con esta acción se reduce, o se puede reducir de forma muy, significativa el material inflamable con lo cual se dis­minuye el riesgo de incendios.

Las posibilidades prácticas que ofrece, al menos a priori, el ganado caprino son muy amplias y van desde un modelo razonablemente exten­sivo a un sistema realmente intensivo.

Características de un buen cabrito de carne

El término de cabrito es sinónimo de animal joven criado en granja y alimentado con leche y de edad entre 10 o 12

semanas con carne de colores claros y muy sabrosa. Los cabritos mayores que estos o que han sido destetados prematuramente comerán otros alimentos a parte de la leche y esto afectará a la carne tanto en su color más oscuro, como a su sabor.

Veamos con fotografías cómo animales perfectamente sanos no tienen las características idóneas para dar su máximo rendimiento en carne debido a la introducción de forrajes en la dieta.


En la vista de perfil aparecen casi iguales
t01.jpg (18826 bytes)t04.jpg (19445 bytes)
En la vista superior se observa como está de aumentado el rumen por el consumo de alimento forrajero precoz
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 De frente se aprecia el menor desarrollo de la musculatura pectoral y por lo tanto menor rendimiento en carne. t05.jpg (17569 bytes)En la parte posterior se aprecia menor masa muscular lo cual va a repercutir en un menor redimiendo en carne
.t03.jpg (17141 bytes)t06.jpg (13728 bytes)
En resumen este es un buen cabrito de carne
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La alimentación del cabrito

Esquemáticamente se pueden agrupar los métodos de alimentación del cabrito lactante de la siguiente forma:

Estos métodos de alimentación no son exclusivos, existiendo procedi­mientos
intermedios y combinaciones entre ellos, como fácilmente se puede comprender.
cabrcubo

Métodos de
lactancia natural 

En la lactancia natural, el cabrito toma directamente de la ubre de su
madre una leche limpia, no contaminada ya la temperatura adecuada, que consume
a pequeñas chupadas, lo que asegura su fácil digestión y asimilación.

En todos los casos, es fundamental el pronto ahijamiento de los
cabritos recién nacidos para que consuman, sin demora, los calostros debido a
las siguientes razones:

  • La primera leche producida después del parto (calostros), contiene
    grandes cantidades de anticuerpos y vitaminas, los cuales son indispensables
    para conferirle inmunidad y protección contra las enfermedades.

  • La producción de anticuerpos disminuye rápidamente después de la
    primera tetada, cesando al tercer o cuarto día de lactación.

  • La absorción de los anticuerpos a través del intestino del cabrito
    es muy elevada en las primeras horas de vida, después disminuye rápidamente,
    para cesar por completo transcurridas unas 48 horas.

Lactancia libre

 

Está ligado al
sistema de explotación extensiva.

En este sistema de explotación la producción fundamental es la del ca­brito
de carne criado en lactancia natural. A grandes rasgos su manejo es el
siguiente: el rebaño permanece durante todo el año en el monte, salvo en el
período de parideras y primeras semanas de lactación, en el cual las
madres se
recluyen en rústicos alojamientos durante la noche para amamantar a sus crías,
saliendo a pastar con el rebaño por las mañanas.

El destete suele realizarse a los 40-45 días, cuando alcanzan un peso
en vivo de 10-12 kg. Otras veces la lactación se prolonga hasta los 5-6 meses
de vida, puesto que en este sistema el rendimiento lechero es subsidiario del
de la producción cárnica, alcanzando pesos en vivo de 30-40 kg.
En este manejo de crianza sería necesario adoptar una serie de medidas higiénico sanitarias
y mejoras referidas, principalmente, a los alojamientos,
alimentación, suplementación y sanidad.

Lactancia controlada

El método de lactancia controlada, es el seguido en las explotaciones semiextensivas de ganado cabrío lechero y aunque ofrece
diversas
modalidades , en líneas generales su
manejo es el siguiente.

Los rebaños salen a pastar durante el día recogiéndose en las
cabrerizas al atardecer. A las cabras, en su primer mes de lactación, sólo se
las ordeña una vez al día permaneciendo los cabritos con sus madres desde que
éstas llegan del campo hasta la mañana siguiente que salen a pastar.

En su segundo, tercer o cuarto mes de lactación, las madres se ordeñan
dos veces al día, no haciéndolo a fondo, para que sus crías puedan mamar y
alimentarse a base de leche suficientemente.

Cuando las cabras en lactación no reciben alimentación suplementaria
alguna o ésta es insuficiente, el ganadero se ve obligado a no ordeñar y dejar
toda la leche para los cabritos o a sacrificar parte de ellos en su primera
semana
de vida, dejando a cada madre un solo hijo.

Este manejo presenta inconvenientes de tipo técnico y económico como
son, entre otros:

  • Período de lactación muy largo.
  • Elevado consumo de leche por cabrito destetado.

  • Poca producción de leche para vender.

  • Poca producción de carne de cabrito destetado.

Estos inconvenientes se pueden evitar suplementando
adecuadamente las raciones de pastoreo de las madres  y adoptando un manejo de destete progresivo que
como ejemplo puede ser la tabla anterior.

Métodos
de lactancia artificial

La lactancia artificial se encuentra escasamente desarrollada, practicándose sólo aisladamente en algunas explotaciones intensivas de cabras de leche. Generalmente, el ganadero conoce poco las bases técnicas de la lactancia artificial de la cabra, lo que hace que los resultados obtenidos cuando se practica no sean siempre satisfactorios.

Para hacer la lactancia artificial es imprescindible tener unos conocimientos
básicos relativos al manejo de los animales, dispositivos y circunstancias que
en ella intervienen y que son comunes para todos los métodos:

      1. Separación de los cabritos de sus madres:

        Los cabritos deben separarse de sus madres en las tres primeras horas
        de su vida para evitar que tomen querencia, rechacen la lactancia artificial y
        se provoque una alteración emocional a las madres, pues está comprobado que los
        cabritos que han mamado de sus madres por espacio de varios días, luego es muy difícil
        enseñarles a beber en cubo o con biberón.

      2.  Métodos de distribución de la leche artificial : Tres son los tipos de dispositivos que se pueden emplear:

        • Recipientes de fabricación casera.

          Están constituidos por cubos u otros recipientes, generalmente de materia
          plástica, provistos de tetinas. También pueden ser utilizados recipientes
          individuales de poco
          fondo desprovistos de tetinas; en este caso es necesario
          un aprendizaje para enseñar al cabrito a beber; para. simplificar el trabajo
          hay ganaderos que sustituyen los recipientes individuales por una canaleta
          corrida donde se distribuye la leche.

          Estos distribuidores son muy económicos de coste, pero tienen el inconveniente
          de que necesitan bastante mano de obra y, además, existe bastante riesgo de
          contaminación de la leche.

        • Máquinas semiautomáticas.

          Son recipientes provistos de un termostato y un agitador para mantener
          constantes la temperatura y homogeneidad de la leche. Las tetinas suelen ir
          colocadas en la parte baja del recipiente y pueden llevar válvulas que impidan
          la salida de leche cuando el cabrito deja de chupar.

          No obstante, aunque con este tipo de máquina la leche se conserva en
          mejor estado sanitario, la mano de obra necesaria sigue siendo importante, pues
          debido a la capacidad limitada del recipiente hay que llenarlo con frecuencia.

        • Máquinas automáticasSe puede decir que son verdaderas nodrizas automáticas, que preparan
          la leche a medida que la van consumiendo los animales, a la concentración y
          temperatura prefijada a voluntad, según las necesidades.Estas máquinas van conectadas directamente a la red
          de agua y disponen de una tolva para la leche en polvo, un vaso mezclador,
          agitadores, resistencia eléctrica y depósito de agua. Completan la máquina los
          órganos de control y regulación automática, por lo que la mano de obra queda
          reducida al mínimo.
      3. Edad y peso de destete: (BASCULA PARA CABRITOS)

  1. La alimentación a base de leche natural o con reemplazantes de la
    leche siempre es mucho más cara que la alimentación después del destete a base de alimentos sólidos, siendo, por tanto, preferible destetar los
    cabritos lo más precozmente posible.Está comprobado que con un manejo de medio a alto nivel, se puede destetar a los cabritos a los 35-42 días de edad sin graves consecuencias, pues el ligero retraso de crecimiento que a veces se presenta en el momento del
    destete, es pasajero, y más tarde se recupera rápidamente.También hay que señalar la importancia que tiene el peso de los animales en el destete, realizándose satisfactoriamente éste cuando los animales alcanzan de 8,5 a 10 kg. Los destetes con pesos inferiores a éstos, motivan un claro retraso en el crecimiento del animal del que no se
    suele recobrar, lo cual limita la práctica del destete muy precoz. Este sistema
    de manejo no es aconsejable
    para los cabritos destinados a carne y que se sacrifiquen con pesos vivos
    superiores, ya que proporciona una tipología poco musculosa y por lo tanto
    de bajo rendimiento en carne.

Fotos y artículo basados en Manual sobre cabras
del MAPA

COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y ACTIVIDADES DE CABRAS EN PASTOREO SOBRE CAMPO NATURAL

INTRODUCCIÓN

La producción de cabras en el Uruguay es una actividad restringida en términos del número de animales, así como de productores dedicados a la especie. En la última década algunas instituciones como el INIA y el Centro Cooperativista del Uruguay prestaron interés a esta especie como alternativa para pequeños productores lecheros.

La cabra es considerada por Hoffmann (1988) como consumidor intermedio en la clasificación de herbívoros que propone, aunque es capaz de adaptarse a otros ambientes pudiendo actuar como selector de concentrados o consumidor de forrajes de baja calidad, lo cual lleva a ser definida por Morand y Sauvant (1984) como consumidor adaptativa con selectividad media a alta relacionado en parte a las características anatómicas de su boca que muestra una amplia movilidad de sus labios y lengua prehensil permiten que esta especie presente una alta capacidad de selección.

La cabra posee una capacidad mayor que otros rumiantes domésticos en el número de especies vegetales que es capaz de seleccionar en el ecosistema que utiliza, manifestando un alto grado de preferencia por el ramoneo de especies arbustivas y arbóreas, disponiendo de la capacidad de adaptar posiciones bípedas que permiten alcanzar estratos de hasta 2 metros de altura. Por otra parte, no manifiestan un rechazo marcado por los sabores amargos que son comunes en leguminosas arbustivas por la presencia de taninos.

Las características nutricionales propias de su comportamiento alimentario de las cabras ha determinado la dificultad de proporcionar una dieta con los nutrientes necesarios y que sea apetecible por parte de los animales para mantener una buena condición fisiológica y lograr niveles aceptables de producción.

En tal sentido es la intención de este trabajo identificar y caracterizar aquellos aspectos del comportamiento de las cabras bajo condiciones de pastoreo sobre especies nativas con diferentes contribuciones de pasturas, arbustivas y arbóreas. Y en segunda instancia, se pretende definir algunos modos y rutinas del comportamiento en pastoreo de los animales en el transcurso del día.

1. Resumen

Las características nutricionales propias del comportamiento alimentario de las cabras ha determinado la dificultad de proporcionar una dieta con los nutrientes necesarios y apetecible por parte de los animales para mantener una buena condición fisiológica y lograr niveles aceptables de producción. El propósito de este trabajo fue identificar y caracterizar aquellos aspectos del comportamiento de las cabras bajo condiciones de pastoreo sobre especies nativas con diferentes contribuciones de pasturas, arbustivas y arbóreas ; y en segunda instancia, definir algunos modos y rutinas diarias del comportamiento de los animales en pastoreo.

El trabajo de campo se llevó a cabo desde el 28 de Abril hasta el 12 de Junio de 1997 en el INIA “Las Brujas” (Canelones, Uruguay) donde se excluyó 3 zonas con diferente densidad comunidades arbóreas en las que predomina el espinillo (Acacia caven) determinándose cantidad, calidad y especies presentes. Los muestreos en las zonas de exclusión se realizaron sobre 3 cabras estableciéndose las especies consumidas y calidad de lo ingerido. Por otra parte, se estimó la duración de las actividades de ingestión de alimento (pastoreo y ramoneo), rumia, caminar, ocio y beber agua. A nivel de potrero se utilizó un hato de 70 cabras hembras Anglo Nubia, Saanen y cruzas, estableciéndose la duración de las actividades anteriormente mencionadas al mismo tiempo que se determinaron los movimientos del hato en las distintas zonas del potrero durante el día.

El estudio permitió inferir que las cabras tienen preferencia por aquellas especies que realizan altas contribuciones y se encuentran con alta frecuencia en el tapiz. Las gramíneas cespitosas (Stipa spp. y Piptochaetium spp.), arbustivas (Compuestas y Umbelliferas) y arbóreas (Acacia caven, Scutia buxifolia, y Celtis spinosa) son claramente seleccionadas aun con bajos niveles de disponibilidad, lo cual indicaría que existe una importante selección en las especies que tienen el mayor aporte de fracción hoja en el estrato medio y alto del tapiz.

El tiempo dedicado por las cabras al ramoneo disminuiría en caso de que la disponibilidad de especies del estrato alto decreciera, lo cual determinaría al mismo tiempo un incremento del pastoreo en el estrato bajo del tapiz. El aumento del pastoreo dependería de la disponibilidad relativa del forraje del estrato bajo y alto en el total de la vegetación. Por otra parte, la rumia estaría inversamente relacionada con la ingestión de alimento. El período de ingestión de alimento de la mañana tiene una prevalencia del ramoneo en árboles antes que el pastoreo en el estrato bajo y medio. La preferencia del ramoneo en la mañana disminuye a medida que baja la disponibilidad de especies arbóreas.

En las actividades desarrolladas por los animales la ingestión de alimento es la actividad principal (entre 58,1 y 92,2%), estando la diferencia de los tiempos utilizados en los distintos tipos de vegetación asociada con el grado de homogeneidad de la pastura en términos de calidad y al tipo de especies que la componen.

Bajo condiciones de pasturas nativas, la presencia de una vegetación variada en términos de especies disponibles principalmente en los estratos medios y altos pueden mejorar substancialmente la calidad del forraje seleccionado por las cabras durante la ingesta de alimento. En base a lo señalado se puede suponer que el caprino es un animal mas adaptado a condiciones de vegetación cambiante donde pueden desarrollar sus mejores capacidades para lograr una dieta de mayor valor nutricional. Aparentemente en vegetaciones homogéneas el animal no demuestra poder tener ventajas respecto a otros rumiantes domésticos principalmente cuando la alimentación esta basada en especies del estrato bajo.

Egresada de la Facultad de Agronomía de la República Oriental del Uruguay en 1998 con el título de Ingeniera Agrónoma especializada en Agricultura y lechería con una profundización en el área de lechería vacuna y caprina.

En 1998 realizó una profundización en el tema del “Comportamiento Alimentario y Actividades de Cabras sobre Campo Natural” (ademas de otros trabajos de investigación) apoyado este estudio por la Facultad de Agronomía de la República y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA). Dentro de este marco la autora pone a disposición de Capra lo más concluyente de esa investigación.

Para consultas sobre el tema dirigirse a:e.mail: LPerez500@hotmail.com

Uso de excretas de animales en alimentación

Resumen

Algunos países latinoamericanos no utilizan las excretas animales para
alimentar rumiantes. Se llevó a cabo un estudio con el objetivo de estudiar la
factibilidad de alimentar ovinos Pelibuey durante la finalización de su engorda
con niveles elevados en la dieta de cerdaza y pollinaza, midiendo el impacto
sobre su productividad, estado de salud, composición corporal y la presencia de
Cu en el hígado. Se utilizaron 15 borregos con una edad de 22 meses y un peso
inicial de 20.7 kg. Los animales permanecieron durante 31 días consumiendo una
alimentación basándose en cerdaza y 28 días la alimentación se basó en
suministro de pollinaza. Después de su sacrificio, se pesaron las vísceras y
la grasa perirenal. La canal izquierda, fue subdividida en las siguientes
regiones: cuello, tórax, abdomen, brazo y pierna. Se disecó cada parte en
tejido blandos y hueso. La ganancia de peso (0.155 kg), el rendimiento en canal
(41.8 %), la proporción de cada uno de los cortes y la relación entre tejido
blando y hueso obtenidos, se consideran apropiados. La concentración de cobre
en hígado se encontró dentro de los rangos normales. No se registró ningún
tipo de padecimiento patológico en los animales durante la prueba. Se concluye
que, en las condiciones de este experiencia, es
factible utilizar cerdaza y pollinaza en la alimentación de borregos Pelibuey
sin afectar negativamente su productividad y manteniendo su estado de salud.

Introducción

En climas tropicales en regiones donde existe
producción avícola y de cerdos, se presenta la oportunidad de usar las
excretas de estos animales como una alternativa para la alimentación de
rumiantes.

Entre las excretas avícolas, la más importante
es la pollinaza; es el material resultante de la combinación del excremento
producido por los pollos en engorda, junto con la cama que se utiliza para
aislarlos del piso. Actualmente es utilizada ampliamente en México para
alimentar ganado bovino, sobre todo en la Península de Yucatán. En cambio en
algunos países latinoamericanos, entre ellos Venezuela, este recurso es poco
utilizado (Rodríguez et al 1987).

La excreta de los cerdos (cerdaza) es el resultado del siguiente proceso: las
excretas, orina y residuos de alimentos de las granjas son canalizados, con
agua, a una fosa. De allí se extrae la suspensión para pasarla a través de
una malla de acero inoxidable; el efluente se desecha a una laguna y el residuo
sólido se separa y exprime mediante la presión con tornillo sinfín.

El valor nutricional de estas dos excretas ha sido ampliamente documentado.

La pollinaza tradicionalmente ha sido utilizada como suplemento proteínico para
rumiantes (Harmon et al 1974; Fontenot et al 1975). No obstante, también es
rica en fósforo (aproximadamente 1.8%), además de calcio (3%) y otros
minerales (Moguel et al 1990b; Aguiar et al 1987). Se ha reportado que la
disponibilidad del fósforo de la pollinaza es buena (Moguel et al 1990a) ya que
se encuentra primordialmente en forma de ortofosfatos (Barnet 1994), por lo que
su empleo como fuente mineral es recomendable.

La cerdaza también es una fuente reconocida de proteína y minerales (Guerrero
y Cuarón 1987; Flachowsky y Henning 1990;  Duarte et al 1990).

Ambas excretas tienen además la ventaja de que se dispone de ellas a lo largo
de todo el año.

 

La presencia de residuos indeseables en las excretas es mínima. Se ha
encontrado que el contenido de drogas, pesticidas y aditivos alimenticios,
presentes en la pollinaza es muy reducido como para provocar un problema a los
animales que la consumen o para favorecer el contenido de residuos en sus
tejidos (Webb y Fontenot 1975; Brugman et al 1967). En forma comparativa, se
considera que insumos como el maíz puede tener mas cantidad de pesticidas que
la pollinaza, ya que estas substancias son utilizadas para la conservación en
bodega de los granos.

Sin embargo, es importante recalcar que existen
ciertos riesgos por el empleo de ambas excretas. El más importante es el
peligro sanitario para algunas especies animales y para el mismo hombre; ya que
es natural que las excretas contengan una cantidad elevada de bacterias y
hongos. Entre los animales, el mayor riesgo es para las propias aves, ya que la
pollinaza puede diseminar coccidiosis u otras enfermedades muy importantes, como
la influenza aviar. En el hombre ocasionan irritación de nariz, garganta, ojos
y problemas respiratorios, además de otras afecciones. Por lo tanto, se deben
tener precauciones para evitar estos riesgos. Esta elevada presencia de
microorganismos en las excretas no se considera en cambio como un peligro para
la salud de los rumiantes que la consume; ya que las condiciones de la
fermentación que prevalecen en el rumen resultan ser adversas para al
supervivencia de los microorganismos.

Otro peligro potencial del uso de excretas, es que presentan combustión espontánea
cuando son almacenadas en bodegas. Un elevado contenido de humedad (mas de un
15%) puede propiciar que se incendien durante el almacenaje, representando un
peligro y una pérdida económica para la explotación. Para evitar esta situación,
las excretas húmedas debe utilizarse con prontitud, o bien, debe ponerse a
secar al sol o en deshidratadores especiales.

Finalmente también representa un riesgo que las
excretas contengan un importante nivel de cobre (Cu). Si bien este mineral es
necesario para los rumiantes, en exceso puede ser tóxico. En promedio la
pollinaza de Yucatán contiene aproximadamente 150 ppm de Cu (Moguel et al
1990b) valor que coincide por lo reportado por otros autores (Fontenot y Webb
1974). En cuanto a la cerdaza este contenido es mayor, oscilando entre 300 y 700
ppm (Flachowsky y Henning 1990). Los ovinos son más susceptibles a intoxicarse
por un exceso de cobre en la dieta (NRC 1985), en comparación con los bovinos
ya que su nivel máximo de tolerancia es de 25 ppm de Cu en la dieta y en cambio
los bovinos toleran hasta 100 ppm (NRC 1996). Cuando se presenta un exceso de
cobre alimentario se almacena en el hígado. En un momento de estrés, es
liberado produciendo un estado de ictericia y debilidad. La orina adquiere un
tono café, debido a la hemoglobina liberada por la destrucción de los
eritrocitos. La muerte sobreviene de 1 a 4 días después de haberse presentado
los primeros signos (Blood et al 1987).

Con base en lo anterior, el objetivo del presente
trabajo fue de estudiar la factibilidad de alimentar ovinos Pelibuey durante la
finalización de su engorda con niveles elevados de cerdaza y pollinaza,
midiendo el impacto sobre su estado de salud, su composición corporal y la
presencia de Cu en el hígado.

Materiales y Métodos

Se utilizaron 15 borregos de raza Pelibuey con
una edad promedio de 22 meses y un peso inicial de 20.7 kg. Los animales
permanecieron instalados en jaulas individuales durante todo el experimento, el
cual tuvo una duración de 59 días.  Se utilizaron dietas balanceadas
elaboradas con cerdaza y pollinaza. La composición de las dietas se presenta en
la Tabla 1.

Tabla 1: Composición
de las dietas utilizadas para alimentar borregos Pelibuey

sometidos durante 59 días a una alimentación con excreta animal
(cerdaza y pollinaza).
(% base seca)Ingrediente

Dieta con
cerdaza
Dieta con
pollinaza
Cerdaza28.2-Pollinaza-38.0Maíz-24.1Sorgo21.7-Heno de pasto22.7-Olote de maíz-10.0Salvado de trigo-9.6Pasta de soya6.39.2Melaza de caña16.97.5Ácido grasos3.2-Carbonato de calcio-0.7Sal común1.00.6Premezcla Vit. A,D,E  0.03  0.05

 

Las excretas, fueron analizadas para conocer su
contenido en materia seca y valor nutricional empleando métodos de análisis
convencionales (Tejada 1992) (Tabla 2).

Tabla
2:
Análisis quimica de las excretas (en % base seca)
Dieta con
cerdaza
Dieta con
pollinaza
Materia seca, % 73.5 92.0
Proteina cruda, % 27.6 16.0
Materia mineral, %  12.6 15.1

Calcio, %

2.54

2.90

Fósforo, %

1.69

1.81

Cobre (en ppm)
274
214

 

. Las dietas también fueron analizadas (Tabla
3).

Tabla 3. Valor
nutricional de las dietas utilizadas ( base seca)

Nutrimento

Dieta con Cerdaza Dieta con Pollinaza

Materia seca (%)

81.5 89.1

Proteína cruda (%)

13.2

15.0

Energía Metabolizable (Mcal/kg)(Calculado)

2.39 2.53

Fibra cruda (%)

12.9 10.0

Calcio (%)

1.2 1.4

Fósforo (%)

0.8 0.9

Cobre (ppm)

74.0 87.0

 

La dieta con cerdaza fue suministrada durante los
primeros 31 días, los 28 restantes se les administró a los animales la dieta
basada en pollinaza.
Los animales se pesaron al inicio y al final del experimento. Al finalizar
se sacrificaron por degüello; se cortó la cabeza, las patas, se despojaron de
la piel y vísceras, quedando la canal. Se procedió a pesar el hígado. Se
extrajo el contenido digestivo pesando el tracto digestivo antes y después de
vaciarse. La canal se dividió en dos longitudinalmente. La fracción izquierda
de la canal se dividió en cuello, tórax, abdomen, brazo y pierna; se separó
cada una de estas partes en tejidos blandos (principalmente músculo, además de
tejidos conectivo y conjuntivo) y hueso.
Se tomó una muestra de hígado de todos los animales la cual sirvió para
cuantificar el contenido en Cu mediante el método espectrofotométrico (Tejada
1992).

Las variables obtenidas fueron analizadas para
conocer el promedio y la desviación estándar. Finalmente se llevó a cabo un
análisis de regresión (Snedecor y Cochran 1990) entre el peso al sacrificio,
la cantidad de tejido blando y la cantidad de grasa perirenal de la canal
izquierda.

Resultados y Discusión

Durante el período de mediciones los animales tuvieron una ganancia diaria
de peso promedio de 0.155 kg la cual se considera apropiada al relacionar el
consumo de energía de estos animales con sus necesidades (Solis et al 1991). No
se registró ningún tipo de padecimiento patológico en los animales durante la
prueba.

La composición proximal de las excretas utilizadas (Tabla 2) se consideró
dentro de los parámetros normales para este tipo de materiales. En contenido de
cobre de la cerdaza (274 ppm) fue elevado en comparación con lo reportado por
otros autores (Flachowsky y Henning 1990), lo mismo que el contenido de cobre de
la pollinaza (214 ppm) (Moguel et al 1990b).

Los resultados de la composición corporal de los
animales se encuentran en la Tabla 4.

Tabla
4.
Composición
corporal de borregos Pelibuey sometidos durante 59 días a una
alimentación con excreta animal (cerdaza y pollinaza) n=15

<P Variable

Media,
kg 

Desviacion estandar

Peso
al sacrificio

 

29.9

3.15

Peso de la canal caliente

 

12.5

1.88

Peso
vivo vacío (n=9)a

 

23.9

2.4

Rendimiento
comercial, %b

41.8

2.6

Rendimiento
verdadero, %c

49.7

2.7

Tracto
digestivo lleno

 

7.42

0.21

Tracto
digestivo vacío

 

2.50

0.45

Grasa
Perirenal

 

0.279

 

0.109

Hígado

 

0.528

 

0.107

Riñón

 

0.086

 

0.015

Cabeza

 

1.97

0.15

Piel

 

2.41

0.36

a Calculado restando al peso
vivo, el contenido del tracto digestivo.

b Estimado dividiendo el peso de la canal entre el peso
vivo x 100

c Estimado dividiendo el peso de la canal entre el peso
vivo vacío x 100

 

El rendimiento comercial y el verdadero de
animales fueron mayores a los informados para ovinos de raza Blackbelly (Cantón
et al 1992) y a los encontrados en borregas Pelibuey (Martínez et al 1987)
alimentados con dietas convencionales. La causa de esta situación puede deberse
primeramente a que la raza Blackbelly es más longilinea y con poca capacidad cárnica;
en el caso de las borregas, también son más longilineas y magras que los
machos. En cambio el rendimiento encontrado en este trabajo fue inferior la
compararse con los obtenidos con machos castrados (Martínez et al 1990, García
et al 1998), o con animales cruzados de Pelibuey con Blackbelly (Cantón et al
1992).

El contenido de grasa perirenal es un reflejo de
grado de engrasamiento general de los animales. Expresándolo en porcentaje del
peso, en este estudio se encontró un 0.93% (Tabla 4), el cual es inferior al
informado para machos castrados de la misma raza (Martínez et al 1990, García
et al 1998). Esto se debe a que la castración de los animales induce al mejor
terminado de sus canales.

Tabla
5.
Rendimiento de los cortes de la canal izquierda de borregos
Pelibuey alimentados durante 59 días con excreta animal (cerdaza y
pollinaza) n=15

Variable

 

kg
(media)

 

Desviacion
estandar

 

%

 

Canal
izquierda completa

 

 

7.46

1.06

 

100

 

Pierna

 


2.15  

 

0.281

 

29.0

Tórax

 


1.9  

 

0.220

 

25.7

Brazo

 


1.37  

 

0.253

 

17.6

Abdomen

 


0.778  

 

0.177

 

10.4

Cuello

 

1.27

0.219

 

16.2

 

 

El peso de hígado fue de 0.528 ± 0.108 kg
(Tabla 4), el cual representó el 1.76% del peso vivo. Este valor porcentual es
inferior al reportado por otros autores que utilizaron niveles muy elevados de
Cu en la dieta utilizando pollinaza (Cantón et al 1994), o cerdaza (Webb y
Fontenot 1975). El contenido promedio de Cu encontrado en el hígado de los
animales fue de 152 ± 44 ppm, el cual se encuentra dentro del rango considerado
como normal que oscila entre 100 y 300 ppm (Fick et al 1979). Estos datos
indican que la salud de los animales no se vio amenazada por la presencia de
este mineral en las deyecciones que consumieron.

En la Tabla 5 se destaca que los cortes de la
canal izquierda con mayores pesos son la pierna y el tórax, resultado semejante
a los informados con ovinos de pelo alimentados con dietas convencionales (Martínez
et al 1987).

La Tabla 6 muestra el rendimiento en tejidos
blandos y hueso de la canal izquierda.

Tabla
6.
Rendimiento de tejido blando y hueso en la canal izquierda de
borregos Pelibuey alimentados durante 59 días con excreta animal
(cerdaza y pollinaza) n=15
Tejidos
blandos (músculo,

conectivo y conjuntivo
)

 Hueso

 Media,
kg
Desviacion
estandar

%

 

Media,
kg

Desviacion
estandar

 

%

 

Pierna

 

1.52

0.217

 

31.7

 

0.628

 

0.091

 

24.2

 

Brazo

 


1.02

 

0.175

 

21.3

 

0.294

 

0.030

 

11.3

 

Tórax

 


0.885

 

0.229

 

18.4

 

1.020 

0.158

 

39.4

 

Cuello

 


0.821

 

0.179

 

17.1

 

0.420

 

0.099

 

16.2

 

Abdomen

 


0.546

 

0.133

 

11.5

 

0.220

 

0.040

 

8.5

 

Total

 

4.80

 

0.803

 

100

 

2.59

0.330

 

100

 

 

 

La mayor cantidad de tejido blando se concentró en la pierna, siendo el tórax
el que acumuló la mayor cantidad de hueso. La proporción total de estos dos
tejidos en la media canal fue de 64.3% de tejido bando y 34.7 % de tejido óseo.
Este resultado refleja una menor calidad de estas canales comparadas con las
obtenidas con machos castrados que alcanzaron un 72.9% y 23.7% respectivamente
(García et al 1998). Sin embargo son mejores que los logrados al utilizar
hembras Pelibuey (Martínez et al 1987). Esta divergencia en la comparación de
resultados se debe a la influencia del sexo y la raza sobre el rendimiento y
composición de la canal.

Se estableció una regresión lineal y
significativa entre el peso al sacrificio y la cantidad de tejido blando. Por
cada 100 g de incremento en el peso al sacrificio se incrementó 20.7 g el
contenido en tejido blando (P<.01) (Ecuación 1). La regresión establecida
entre el peso al sacrificio y la cantidad de grasa perirenal, fue cuadrática
(P<.01) (Ecuación 2). Estos resultados indicaron que los animales no habían
llegado a su máximo desarrollo corporal y hubieran podido sacrificarse a pesos
superiores, logrando mejores rendimientos en tejidos blandos y mejor calidad en
la canal debido a un mayor engrasamiento.

Ecuación 1.

 

Y= -1410.9 + 0.207 x
(r2=
0.67)

Y= Total de tejidos blandos en la canal
izquierda, en Kg

x= Peso al sacrificio, en kg

Ecuación 2.

 

Y= -5191 – 0.35 x + 0.000006 x2
(r2= 0.35)

Y= Total de grasa perirenal en la canal izquierda, en Kg

x= Peso al sacrificio, en kg

x2 = Peso al sacrificio al cuadrado,
en kg

Conclusiones

Los resultados obtenidos permiten concluir que
borregos Pelibuey alimentados durante cincuenta y nueve días con niveles
elevados de cerdaza y pollinaza, lograron una velocidad de crecimiento y
composición corporal similar a los rangos citados por la bibliografía, además
de que estas excretas no representaron, en las condiciones de este experiencia,
un riesgo sanitario para los animales. Es por ello que es recomendable su
utilización, ya que son un recurso valorable.

Agradecimientos

Este trabajo fue parcialmente financiado por la Fundación Yucatán Produce A.C.
mediante el proyecto de investigación “Evaluación del Efecto del
Deshidratado Sobre el Valor Nutricional de la Pollinaza y la Presencia de
Microorganismos Patógenos” registro Preci 1801 y por el Consejo Nacional de
Ciencia y Tecnología mediante el proyecto de investigación “Reciclaje del
estiércol fresco de cerdo en la alimentación de rumiantes” clave 4005P-B960

Emperatriz C Padilla Goyo, Arturo F
Castellanos Ruelas*,

Javier G Cantón Castillo** y Yolanda B Moguel Ordoñez**

Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado.
Núcleo Obelisco.

Decanato de Ciencias Veterinarias. Barquisimeto, Lara. Venezuela.

*Facultad de Ingeniería Química. Universidad Autónoma de Yucatán.

Av. Juarez 421. Ciudad Industrial. C.P. 97288. Mérida, Yuc. México.

cruelas@tunku.uady.mx

**Campo Experimental Mocochá. Centro de Investigación Regional de la Península
de Yucatán. Instituto Nacional de Investigaciones Forestales y Agropecuarias.
Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural. Apartado postal 100-D Mérida,
Yucatán. C.P. 97000

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