Leche de cabra en Nueva Zelanda

Nueva Zelanda es un país joven que se pobló de emigrantes mayoritariamente ingleses en el siglo XVIII, estos colonos y los ejércitos que se trasladaron allí llevaron cabras como fuente de alimento en sus barcos por ser animales de pequeño tamaño y muy adaptables a cualquier condición de vida. Es bien sabido que no existían caprinos antes de su introducción colonial en este país, pero como ha sucedido con muchas especies, las condiciones de vida que encontraron al llegar les resultaron muy favorables, siendo un éxito completo su adaptación.

Desde entonces ha pasado mucho tiempo y la explotación caprina lechera en Nueva Zelanda ha evolucionado de manera sorprendente convirtiéndose en un punto de referencia mundial en cuanto a la industria láctea, cárnica y de fibra se refiere.

Los países Europeos con una tradición milenaria en la explotación caprina han considerado siempre a la cabra como una alternativa menor de cara a la industrialización de sus productos, y salvo la excepción de Francia y hace pocos años Holanda, ningún país ha creado un verdadero tejido industrial, gubernamental y científico que apoyase la producción de caprinos en ninguna de sus vertientes.

Características de la explotación caprina en Nueva Zelanda

Nueva Zelanda tomó la tradición inglesa de las cabras de backyard ( cabras que se crían en el jardín de casa con unos índices de producción altísimos y unos estándares raciales muy estrictos evaluados continuamente en shows ) y la conjugó con la estructura ya formada del vacuno de leche, y creció en cantidad y calidad hasta convertirse hoy en día en uno de los proveedores de animales de raza para todo el mundo y ser el único país que exporta leche defoto saanen cabra tanto líquida como en polvo a los países orientales con unas ganancias muy jugosas.

La raza más explotada es la Saanen con un censo que alcanza un 85% de los efectivos, ya que es la que produce una leche más adaptada para ser consumida en líquido. Sus animales son de los más productivos del mundo siendo este un país de reconocido prestigio genético es lo que a esta raza se refiere.

Su producción de marcada estacionalidad se extiende de Agosto a Mayo siendo este ciclo totalmente opuesto al que se registra en Europa pero la mayor parte de la leche se transforma en polvo, garantizando así una continuidad en el mercado. Los estándares de producción, procesamiento y empaquetado están sujetos a unas estrictas normas de seguridad auditadas continuamente por el Ministerio de Agricultura y Ganadería, permitiendo garantizar unos niveles de calidad muy elevados.

Su apuesta de expansión no se centró en los productos que entraban en competencia directa con los quesos franceses ya establecidos en la mayor parte de los países orientales debido a la influencia de los grandes chef de hoteles y restaurantes, educados o procedentes del país galo; si no en el nicho de población que no tolera la leche foto saanen de vaca por múltiple razones muchas de las cuales todavía no se conocen.

El gobierno apoyó esta iniciativa y gracias a su inestimable ayuda se dio el visto bueno para sacar al mercado la primera leche maternizada basada en leche cabra en el año 1988. Este producto requiere unos controles de calidad muy estrictos desde su producción hasta su venta para lo cual se creó una cooperativa de ganaderos que fueron los más importantes responsables del éxito de una idea nacida de una necesidad de cubrir un mercado desatendido y dispuesto a absorber un producto al cual se le exigía sobre todo calidad y algo muy importante y difícil de conseguir en el ganado caprino : la continuidad.

El desarrollo del negocio de la leche de cabra cómo alimento infantil

Bajo estas premisas de producción, Nueva Zelanda produce leche de cabra en polvo para alimentación infantil que se exporta principalmente hacia el mercado asiático donde se le concede un valor curativo y se consume tanto en polvo como en forma de tabletas mezclado con diferentes tipos de hierbas. En Australia esta leche en polvo procedente de Nueva Zelanda se vende a 7 Euros el Kilo en saco de 25 Kg.

El 99 % de la leche producida en Nueva Zelanda se destina a la exportación hacia Australia, Sudáfrica, Europa y Asia. Como curiosidad conviene señalar que existe una empresa en Aucklan que procesa helados a base de leche de cabra para consumo en el país.

La cooperativa New Zealand’s Dairy Goat Co-operative (DGC) es la más grande del mundo dedicada a la elaboración de leche infantil basada en leche de cabra, sus datos de exportación han aumentado desde los 3,5 millones de Euros en el año 1995 a los 18,5 millones de Euros en el año 2000. Casi toda la leche producida dentro de la cooperativa se exporta, mayoritariamente a Taiwán (las exportaciones a este país en el año 1999 alanzaron la cifra de 4.162.000 Euros), seguida de Australia y en menor medida a Europa. En estas localizaciones han saturado ya el mercado de las leches infantiles, ahora se está dedicando a la apertura de nuevos mercados para continuar su crecimiento a largo plazo.

El éxito de este proyecto se pueden resumir en:

Adaptabilidad: cuando se creó la cooperativa en 1984, vendía la leche empaquetada en sacos de 25 Kg que entraba en competencia directa con la de vaca. Tomaron la decisión de reducir el tamaño y cambiar en envase pasando a latas de 400 gr. con mayor valor añadido.

Focalización en el mercado de las madres que no pueden dar de mamar a sus hijos y estos tienen alergia a la leche de vaca, segmento de mercado dispuesto a pagar un alto precio en beneficio de los niños.

Ayuda de la industria láctea del país para el aprovechamiento de las plantas empaquetadoras y procesadoras existentes

Promoción del producto por vía de los médicos y farmacéuticos ya que se prohíbe hacer publicidad de las leches maternizadas a los consumidores directamente.

Beneficio de la imagen verde y limpia que posee Nueva Zelanda fuera de sus fronteras, reforzada por lo últimos episodios ocurridos en Europa y ligados a las dioxinas, vacas locas, fiebre aftosa, etc.

Para la diversificación de los productos están trabajando en la elaboración de tabletas por medio del acuerdo con la empresa PSM Healthcare para la producción de 16 millones de tabletas de leche de cabra al año para el mercado oriental. Esta decisión se ha tomado en base a las campañas realizadas en Asia por parte de las multinacionales relacionadas con los productos lácteos vacunos para concienciar a la población de las necesidades de consumir cantidades mayores Calcio, ya que al parecer sus dietas son deficitarias en este mineral. Esta circunstancia se aprovecha para la introducción de productos homólogos a base de leche de cabra en el mercado.

El futuro de la leche de cabra de Nueva Zelanda

Tanto el gobierno como los integrantes de la cooperativa New Zealand’s Dairy Goat Co-operative (DGC) están apostando por la educación de los consumidores. Se están realizando grandes esfuerzos por medio de campañas de promoción y explicación en aquellos países donde no existe si quiera tradición de consumo de lácteos además de hacer prevalecer su imagen de país al margen de los avatares sanitarios que azotan a Europa (principal competidor suyo para ganar los nuevos mercados orientales) y que además conoce bien los entresijos de las relaciones comerciales exteriores en zonas donde no resulta fácil introducirse debido a su ya larga y fructífera experiencia exportadora de otras muchas materias primas y productos elaborados.