En el transcurso de los últimos años en España, gran parte de las explotaciones de ovino y caprino
lechero han incorporado el ordeño mecánico como herramienta fundamental dentro del proceso de modernización necesario para la continuidad de las mismas.
La masiva incorporación de la máquina de ordeño a las granjas ha supuesto un factor clave en su viabilidad futura, resolviendo problemas importantes como eran la penosidad del trabajo del ordeño manual, el ahorro considerable de tiempo y la racionalización del manejo y gestión de los rebaños.
Logrado en gran parte este primer objetivo de la mecanización, acelerado de forma decisiva por la política de ayudas y subvenciones dadas a los ganaderos, se plantea en el momento actual un nuevo marco en el cual las ayudas procedentes de Europa parece que se verán restringidas con la entrada de los nuevos miembros del Este, con lo que podemos dar por finalizada una primera etapa de adaptación en la que las explotaciones con viabilidad futura han sabido evolucionar para adaptarse a las nuevas circunstancias.
La evolución de los mercados unida a las mayores exigencias de los consumidores han hecho por otra parte que la legislación referente a normas higiénico-sanitarias de aplicación en las explotaciones productoras se hayan visto endurecidas con el objetivo de lograr una alta calidad de leche, por lo que parece que ha llegado el momento de plantearse por parte de los ganaderos de ovino y caprino el cubrir una segunda etapa, la producción de leche de calidad ante la evidencia de la gran repercusión que la higiene y sanidad del conjunto de las instalaciones tienen sobre los rendimientos productivos de los animales y sobre la economía de las explotaciones ganaderas lecheras.
Dentro de los factores que más pueden condicionar la producción de una leche de alta calidad demandada por los mercados actuales y futuros cabe destacar el diseño y manejo de la instalación de ordeño.
ORDEÑO MECÁNICO Y MAMITIS
Las elevadas producciones ( potenciales) alcanzadas en la actualidad por ciertas razas de ovino y caprino lechero, no son posibles de no ir acompañadas de unas instalaciones y un manejo que garanticen una higiene y sanidad adecuadas, además de contar con unos alojamientos y programa de alimentación correctamente adaptados al sistema de explotación, por lo tanto, sea cual sea la opción elegida a la hora de alojar, alimentar y ordeñar a los animales, deberemos seguir una serie de normas que contribuyan a la optimización de las condiciones higiénicas y sanitarias como factor clave en la economía y el éxito de la explotación.
Uno de los puntos clave donde el ganadero puede incidir es sobre el diseño y utilización de la máquina de ordeño ya que este factor puede tener decisivos efectos sobre la aparición y desarrollo de mamitis bien de forma directa produciendo nuevas infecciones debido a un mal funcionamiento o bien de forma indirecta como vehículo de exposición y transmisión de gérmenes patógenos de animales afectados hacía animales sanos.
Hay que tener presente que el ganado ovino y caprino los planes de mejora de calidad de leche han arrancado desde una situación muy desfavorable condicionada en muchos casos por graves problemas estructurales tales como la deficiente instalación, funcionamiento y mantenimiento de las ordeñadoras hasta un pasado reciente, el escaso grado de profesionalización y formación a nivel técnico de productores y operarios, inadecuados y obsoletos alojamientos, etc.
Esto ha llevado frecuentemente a creer que los objetivos requeridos de calidad no podrían nunca alcanzar los niveles de exigencia existentes para ganado vacuno lechero, sin embargo, la modernización de las estructuras productivas en ciertas explotaciones de referencia está demostrando en la actualidad que la calidad celular y bacteriológica (en especial esta última) en pequeños rumiantes puede ser tan buena como la alcanzada en vacuno, siempre que se trabaje de forma adecuada sobre los aspectos susceptibles de mejora entre los que se encuentra de forma destacada la instalación de ordeño y las rutinas empleadas.
La máquina de ordeño, tanto a nivel de diseño y funcionamiento como de utilización, tiene un papel relevante a contemplar en la aparición de patologías mamarias, ahora bien se demuestra que la máquina utilizada bajo un estricto control técnico y con una rutina de ordeño correcta, permite el mantenimiento de la prevalencia de infecciones en ubre a niveles similares e incluso inferiores a los rebaños ordeñados de forma manual.
Es difícil la valoración de la influencia del ordeño mecánico en la mamitis dado el gran número de factores que pueden interaccionar en su aparición como son el sistema de alojamiento, el clima más o menos húmedo, el rebaño, el manejo y las rutinas utilizadas, pero como se ha indicado anteriormente es evidente que tanto una mala utilización de la misma, como un deficiente diseño y funcionamiento pueden contribuir de forma directa a la obtención de una leche de deficiente calidad tanto en cuanto a recuentos bacteriológicos como en recuentos celulares.
Resumiendo se puede afirmar en primer lugar que un alto recuento bacteriano en lo que a la instalación de ordeño se refiere, puede atribuirse a una deficiente limpieza y desinfección de la máquina debido en ocasiones a su incorrecto diseño y más frecuentemente a deficiencias de mantenimiento y errores en las rutinas aplicadas y el protocolo higiénico seguido por parte de los operarios.
Otro factor a evitar en la obtención de una leche de calidad achacable también a la instalación de ordeño viene dada por un mal funcionamiento de la misma frecuentemente por una incorrecta regulación de sus parámetros fundamentales como son la aplicación de un vacío inadecuado, una errónea relación succión/masaje o la aplicación de una incorrecta frecuencia de pulsación, lo que se traducirá en la producción de una serie de efectos traumáticos sobre el sistema mamario y una consiguiente reacción del sistema inmunitario frente a la infección causada por la aplicación de estos parámetros agresivos contra el buen estado sanitario de la urbe, con el lógico aumento de recuento de células somáticas en leche, sin olvidar el efecto de transmisión que supone la realización conjunta del ordeño de animales sanos y enfermos.
Materiales utilizados y metodología de trabajo
OBTENCIÓN DE LA LECHE: LA MAQUINA DE ORDEÑO
* DEFICIENCIAS DE DISEÑO
* DEFICIENCIAS DE FUNCIONAMIENTO
* DEFICIENCIAS DE MANTENIMIENTO
* DEFICIENCIAS DE RUTINA DE ORDEÑO
DEFICIENCIAS DE DISEÑO
Existen una serie de factores claves a la hora del diseño de las instalaciones y sus componentes. En los últimos años se ha producido una importante mejora en cuanto a la adaptación se refiere por parte de los fabricantes de los componentes enfocada a entender realmente la morfología y el proceso de elección de la leche en los pequeños rumiantes, lo que ha traído cambios y mejoras muy favorables que superan con creces la UNE 68-078-86 que es una normativa estrictamente de mínimos con importantes lagunas.
La inexistencia en España de una norma realmente adaptada al ordeño de ovejas y cabras, ha hecho que de forma no coordinada en cada región productora se hayan propuesto criterios diferentes a la hora del diseño de las instalaciones normalmente inspirados en experiencias italianas y francesas para suplir las carencias y defectos a veces notables observadas en instalaciones de ordeño anteriores.
Estas nuevas tendencias de diseño una vez finalizada la primera etapa de incorporación del ordeño mecánico a las explotaciones de ovino y caprino, surgen para resolver la necesidad de producir además de un ordeño completo, una leche de mayor calidad requerida por la industria y los consumidores y se basan en un incremento sustancial del dimensionamiento de las bombas de vacío así como de las reservas disponibles para evitar indeseables fluctuaciones en el nivel de vacío durante el ordeño, adaptación de las unidades de ordeño a las razas explotadas (aspectos relativos al volumen mínimo del colector, flexibilidad del labio de la pezonera y longitud de la misma, disminución del peso del conjunto de la unidad lo que permite una reducción importante de nivel de vacío de ordeño y una menor agresividad frente al pezón), diámetro de las conducciones, incremento de la pendiente de lactoductos, y especial atención a las condiciones en que se realiza el lavado ligado al dimensionamiento de la bomba de vacío y la bomba de extracción de leche.
Se muestran como especialmente importantes a la hora de evitar contagios el conjunto de mejoras incorporadas que afectan al diseño de la máquina y confluyen en un objetivo común que es la mejora en la evacuación de la leche una vez ordeñada dado que una incorrecta evacuación de la leche hacía el sistema de extracción puede desembocar en el encharcamiento de las pezoneras (reserva de vacío insuficiente, ausencia o insuficiente capacidad de colectores, obstrucción del orificio de admisión de aire de la unidad de ordeño), que favorece la aparición de pezones humedecidos con leche potencialmente contaminada debido a peligrosos efectos de flujo inverso.
Además en el transcurso de los últimos años y siguiendo la tendencia absolutamente extendida en las modernas instalaciones de vacuno lechero, se comienzan a incorporar también en salas de ordeño para ovino y caprino los sistemas de retirada automática de pezoneras, herramienta fundamental para evitar el efecto traumático del ordeño en seco por aplicación de tiempos de ordeño excesivamente prolongados (sobreordeño), además de evitar los efectos negativos de la retirada de pezoneras sin corte previo de vacío, con el único inconveniente de que su incorporación a las salas de pequeños rumiantes con elevado número de unidades de ordeño, requiere inversiones elevadas, no al alcance de todas las economías.
En cualquier caso, siguiendo la lógica tendencia a la automatización iniciada en Francia y otros países europeos donde no se concibe en la actualidad la instalación de una nueva sala de ordeño sin la dotación de retiradores automáticos, cabe esperar que su incorporación a las instalaciones españolas sea progresiva en un futuro muy próximo dadas las evidentes ventajas que el sistema aporta.
DEFICIENCIAS DE FUNCIONAMIENTO
A la hora de evaluar las consecuencias prácticas de un incorrecto funcionamiento de la máquina de ordeño hay que tener en cuenta que son múltiples los factores que pueden contribuir a la aparición de infecciones mamarias en la sala de ordeño, por lo que hay que extremar la atención de los parámetros de la máquina sobre el animal como objetivo prioritario de control sobre las mamitis.
Es evidente que una instalación de ordeño mecánico mal regulada con un deficiente funcionamiento, puede causar efectos catastróficos en el estado sanitario del rebaño, independientemente de que la calidad de sus componentes y su diseño y montaje sean los convenientes.
Las agresiones mecánicas al pezón debidas a un mal reglaje deterioran la integridad del esfínter y del canal del pezón que suponen las únicas barreras defensivas frente a la entrada de microorganismos patógenos al interior de la urbe, lo que con toda seguridad acabará produciendo infecciones mamarias y un incremento de recuentos celulares en leche obtenida y un consiguiente deterioro de su calidad.
Por otro lado, la congestión e incluso la ulceración a que puede llegarse caso de no corregirse el error de funcionamiento en la superficie externa del pezón favorece enormemente la colonización por patógenos saprofíticos (estafilococos) que pueden utilizar además la unidad de ordeño como vehículo transmisor.
Defectos de funcionamiento habituales son fundamentalmente:
* NÍVELES DE VACÍO EXCESIVOS:
Se considera un hecho demostrado que una reducción del nivel de vacío de ordeño rebaja la susceptibilidad de los animales a sufrir mamitis.
La ya dilatada experiencia de campo existente respecto al conocimiento de cual es el vacío más apropiado para el ordeño de ovejas y cabras parece indicar que el nivel de vacío siempre es susceptible de ser rebajado cuanto mayor sea la velocidad de pulsación y menor altura tenga la línea de leche, hasta el punto de poder trabajar con vacíos de 32-34 Kpa a 180 ppm en ovino con conducción de leche en línea baja y 36 Kpa a 95 ppm en el caso de las cabras, posible hoy en día gracias a la disminución notable del peso de las nuevas unidades de ordeño comercializadas que evitan las indeseables caídas de pezoneras que se producirían caso de ordeñarse con unidades de ordeño pesadas y bajos niveles de vacío.
* EXCESIVAS FLUCTUACIONES DE VACIO:
Unos de los factores fundamentales en lo que se refiere a la aparición de mamitis clínicas en sala de ordeño esta ligado a la denominada transmisión activa de la máquina y consiste en la penetración directa de patógenos en el interior de la glándula a través del «impacto» producido sobre el pezón por el retroceso de leche ya ordeñada a gran velocidad (fenómeno de reflujo) en forma de aerosol, con lo que leche procedente de animales infectados puede llegar a contaminar a animales sanos.
Las causas más frecuentes de este habitual fenómeno suelen ser un caudal de bomba insuficiente para mantener un nivel de vacío constante unido a una escasa reserva de vacío, una lenta o inadecuada evacuación de la leche ordeñada a nivel de la unidad de ordeño por inexistencia de colector u obstrución de los orificios de admisión de aire, entradas de aire via pezoneras por deslizamiento (trepado) o fugas en el circuito de leche.
Es frecuente además encontrar instalaciones donde el funcionamiento del regulador de vacío es incorrecto por defecto del mismo o escaso mantenimIento (suciedad de los filtros), lo que origina unos tiempos de respuesta excesivos y niveles de vacío poco constantes, problema especialmente importante en instalaciones de ordeño donde el número de unidades y ordeñadores es elevado con el consiguiente riesgo de continuas entradas de aire en el circuito.
* PULSACION INADECUADA
Un inadecuado reglaje del sistema de pulsación o el incorrecto funcionamiento de los pulsadores es otra de las causas más habituales de la aparición de mamitis en rebaños de ovino y caprino lechero por la agresión sobre el pezón que ello supone.
El problema viene dado principalmente por un inadecuado número de pulsaciones por minuto unido a una relación ordeño-masaje excesiva (tiempo de masaje insuficiente). Este insuficiente masaje unido a la utilización de pezoneras excesivamente cortas no bien adaptadas a algunas razas puede proporcionar condiciones favorables para la infección tras la aparición de un edema en el extremo del pezón.
Según experiencias realizadas en ganado ovino por varios autores, parece demostrarse que a iguales relaciones de pulsación, el recuento celular en leche disminuye para altas velocidades de pulsación (180 ppm) y nivel de vacío bajo (34 Kpa) siempre que el tiempo de masaje sea suficiente (50%).
En ganado ovino y caprino los actuales sistemas de pulsación electrónica permiten una gran versatilidad al poder combinar diferentes velocidades y relaciones de pulsación, pero cabe recordar que la vigilancia y supervisión de estos reglajes deben únicamente ser realizados por personal capacitado.
* DISEÑO DEFECTUOSO
Caben destacar por último en lo que a funcionamiento de instalación de ordeño se refiere como factor causante de mamitis, aspectos técnicos de diseño de la máquina que propicien una circulación de la leche en las conducciones mediante un flujo laminar.
Es frecuente encontrar en ciertas instalaciones niveles dependiente del tubo de leche claramente insuficientes (menos del 1%) con diámetros inadecuados de las conducciones, unido a estrechamientos a nivel de la unidad de ordeño y existencia de excesivos codos cerrados, lo que contribuye a la aparición de tapones y flujos turbulentos de aire y leche con la consiguiente pérdida de eficacia de la bomba de vacío al tener que vencer estas energías desfavorables y las fluctuaciones de vacío derivadas descritas con anterioridad.
DEFICIENCIAS DE MANTENIMIENTO
Hay que tener presente a la hora de procurar la obtención de una leche de alta calidad bacteriológica y el mantenimiento de un buen estado sanitario de las ubres, tan importante es disponer de una instalación de ordeño bien diseñada y cuyo funcionamiento sea el esperado, como el uso y mantenimiento que se haga de ella.
Es habitual encontrar máquinas de ordeño aún de reciente instalación en un lamentable estado de limpieza y conservación, donde el entorno donde se realiza el ordeño y los locales anejos de almacenamiento de leche carecen en absoluto de las mínimas condiciones higiénico-sanitarias deseables, a pesar de que la ordeñadora cumple todas las exigencias y requerimientos a nivel técnico y de diseño.
Las principales deficiencias de mantenimiento normalmente observadas proceden de la utilización de protocolos de limpieza y productos de baja calidad y la no renovación de las pezoneras con la recomendable periodicidad, unidos ambos problemas a unas deficientes condiciones higiénicas del local de ordeño y alojamientos, obtendremos con toda probabilidad unos recuentos bacterianos en leche superiores a los deseados.
La contaminación interna del equipo de ordeño no debe en ningún caso constituir un problema siempre que el ganadero obedezca las pautas de limpieza propuestas por los fabricantes y sustituya al menos una vez al año las pezoneras dentro de un programa de mantenimiento y control de su instalación también responsabilidad del servicio técnico asignado.
Es importante destacar que dados los actuales sistemas de lavado automático disponibles y su alta eficacia, los problemas por contaminación bacteriológica en leche suelen originarse muchas veces por no disponer la instalación de agua caliente a la temperatura necesaria (inicialmente 70ºC sin bajar de 45ºC al final del ciclo de lavado), unida a una rutina inadecuada de desinfección ácida por insuficiente eliminación de incrustaciones y residuos minerales y proteícos (piedra de leche), medio ideal para la proliferación bacteriana.
Por último en lo que se refiere a la recomendable sustitución de pezoneras con una periodicidad máxima de un año, cabe apuntar la importancia a veces no suficientemente reconocida ya que las bacterias quedan protegidas de la acción de la temperatura y desinfectantes cuando se localizan en las grietas y poros de las pezoneras envejecidas, factor que además contribuye a propagar contagios ya que la misma unidad de ordeño es utilizada sucesivamente por varios animales.
No hay que olvidar además la correcta limpieza y desinfección del tanque de almacenamiento de leche unido por supuesto a un correcto funcionamiento como factor importante de la multiplicación bacteriana en la leche almacenada.
DEFICIENCIAS DE RUTINA DE ORDEÑO
Entre los efectos claramente perjudiciales referidos al manejo de la ordeñadora destacan la adquisición de varios «vicios» muy normales por parte de los operarios a la hora del ordeño como son la retirada de las unidades de ordeño sin corte previo del vacío (los colectores deben disponer de un sistema de cierre), para evitar los efectos traumáticos sobre el pezón y fluctuaciones de vacío por entrada de aire en el conjunto de la instalación, y otra práctica habitual consistente en el repaso manual o masajeo de la ubre con las pezoneras abiertas que provoca entradas de aire, reflujos de leche y aspiración de materiales como lana, pelo o polvo potencialmente contaminantes que disminuirán la calidad bacteriológica de la leche producida.
Un factor que a menudo se desprecia restando importancia a su realización y que sin embargo debería estar incluido en cualquier rutina de ordeño es la revisión y limpieza periódica del orificio de admisión de aire en las unidades de ordeño, imprescindible a la hora de lograr una rápida evacuación de la leche del colector y evitar peligrosos reflujos .
Es muy conveniente en razas mal adaptadas al ordeño mecánico por su incorrecta morfología de urbe, la utilización de ganchos suspensores que evitarán en gran medida la necesidad de manipulación de la ubre para su apurado.
Otra circunstancia muy habitual en las explotaciones de ovino y caprino lechero en número no adecuado de «ordeñadores» en el foso a la hora del ordeño. En primer lugar considerando un tiempo medio de ordeño de 2,5 minutos para ovinos y 4 minutos para caprino en caso de animales de alta producción se considera que para evitar el peligro de sobreordeño u ordeño en seco y dependiendo de otros factores como la aptitud de los operarios, una persona no debiera atender más de 8 unidades de ordeño simultáneamente. Sin embargo hay que notar que a pesar de los efectos claramente negativos de la sobrexposición del pezón a factores agresivos, el sobreordeño en ganado ovino y caprino tiene una menor importancia que en ganado vacuno básicamente debido a los tiempos más reducidos en que se produce.
En el caso contrario, también cabe reseñar la no conveniencia de un número excesivo de ordeñadores en una instalación pequeña o media ya que normalmente el número de unidades de ordeño abiertas simultáneamente (si se hace la incorrecta retirada de pezoneras sin corte previo de vacío), puede provocar fluctuaciones de vacío excesivas que repercutan en la calidad de ordeño en salas diseñadas con escasas reservas y caudales de bomba reducidos.
Es una práctica muy recomendable y en los últimos tiempos cada vez más extendida la realización de un baño desinfectante de pezones a base productos iodados o clorhexidina, una vez retiradas las pezoneras como elemento integrante de toda rutina bien concebida, dados los favorables efectos que su correcta aplicación consigue sobre todo reduciendo de forma notable los contagios producidos por bacterias habituales en la piel de los pezones (estafilococos) y otros patógenos contagiosos de transmisión mamaria durante el ordeño.
CONCLUSION
Las mamitis subclínicas en pequeños rumiantes constituyen una de las causas más importantes de pérdidas económicas en el sector del ovino y caprino lechero por las repercusiones tanto sobre la calidad higiénico-sanitara de la leche como sobre el descenso en la producción individual que ocasiona su aparición en animales enfermos que puede llegar a superar el 20% de media con pérdidas puntuales en animales mucho mayores.
El ganadero de ovino y caprino como ya ocurrió anteriormente con el ganadero de vacuno, debe concienciarse que la producción de una leche de baja calidad es antirrentable para su explotación ya que al descenso claro en las producciones descrito, hay que unir una disminución de las tasas de materia grasa y materias proteícas (caseína), una mayor tasa de reposición de animales para vida y una fuerte penalización de la industria láctea en el pago de la leche, hasta incluso hacer peligrar su comercialización en casos extremos de altos recuentos celulares y bacteriológicos.
La máquina de ordeño como se ha descrito tanto a nivel de diseño y funcionamiento como de utilización puede llegar a tener un papel relevante en la aparición de patologías mamarias y su transmisión, además caso de un deficiente mantenimiento y limpieza, ser causante además de una escasa calidad bacteriológica de la leche.
Sin embargo considerando la máquina de ordeño como una herramienta fundamental e indispensable hoy en día en toda explotación de ovino o caprino lechero moderna y teniendo en cuenta el gran número de factores que pueden interaccionar a nivel práctico, se demuestra imprescindible mejorar la formación de ganadero y operarios haciéndoles partícipes y responsables de la obtención de una leche de alta calidad que ira unida indefectiblemente a un buen estado sanitario de sus animales, mediante el consejo y seguimiento de un competente servicio técnico y el cumplimiento obligado de un riguroso y completo programa de mantenimiento preventivo que evitará en gran medida los riesgos expuestos.
HILARIO RUIZ-LABOURDETTE.
INGENIERO AGRONOMO. JEFE DE PRODUCTO GASCOIGNE MELOTTE. GRUPANORCERCAMPO, S.A.