En Suiza , el consumo de queso es altísimo y quizá por ello se idean formas originales de presentarlo y degustarlo.
Los monjes suizos que elaboraban el famoso queso Tete du moine (cabeza de monje) acostumbraban a «raspar» el queso es sus «visitas» nocturnas a la cocina para que no se notase mucho la falta del pedacito. Estas «raspaduras» permitían degustar el queso mucho mejor y con el ánimo de reproducir esta presentación , se inventó en 1982 La girolle por Nicolas Crevoisier .
El origen de su invento se debe a que pertenecía a una familia muy numerosa y él era el encargado de «raspar» el Tete de moine para todos . Cansado de esta situación ideó un sistema por medio del cual el raspado se hacía mucho más rápido y eficaz.
Este instrumento consta de una base con unas pestañas que se clavan en el queso, una guía central con un brazo afilado que gira sobre la superficie sacando raspaduras muy originales y muy sabrosas.
La girolle junto con una queso semimaduro constituye un regalo9 muy original , y si se acompaña con una botella de vino convierte una velada entre amigos en un evento muy especial.
Para verla en nuestra tienda: LA GIROLLE