Introducción a la medicina homeopática

La homeopatía es una ciencia muy antigua que trata la curación de los organismos enfermos por medio de la estimulación de sus propias defensas orgánicas contra los causantes de su mal. Se administran elementos a muy baja concentración (infinitesimal) que en condiciones normales producirían al individuo sano los mismos síntomas que le está produciendo su enfermedad. Es muy parecida a la acción de una vacuna pero con efectos curativos, no preventivos.

Un poco de historia

Aunque el primer acercamiento del que se tuvo noticia sobre el concepto de homeopatía viene de la época hipocrática en la antigua Grecia, hasta el siglo XVIII no nació verdaderamente como ciencia médica.

El Dr. Samuel Christian Frédéric Hahnemann (1755-1843) nace a mediados del s. XVIII en Sajonia y murió en París. Estudió y ejerció la profesión médica en la época en la que se pensaba que la enfermedad estaba ligada a la cantidad de alguno de los «humores corporales» . Su espíritu inquieto y científico, se rebeló a pensar que las sangrías llevasen a la curación del enfermo. Se practicaban sangrías hasta que ya no fluía más sangre, acompañado además esta práctica con la aplicación de purgantes y eméticos, que llegaban a dejar al individuo completamente deshidratado. El uso de venenos como el Mercurio y el Arsénico, tan de uso común entonces, intoxicaban a los pacientes con alto riesgo para su vida.

Hahnemann, era un hombre con una mente privilegiada, era médico, químico y farmacéutico, además hablaba 5 idiomas; y con este bagaje científico cuestionó todos los principios de la medicina contemporánea, creando una corriente de profesionales que se oponían a las prácticas médicas convencionales, tal fue su oposición que abandonó el ejercicio de la medicina y trabajó como químico y traductor de textos científicos, y fue esta actividad la que precisamente le llevó al desarrollo del comienzo de la ciencia homeopática.

¿Cómo comenzó Hahnemann la ciencia homeopática?

Trabajando como químico y traductor de libros científicos, tuvo contacto con un texto de la época donde se discutía el uso de la corteza de chinchona (quinina) para el tratamiento de la malaria. El autor insistía que era el sabor marcadamente amargo de la quinina lo que ayudaba en el tratamiento. El Dr. Samuel, siempre escéptico, demostró que con substancias incluso más amargas no se obtenían resultados, además que la ingestión de quinina en individuos sanos reproducía los mismos síntomas que sufrían los enfermos de malaria. Por lo tanto estableció su primer tratamiento homeopático: si la quinina es capaz de curar la malaria era porque si es administrada a individuos sanos era capaz de reproducir los mismos síntomas.

Después de este primer paso, fue testando compuestos y anotando sus efectos en organismos sanos, para después aplicarlos a los enfermos que presentaban esta sintomatología, logrando su curación. En su carrera profesional llegó hasta los 100 elementos. Sus discípulos continuaron este trabajo y se testaron más de 2000 substancias que se recogieron en la llamada Materia Medica; además sus cada vez mas seguidores llevaron esta nueva ciencia médica a todo el mundo donde ha ido encontrando cada vez más adeptos.

La importancia de la homeopatía en nuestros días

Cada vez más son los países que introducen de manera obligatoria en sus currículos universitarios de ciencias de la salud, el estudio de al menos un curso de homeopatía. Esta decisión es muy importante ya que la medicina alopática o medicina convencional, se puede ver muy beneficiada por el uso de la homeopatía, en los tratamientos, tanto en su uso como complemento, como en su uso como tratamiento exclusivo. Sería un gran avance para la sanidad, si ningún profesional cerrase la puerta a la homeopatía, ya que habría un espectro mucho más amplio de posibilidades de ayudar a la curación utilizando unos métodos completamente inocuos para el organismo al se que se le da la oportunidad de curarse por sí mismo.

Las bases de la homeopatía

La homoepatía es sinónimo de identificación. Esta ciencia basada en la experimentación de los síntomas que causan diferentes materiales sobre organismos sanos, se le ha buscado una explicación científica que sea convincente, lo cual no resulta fácil si se piensa con la mentalidad médica oriental, o alopática, pero que si se expresa desde el punto de vista filosófico se puede comprender con cierta facilidad.

Mi opinión personal sobre el mecanismo de actuación es el siguiente:

El organismo vivo cuenta con un sistema de seguridad complejo como lo tendría cualquier país: policía local, policía nacional, ejército, servicios de inteligencia, etc. Supongamos que un organismo vivo como puede suceder en cualquier país sufre una agresión como puede ser un ataque terrorista, en este caso de tipo bacteriano, ante este ataque lo primero que sucede es que saltan las primeras alarmas de urgencia que ponen en marcha los primeros mecanismos inespecíficos de defensas. El organismo comienza a luchar y quizá en unas horas haya resuelto el problema sin que el individuo se haya casi percatado, pero ¿qué sucede si esta primera situación de emergencia es insuficiente para controlar el ataque terrorista?. Los mecanismos de defensa pasan a situación de alerta y el individuo de siente enfermo, la fiebre sube, la sensación de malestar se agrava, la tos empeora, aparecen nuevos síntomas que nos conducen a la consulta de un médico para aliviarnos y es aquí donde veremos cómo actúa la medicina alopática o medicina convencional, y la medicina homeopática.

a) Medicina alopática o convencional.

El enfermo que ha sufrido un ataque» terrorista bacteriano» ,por seguir con el ejemplo, se siente enfermo porque tiene a su policía local ya desbordada, al jefe de la policía nacional al teléfono desesperado recibiendo llamadas de los diferentes puntos afectados, al ejército intentando organizarse y al servicio de inteligencia buscando en sus archivos casos anteriores de ataques parecidos para conocer al enemigo.

Ante esta situación visita a un médico convencional o alopático, pregunta los síntomas y le receta al enfermo una serie de medicamentos que en un primer caso lo que hacen es eliminar todas las alarmas que se habían disparado y en segundo término a veces le manda un antibiótico.

¿Qué sucede? Baja la fiebre, se suprime la tos, se va el dolor de cabeza, etc es como si se hubiera descolgado el teléfono del despacho del comisario y se hubieran mandado a casa a dormir los policías. Hay silencio, pero esto no significa que el ataque se haya frenado, de hecho cuando se pasa el efecto de los medicamentos a las 4, 5 , 6 u 8 horas las alarmas se disparan otra vez como al principio porque la banda terrorista no se ha eliminado, sigue golpeando. Entonces hay que volver a silenciar todas las alarmas y tomamos otra dosis. Cuando es una infección bacteriana conocida el médico además receta un antibiótico que va a eliminar a los microbios causantes de la enfermedad. Pero cuidado un antibiótico es como si ante un ataque terrorista de delincuentes que llevan una camiseta blanca se lanzasen unas bombas selectivas contra personas que llevan camisetas blancas. Pero atención, que además hay un cuerpo de policía local que reside en el intestino, garganta, fosas nasales, etc. muy importante que lleva camiseta blanca y que por lo tanto morirán también, pero a pesar de todo se decide usar las bombas rápidamente, y efectivamente se mata a los terroristas de camiseta blanca pero se deja al cuerpo de policía de camiseta blanca diezmado, ya que los bombardeos se suceden cada 8 horas durante 7 días como mínimo.

Mientras tanto el servicio de inteligencia que seguía trabajando en sus archivos dentro de los despachos, a las 48 horas después del ataque llega a la conclusión que eran terroristas de camiseta blanca, pero cuando intenta diseñar un plan el ejército le comunican que ya es demasiado tarde para montar un arresto estratégico de los malhechores porque están casi todos muertos y lo mejor es empezar a retirar los cadáveres de los buenos con camiseta blanca y de los malos, y limpiar las zonas afectadas porque hay abundante material tóxico debido a los bombardeos.

El jefe de la inteligencia se queja, ¡¡así nunca aprenderemos a defendernos y nuestras armas se están oxidando!!, el ejército se vuelve perezoso y poco entusiasta, ¡¡cada vez tenemos menos oportunidades para actuar debidamente, la próxima vez no nos moveremos!!. Este cuerpo que ha estado enfermo, ya no lo está, pero ahora debe comenzar a recuperarse contando con un sistema de defensas bajo de forma y de moral.

b)Medicina homeopática

Volvamos al principio otra vez. El enfermo que ha sufrido un ataque» terrorista bacteriano» ,por seguir con el ejemplo, el individuo tiene a su policía local ya desbordada, al jefe de la policía nacional al teléfono desesperado recibiendo llamadas de los diferentes puntos afectados, al ejército intentando organizarse y al servicio de inteligencia buscando en sus archivos casos anteriores de ataques parecidos para conocer al enemigo y diseñar una estrategia.

El individuo ante su enfermedad recurre a la consulta de un médico homeópata y este estudia los síntomas que presenta el enfermo de forma muy detallada y busca aquella sustancia que ingerida por una persona sana produce los mismos síntomas. En el caso del ataque terrorista es como si se reconociese por el tipo de agresión, al delincuente. En este caso cuando ya sabe qué sustancia emplear, esta se receta en una cantidad prácticamente inexistente o lo que se conoce como una dilución infinitesimal. Es como, si siguiendo con el ejemplo, le sacasen una o dos fotos al jefe de la banda terrorista y se la enviasen directamente al servicio de inteligencia del sistema de defensa y este no perdiese el tiempo buscando al causante y comenzase rápidamente a organizar el ataque trabajando con todas las fuerzas del orden. El proceso de eliminación de los terroristas invasores se realiza desde dentro del organismo, no desde fuera por medio de medicamentos.

Con este ejemplo se entiende porqué en homeopatía tiene una importancia vital la observación de los síntomas y la elección de la sustancia exacta y la administración de cantidades muy pequeñas, porque unas pocas buenas fotos ayudan mucho más al servicio de inteligencia que la supresión de las alarmas para ignorar que los ataques se están produciendo.

El tiempo de curación puede ser variable y la visita al médico homeópata ha de repetirse para confirmar que el organismo ha reconocido, detectado y acorralado a los terroristas y que por lo tanto la identificación y la repartición de las fotos ha sido idónea. Así según se vean las respuestas a los síntomas se puede replantear el caso, variar las dosis y/o la frecuencia para ayudar al cuerpo a vencer por sí mismo su dolencia.

Con los ejemplos anteriores se comprende porqué la medicina alopática o convencional, y la homeopática pueden convivir y se pueden ayudar, ya que cada una actúa en entornos diferentes del organismo complementándose su acción. Una en la lucha directa contra el agente causal y la otra en la supresión o mejora de los síntomas que aparecen y producen sensaciones de malestar. Es por este motivo el porqué cada vez hay más médicos alopáticos que introducen sustancias homeopáticas en sus tratamientos con amplio éxito ya que el uso de estos está libre de contraindicaciones.

En la práctica de la medicina veterinaria, la homeopatía está tomado cada vez más importancia debido a la ausencia de residuos en la carne o la leche, y la permisividad de su uso en granjas de explotación ecológica donde no se permiten el uso de los fármacos convencionales.

Si está interesado en adquirir libros sobre homeopatía veterinaria escríbanos por medio de la pestaña de contactos.