El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2004

Acerca de este informe

El estado de los mercados de productos básicos agrícolas 2004 es la primera edición de una publicación bienal que trata de ampliar la actual serie de informes de la FAO sobre «El estado de …». Si bien las comprobaciones y conclusiones aquí presentadas están basadas en el análisis técnico de especialistas en productos básicos y comercio de la FAO, no se trata de un informe técnico. El objetivo es, más bien, presentar cuestiones relacionadas con el mercado de productos básicos de forma objetiva, transparente y accesible para un público más amplio, incluidos los responsables de la formulación de las políticas, los observadores del mercado de productos básicos y todos los interesados en la evolución de estos mercados y en su repercusión en los países en desarrollo.

Uno de los objetivos es lograr una mayor sensibilización acerca de los efectos que las novedades relativas a los mercados de productos básicos tienen en los medios de subsistencia y la seguridad alimentaria de centenares de millones de personas del mundo en desarrollo, así como en las economías de muchos países en desarrollo cuyos ingresos de exportación dependen en parte muy considerable de las exportaciones de productos básicos.

El informe está dividido en cuatro secciones principales, complementadas con cuadros en que se presentan datos básicos sobre la situación actual y tendencias cronológicas de los precios y relaciones de intercambio entre los productos básicos.

En la primera sección, Novedades recientes y tendencias a largo plazo, se consideran las tendencias e inestabilidad de los precios de los productos agrícolas y la situación actual y novedades recientes dentro de ese contexto.

La segunda sección tiene como tema el Costo total de las importaciones de alimentos. En ella se analizan los cambios en la pauta de importaciones de alimentos a medida que los países en desarrollo van dejando de ser exportadores netos y se convierten en importadores netos de alimentos y otros productos agrícolas. Se examinan también los efectos de los movimientos de los precios internacionales de los alimentos en los costos totales de importación de alimentos de los países en desarrollo, en general, y de los países menos adelantados, en particular.

En la tercera sección, Ingresos resultantes de la exportación de productos agrícolas, se analiza la importancia constante de las exportaciones agrícolas para las economías de muchos países en desarrollo, así como las repercusiones del descenso e inestabilidad de los precios de los productos básicos para los países que dependen de ellos, y se investiga de qué forma los aranceles y subvenciones han impedido el crecimiento de las exportaciones agrícolas de los países en desarrollo.

En la cuarta y última sección se consideran los Cambios en las pautas del comercio de productos agrícolas, con especial atención a sus consecuencias para los agricultores y países del mundo en desarrollo que dependen de los productos básicos. Entre los temas abordados en esta sección se incluyen la sustitución creciente, en los mercados, de los productos agrícolas primarios por los productos elaborados, la importancia y potencial creciente de los acuerdos sobre productos básicos y los acuerdos regionales de comercio entre países en desarrollo, y los efectos de la concentración cada vez mayor de los mercados, a medida que las cadenas de productos básicos agrícolas son dominadas por un reducido número de compañías trasnacionales de comercio, elaboración y distribución.

1 El estado mundial de la agricultura y la alimentación, El estado mundial de la pesca y la acuicultura, El estado de la inseguridad alimentaria en el mundo, y Situación de los bosques del mundo.

Los avances técnicos que permiten aumentar la productividad y reducir los costos suponen que, a largo plazo, se d una tendencia progresiva a la baja de los precios reales de los productos básicos agrícolas en los mercados internacionales, pero esa tendencia está dominada por una considerable variabilidad a corto plazo. Muchos pases en desarrollo, especialmente los pases menos adelantados, siguen dependiendo de apenas unos pocos productos básicos agrícolas para la mayor parte de sus ingresos de exportación. Para ellos, la variabilidad de los precios de los productos básicos tiene enormes repercusiones en los ingresos, el empleo y los ingresos de los gobiernos, lo que, de modo más general, compromete las iniciativas de planificación macroeconómica y desarrollo. No obstante, los pases en desarrollo considerados como grupo también dependen cada vez más de las importaciones de alimentos. Los pases menos adelantados ya son importadores netos de productos alimenticios. En esas circunstancias, la cada de los precios internacionales de los alimentos es evidentemente beneficiosa, pero la creciente dependencia de los alimentos importados también implica una mayor exposición a la variabilidad de sus precios internacionales y, por consiguiente, un mayor costo total de las importaciones de alimentos. Los pases en desarrollo tienen que hacer frente a la variabilidad de los precios internacionales de los productos básicos en sus esfuerzos por aumentar sus ingresos de exportación o gestionar el costo total de sus importaciones de alimentos. Al mismo tiempo, tienen que hacer frente también a las distorsiones del mercado que introducen los aranceles de importación y las subvenciones a la exportación y la producción que utilizan tanto los pases desarrollados como los pases en desarrollo, as como al poder de mercado de las grandes empresas transnacionales en numerosas cadenas de valor de productos básicos.

Sistemas de producción de carne

Las cabras lecheras pueden ser explotadas de forma tan intensiva como suele hacerse con las vacas lecheras, no obstante, la mayoría de la leche
de cabra produ­cida en España procede de rebaños explotados en regímenes más o menos extensi­vos. En pocas ocasiones podremos hablar de explotaciones dedicadas estrictamente a la producción de carne de caprino, ya que en la mayoría de los casos ésta suele ser secundaria frente a la producción de leche. Preferimos hablar de sistemas de explota­ción más que de aptitud de los animales ya que, aunque las características genéticas de cada raza tienen por supuesto mucho peso, muchas razas tienen un aceptable potencial productor de leche que no pueden poner de manifiesto por estar sometidos los animales a un manejo, sobre todo en lo que respecta a la alimentación, propio de sistemas extensivos o semi extensivos por añadidura muchas veces descompensados.

Vamos a dividir los sistemas de producción de carne de caprino en tres tipos básicos dependiendo del grado de tecnificación de los mismos y dentro de un gra­diente continuo en el que no cabría una diferenciación neta:
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Sistemas extensivos. Son sistemas tradicionales orientados a la produc­ción de cabritos para el sacrificio, con un tamaño de rebaño por lo general menor al de la media de la zona, alimentación basada en pasto­reo sin suplementación y con muy baja planificación de] manejo repro­ductivo.

Sistemas en vías de intensificación o semi extensivos. Se realiza un ordeño diario lo que obliga a un mayor control de] rebaño que suele ser de un tamaño superior al de la media. El pastoreo constituye la base de la alimentación pero además existe un aporte en pesebre y se observa una cierta planificación en el manejo reproductivo. La producción de cabritos sigue teniendo un relativo peso en los ingresos de la explotación. Aquí distin­guiremos tres subtipos
Rebaños mixtos. Explotaciones en general, sin base territorial que practican un sistema transtermitante bastante extensivo con aprove­chamiento de rastrojos y pastizales marginales y de sierra.
Rebaños de sierra. Explotaciones por lo general, con base territorial que aprovechan los pastizales de los faldeos de montaña de más calidad que los anteriores.
Rebaños de vega y campiña. Sin base territorial que aprovechan los pastizales que se originan por la actividad agrícola (barbechos, ras­trojos, podas) y además utilizan como alimentos complementarios aquellos subproductos derivados de la misma: pajas, pulpas, baga­zos, salvados, etc.

Sistemas intensivos. Rebaños estabulados con orientación exclusiva a la producción de leche donde los cabritos suelen ser vendidos con pocos días o criados en lactancia artificial y suponen unos ingresos por venta del 5 al 15 por 100 del total de ingresos de la explotación, según se vendan desca­lostrados o una vez finalizada la crianza

.

Explotación de rebaños extensivos

Los rebaños de cabras meramente productoras de carne se explotan fundamen­talmente en zonas de sierra de nuestra geografía en las que coincide alguna de las siguientes circunstancias:

Accesos difíciles y por tanto imposibilidad para el transporte de la leche; grandes distancias hasta los centros de comercialización de la leche.
Pastos marginales con predominio de arbustos de mala calidad (jarales).

Las regiones donde pueden encontrarse las piaras productoras de carne son Pirineos y Cordillera Cantábrica (sobre todo en zonas próximas a los Picos de Europa), Sierras de Segura y Alcaraz (zonas limítrofes entre las provincias de Jaén y Albacete) y Sierra Morena (zonas limítrofes entre la provincias de Córdoba y Badajoz).

Tradicionalmente ha existido un parto al año en la época en que existen mayo­res recursos alimenticios. En la actualidad los cabritos se venden antes de los dos meses de edad y en algunos casos se intenta acortar los ciclos reproductivos, por ejemplo, para que tenga lugar un parto cada ocho meses. En este caso hay que poder procurar los suplementos alimenticios necesarios, como consecuencia de que una parte de los partos entonces tienen lugar fuera de las épocas de abundan­cia de pastizales.

Si se desea incrementar los ingresos de la explotación, tras la venta de los cabritos, se ordeñan un par de meses las cabras que han parido en primavera, siem­pre que sea un año de buenos pastos primaverales. La leche entonces se vende en los mercados locales o se fabrica un poco de queso artesanal. Pero las dos estrate­gias que acabamos de exponer para intentar mejorar la productividad de las explo­taciones son difíciles de implantar, sea por la necesidad de suplementación alimen­taria, sea por las carencias en la infraestructura necesaria. Por ello este tipo de explotaciones tienen cada vez menos importancia.

Los rebaños se manejan básicamente con la intervención de un cabrero, que los traslada de unas fincas a otras practicando la transtermitancia. Se trata de rebaños sin base territorial de unas 150-200 cabezas; también se realiza incluso la transhumancia, en algunos casos y cada vez menos, desplazándose entonces con rebaños de más de 500 cabezas. En el caso de los rebaños andaluces, en invierno a Sierra Morena y en verano a las Sierras de Cazorla, las Villas u otras. En genera no existe cabreriza o es muy rústica. Las instalaciones, en ganadería estante, se limitan a cercas, eventuales comederos o abrevaderos, y las correspondientes a las zonas de partos y de cría de cabritos que serán comentadas con mayor amplitud en el siguiente apartado.

En lo que se refiere al manejo de la alimentación los rebaños de cabras destina­dos únicamente a la producción de cabritos ocupan, por lo general, zonas de serra­nía de pastos marginales y de baja densidad. De todos es conocido el comporta­miento selectivo y caprichoso de la cabra durante su alimentación, que sin embargo, resulta de gran utilidad en el aprovechamiento de este tipo de recursos. El gran reto es alimentar la mejor posible a estos animales que tradicionalmente han sido relegados a los parajes más inhóspitos. Para ello hay que adoptar estrate­gias naturales como son el aprovechamiento de las reservas corporales en las épo­cas de más penuria y el restablecimiento de las mismas en las situaciones de mayor oferta forrajera. En el caso de un cierto grado de intensificación del sistema, este tipo de estrategia se verá influido por el aporte exógeno de alimentos a nuestro rebaño, aunque sin duda se seguirán aprovechando al máximo los recursos natura­les. Para una adecuada alimentación será imprescindible tener cuantificadas de forma conecta la disponibilidad de alimentos y las necesidades de las cabras dependiendo de la época del año y de los estados fisiológicos del animal respecti­vamente.

En cuanto a las necesidades nutricionales de estos rebaños tan sólo cabría recordar que las necesidades de mantenimiento han de mayorarse en un cierto por­centaje en función del pastoreo, dependiendo de la distancia recorrida y de la pen­diente de la misma. Así necesidades energéticas de conservación se incrementarán del 50 al 80 por 100 más en el caso de terrenos montañosos y rocosos (INRA, 1989). En condiciones extremas el incremento sobre las necesidades de manteni­miento llegará a ser hasta del 150 por 100. El resto de las recomendaciones nutriti­vas permanece invariable. Merece recordarse además que los períodos críticos serán el momento de la concepción y el período pre y post parto. Debido a la escasa oferta nutritiva de los ambientes en los que se ubican estos rebaños sería recomendable establecer una estrategia de sobrealimentación en ambos períodos. En el caso del último mes de gestación, es conveniente alimentar de forma ade­cuada a la madre para llevar a buen término el parto. Nunca habrá suficientes recursos en estos sistemas como para llevar demasiado engrasada a la hembra en el momento del parto, pero cuanto mejor nutridos estén los fetos menores riesgos de muerte por debilidad de los cabritos recién nacidos. En el período postparto es recomendable un aporte de tortas proteicas tipo soja o girasol que complemente la energía procedente de la movilización de reservas grasas.

La oferta alimentaria que vamos a encontrar en estas situaciones se va a carac­terizar por su escasez productiva y nutricional, además de su estacionalidad, y va a estar constituida por pastos de montaña y brotes de arbustos y árboles. En consecuencia, la única tecnología aplicable en el manejo alimentario pasaría obligatoriamente por el establecimiento de una carga ganadera adecuada a la zona y el manejo del pastoreo de forma racional que nos permita la conservación de masa forrajera en pie en zonas para ser aprovechadas en los momentos de máximas necesidades.
El aporte de alimentos comprados (granos, tortas, henos, etc.) es una solución técnica que en la mayoría de los casos no paga la producción obtenida en estos sis­temas, aunque sin duda es la ideal, siempre que además se racionalicen otros aspectos productivos.

Explotación de rebaños semi extensivos

Podemos distinguir:

a) De acuerdo con el gradiente de intensificación inmediatamente a continuación vendrían los rebaños mixtos leche-carne que se ordeñan siempre, con una duración total mínima del ciclo de lacta­ción de cinco o seis meses, incluyendo la época de cría de los cabritos, aunque se puede prolongar dicha lactación unos meses más. Se obtienen producciones medias que no suelen superar el litro diario. Los cabreros son propietarios del rebaño, pero suelen tener poca o ninguna base territo­rial. Arriendan pastos, rastrojos de cereales y girasol, rastrojos de hortali­zas y pastos comunales, caso de haberlos, como en la zona de la Verata, todo ello con costes francamente bajos. Los rebaños tienen de media cerca de 150 cabezas. Antes practicaban la transhumancia además de la transter­mitancia, pero actualmente sólo esta última. El ordeño, de forma manual o con una ordeñadora móvil, se realiza en la majada en que se encuentran en cada momento, destinándose la leche a la elaboración de quesos artesana­les, de elaboración propia o a través de una cooperativa.

b) Con mayor grado de intensificación que las anteriores encontramos las explotaciones lecheras de rebaños en zonas de sierra no excesivamente abruptas, establecidas normalmente sobre una base territorial. En estos sistemas las cabras lecheras tienen un período de lactación de seis o siete meses con una media diaria mayor que oscila entre I y 2 litros de leche. Para conseguir estas producciones es preciso que durante bastantes épocas del año haya pastizales de una cierta calidad, y que los caminos sean ade­cuados para poder transportar la leche. Debemos considerar que para pas­tar en la sierra las cabras no deben tener ubres excesivamente desarrolla­das. Las cabras están en régimen de libertad controlada en el monte mediante cercados de unas 100 a 150 ha; el trabajo de] cabrero con el ganado se limita al arreo del mismo de unos cercados a otros y al ordeño. Los rebaños en general son de más de 300 cabezas, y los cabreros, que en muchos casos es personal asalariado, desarrollan otra serie de actividades dentro de la explotación, realizando labores agrícolas además de las rela­cionadas con la ganadería.

Las cabras permanecen casi siempre en el campo, no existiendo otras edi­ficaciones que las destinadas al ordeño o al almacenamiento de alimentos. Se ordeña una vez al día, por la mañana normalmente, desde que termina el período de cría hasta el final de la lactación. Sin embargo, se ordeña dos veces diarias cuando se trata de cabras más lecheras o durante el período de cría, pasando así la noche con los cabritos. El concentrado que se sumi­nistra durante el ordeño faci1ita e1 que 1as cabras acudan a1 mismo. Las cubriciones se producen a1 incorporar 1os machos a1 rebaño durante unos cuatro meses a partir de1 mes de Abri1.

Norma1mente no se forman grupos dentro de 1as hembras para contro1ar mejor 1as cubriciones debido a 1as mayores necesidades que habría de per­sona1. Por otra parte no interesa agrupar partos en otras épocas de1 año pues e1 máximo interés es aprovechar los pastiza1es de primavera durante e1 período de 1actación. De este modo aproximadamente e1 65 por 100 de 1os partos tienen lugar durante los meses de septiembre y octubre y el 35 por 100 en 1os dos o tres meses siguientes. Los machos en ocasiones se separan de1 rebaño cuando no están en período de cubrición, pero todavía es frecuente en que permanecen enmandi1ados junto a 1as cabras durante todo e1 tiempo.

La zona en que tienen lugar los partos y cría de 1os cabritos consiste en varias hectáreas cercadas, próximas a1 edificio donde tiene 1ugar el ordeño, siendo importante que existan algunos pequeños montícu1os, para evitar los encharcamientos, donde 1as cabras puedan parir y donde 1os cabritos tengan cobijo, tanto de 1as inclemencias del tiempo como de 1os depredadores. A ta1 efecto es interesante 1a presencia de grandes pie­dras o se pueden colocar bidones de gasoi1 en posición horizonta1.
Los cabritos suelen amarrarse por una pata a un árbol, una estaca o un rejo para evitar que ingieran alimento sólido durante las primeras semanas de vida. Se suelen cambiar de lugar a la semana para que no se sobrepaste la zona del entorno del cabrito por parte de la madre. A las dos o tres semanas los cabritos se desamarran para que puedan pastar por todo el cercado de la zona de cría.

En cuanto a las razas explotadas, los rebaños suelen estar compuestos por las llamadas cabras de la agrupación Serrana, y dentro de ellas, en la sie­rras de Cádiz, Málaga y sur de Sevilla, se distinguen las Payoyas, de tamaño más pequeño y más lecheras que las Serranas en general.

c) Los rebaños de zonas de vega y de campiña se situarían en el nivel supe­rior en cuanto al uso de tecnología, aún estando clasificados como siste­mas semi extensivos. En este apartado se incluirían las explotaciones con un cierto grado de intensificación y que aún realizan pastoreo como base de su alimentación. Las producciones oscilan entre 200 y 400 litros en lac­taciones que duran entre siete y diez meses. Tienen poca o ninguna base territorial además de la superficie que ocupa la cabreriza.

Sistemas intensivos

Estos rebaños junto con los sistemas intensivos de leche tienen una vocación netamente orientada a la producción de leche de cabra y los consideramos amplia­mente tratados en la página de sistemas de producción de leche.

Debemos insistir en que los cabritos son considerados un producto marginal de las mismas y no siempre bien vistos por los cabreros. La mayoría prefiere vender­los, descalostrados o no, a criaderos que realizan lactancia artificial. Otras veces dicha crianza puede llevarse a cabo en la propia explotación pero como una activi­dad totalmente al margen.

El ramoneo en las cabras

IVÁN HERNÁNDEZ ACOSTA

lng. Agr. Ph.D, Instituto de Investigaciones Agronómicas, Facultad de Agronomía, Universidad del Zulia, Apartado 526, Maracaibo – Venezuela
RESUMEN

Se identificaron las especies vegetales consumidas por cabras remoneando en un bosque muy seco tropical al

observar algunos patrones de su
conducta. Se realizaron análisis químicos de las partes consumidas obtenidas
simulando el ramoneo. Se determinó que son 38 las especies vegetales naturales
que son consumidas por los animales en la Zona Norte del distrito Urdaneta. El
74% de las plantas son árboles y arbustos, el resto lo constituyen gramíneas
(13%), trepadoras y rastreras. El contenido de proteína cruda de las partes de
las plantas que consume el animal estuvo en el intervalo de 4.93 a 32.23% en
base seca, encontrándose que el 87% de estas partes sobrepasa el 7%. Se encontró
que las cabras consumen principalmente las hojas, las flores, los frutos y las
semillas.

INTRODUCCION

El distrito Urdaneta ha sido una región ganadera por excelencia. En la parte
Sur se desarrollan importantes fincas donde se explota el ganado bovino lechero
que aprovecha las vegas del rio Palmar. En la parte Norte, catalogada como un
bosque muy seco tropical, con menor cantidad y calidad de recursos y
oportunidades para desarrollar explotaciones ganaderas racionales, se explotan
caprinos en forma tradicional. Sin embargo, si se compara esta zona con el resto
de las regiones que en Venezuela explotan esa especie, se puede aseverar que
ésta presenta una serie de características inherentes a ese animal y al ambiente
que son superiores y la colocan en un nivel económico más elevado. Este distrito
cuenta con una gran variedad de especies vegetales que sirven de alimento a la
cabra. Dichas especies brindan sus hojas, flores, frutos y semillas, lo que
amplía la gama de utilización de éstas durante todas las épocas del año.

Los objetivos del presente estudio fueron identificar las especies vegetales
y las partes de éstas que son consumidas por la cabra, determinar el contenido
de nutrientes en forma proximal y el comportamiento de estos animales
considerando sus hábitos alimenticios.

MATERIALES Y MÉTODOS

Esta investigación se llevó a cabo en los hatos «El Sitio» y «Los
Albaricos», situados cerca de las poblaciones de El Carmelo y La
Concepción, de la región Norte del distrito Urdaneta, cuya

descripción ha sido
hecha por Hernández Acosta (14).

Los dos rebaños estudiados comprenden dos lotes de aproximadamente 300
animales, cada uno, de edades y sexos combinados, predominando las hembras
pertenecientes al tipo criollo representativo de la zona. Estos animales
dispusieron de corrales de encierro nocturno en donde permanecieron desde,
aproximadamente, las 6 p.m. hasta las 7 a.m. del otro día. Este hecho forma
parte del manejo rutinario que se les da a los caprinos en la zona.

Una vez que las cabras saltan del corral por la mañana, se observaba su
comportamiento, siguiéndolas en su recorrido a través del bosque con la ayuda de
binóculos, lo cual permitía constatar la especie y la parte de la planta que el
animal consumía. El uso de este instrumento se hace necesario debido a la
actitud escurridiza de los caprinos cuando sienten la presencia de personas en
el área de ramoneo. Cada dos semanas se procedió a recoger muestras de material
similar al consumido, durante un año, por hato, siguiendo la técnica del
pastoreo simulado (hand plucking). Las muestras se secaron en una estufa a
7OoC por 24 horas y después de molerlas se sometieron a un análisis
proximal para determinar los porcentajes de proteína cruda (PC), materia
orgánica (MO), extracto etéreo (EE), fibra cruda (FC) y cenizas (Cen), de
acuerdo a los procedimientos de la AOAC (1). En algunas muestras se determinó,
además, el contenido de pared celular según Goering y Van Soest (12).

RESULTADOS Y DISCUSIÓN

Especies vegetales, partes consumidas y su valor nutritivo

La información sobre las especies vegetales, partes consumidas por los
caprinos y el valor nutritivo de éstas, aparece en la Tabla 1. Se observa que
son 38 las especies vegetales que la cabra consume en el bosque muy seco
tropical del distrito Urdaneta. De este total, 14 especies son árboles, 14 son
arbustos, 5 son gramíneas, 4 son rastreras y 1 trepadora. Es decir, el 74 por
ciento de las especies son árboles y arbustos.

El 87 por ciento de lo muestreado tuvo un contenido de PC que sobrepasa el
7 por ciento en base seca. Este nivel asegura potencialmente el
mantenimiento del animal tal como se ha señalado en diversos trabajos con ovinos
(21, 22, 23). Según estos investigadores un contenido de PC de más de 7
por ciento mantiene un consumo óptimo y un balance de nitrógeno
positivo; sin embargo, por tratarse de especies vegetales pertenecientes a
diversas familias, la inferencia debe considerarse con cierta reserva.

Sólo 5 especies de gramíneas fueron consumidas por la cabra en estos
bosques; esto sucede, generalmente, después de haber caído las primeras lluvias y
a mediados de la época seca. Estas especies presentan un ciclo vegetativo
muy corto, lo que posiblemente hace muy breve su período de aprovechamiento por
la cabra; 3 de las 6 muestras corresponden al material seco similar al consumido
en la época de sequia, éstas fueron el Paspalum sp, el
Eragrostis maypuirensis y el Panicum purpurascens.
La Brachiaria mollej, la Aristida venezuelae y
también el Paspalum sp. fueron consumidas como material joven sin o
con muy poca inflorescencia, poco después de comenzar las lluvias.

TABLA 1. Especies vegetales, partes consumidas y valor nutritivo
Especie Vegetalc

Familia

Parte
consumida

P.C.

Cen.

M.O.

E.E.

F.C.

P.Cel.

Apistida venezuelae

Gramineae

Hoja y tallo

15,89

11,26

8,74

3,37

28,62

71,62

Brachiaria
mollej (Granadilla)

Gramineae

Hoja y tallo

28,27

17,26

2,74

2,85

17,75

72,88

Eragrostis maypuirensisb

Gramineae

Hoja y tallo

6,96

8,21

1,79

1,11

40,83

Panicum purpurascensb

Gramineae

Hoja y tallo

6,15

4,27

95,73

1,04

40,51

Paspalum spb

Gramineae

Hoja y tallo

9,01

27,69

2,31

1,14

24,88

Hoja y tallo

18,37

22,52

77,48

4,60

22,36

19,91

Prosopis juliflora (Cují)

Leguminosae

Brotes

20,37

8,03

1,97

4,28

21,89

34,65

Fruto

9,88

5,45

4,55

2,89

19,19

41,83

Corteza

13,51

8,21

91,79

2,06

29,87

69,46

Caesalpínea coriaria
(Dividive)

Leguminosae

Brotes

17,54

3,73

6,27

3,01

9,65

16,41

 –

Fruto

4,93

3,99

6,01

0,64

5,47

15,93

Cassia ernapginata
(Carángano)

Leguminosae

Fruto

14,49

1,05

8,95

1,35

25,04

Myrospermum frutescens
(Estoraque)

Leguminosae

Hojas

12,90

3,36

96,64

6,49

8,31

 –

Semillas

13,56

1,61

98,39

26,85

15,65

Machaerium cultratum
(Ojo e’zamuro)

Leguminosae

Hojas

26,68

3,00

97,00

2,45

18,25

 –

Fruto

13,12

3,60

6,40

7,83

36,27

Pithecolobium pubescens
(Maíz cocío)

Leguminosae

Hojas

21,75

7,66

2,34

3,07

33,14

40,28

Acacia striata
(Araña e’gato)

Leguminosae

Brotes

23,96

4,51

5,49

6,39

12,62

29,66

Caesalpinia granadino (Ebano)

Leguminosae

Semilla

5,46

2,28

97,72

0,61

13,78

Cereus griseus
(Cardón)

Cactaceae

Corteza

6,12

11,55

88,45

1,47

7,01

15,82

 –

Fruto

14,20

7,07

92,93

4,93

1,79

Pereskia guamacho (Suspiro)

Cactaceae

Fruto

10,51

10,27

89,73

0,74

42,61

59,37

Tabebuia serratifolia (Curarire)

Bignonaceae

Hojas

27,56

8,31

91,69

4,33

23,31

47,07

 –

Flores

18,33

12,81

87,19

2,21

12,98

 –

Hojas caidas

15,55

2,05

97,95

3,67

14,75

Bumelia obtusifolia (Caimito)

Sapotaceae

Hojas

17,78

9,87

90,13

6,62

18,45

34,50

 –

Fruto

9,34

5,89

94,11

14,08

18,93

Bromelia humilis
(Maya)

Bromeliaceae

Punta de hojas

4,77

8,07

91,93

1,61

31,58

75,13

Morisonia americana
(Zorrocloco)

Capparidaceae

Hojas y brotes

15,43

4,70

95,30

4,27

24,74

37,50

 –

Hojas caídas

10,44

16,20

83,80

3,06

17,51

Cappapis pachaca
(Boquita e’perro)

Capparidaceae

Hojas

17,23

15,98

84,02

2,24

26,55

53,64

 –

Hojas caídas

8,31

6,60

93,40

5,61

21,33

Capparis odoratissima
(Olivo)

Capparidaceae

Fruto

18,61

9,33

90,67

9,87

22,59

42,02

Ipomoea abutiloides
(Aritibar)

Convolvulaceae

Hojas

26,33

8,16

91,84

5,12

13,96

36,18

Evolvolus seriscens (Bejuco)

Convolvulaoeae

Hojas

12,73

4,91

40,80

Jatropha urens
(Pringamosa)

Euphorbieiceae

Hojas

32,23

11,44

88,56

9,16

9,55

13,93

Croton argvrophyloides
(Lengua e’ciervo)

Euphorbiaceae

Hojas

13,12

2,20

97,80

5,55

9,1

Beureria cumanensis
(Sajarito)

Boraginaceae

Hojas

24,61

12,06

87,04

2,59

10,81

61,48

Cordia curassavica (Chichive)

Boraginaceae

Fruto

12,97

5,65

94,35

2,52

12,28

 –

Brotes

23,96

12,60

87,40

6,94

9,84

26,43

Lippia oreganoides (Orégano)

Verbenaceae

Hojas y brotes

16,16

9,40

90,60

3,77

9,26

Calotropis procera

Asclepiadaceae

Hojas y brotes

15,53

3,88

96,12

3,78

11,25

Astronium graveolens
(Gateado)

Anacardiaceae

Hojas

8,96

5,28

94,72

9,30

17,51

Sida aggregatta
(Tapaleche)

Malvaceae

Brotes

23,73

11,33

88,67

1,51

13,86

44,69

Sida
sp (Rastrera)

Malvaceae

Hojas

24,82

13,96

86,04

1,06

16,09

30,59

Portulaca oleracea
(Verdolaga)

Portulacaceae

Hojas y tallo

18,56

24,00

76,00

5,51

10,94

62,12

Portulaca pilosa
(Verdolaguilia)

Portulacaceae

Hojas y tallo

14,44

18,44

81,56

5,44

15,00

30,63

Boerhavia erecta
(Brusca)

Nyctaginaceae

Hojas

21,14

22,32

77,68

3,42

18,88

38,32

Scoparia
dulcis (Semilla e’paloma)

Schrophylariaceae

Hojas

15,96

2,10

97,90

3,96

16,76

Bulnesia arborea (Vera)

Zygophylaceae

Semillas

14,84

1,60

98,40

13,26

25,75

Randia gaumeria
(Cruceto)

Rubiaceae

Hojas

15,96

5,68

94,32

1,78

9,96

 

 a. los resultados del análisis proximal están expresados en porcentaje
en base seca; P.C.: Proteína Cruda; Cen.: Ceniza; M.O.: Materia Orgánica; E.E.:
Extracto Etéreo; F.C.: Fibra Cruda; P.Cel.: Pared Celular.
b. Muestras de
plantas secas.
c. El nombre usado en la región cuando es conocido, aparece
entre paréntesis.

Se pudo notar la diferencia en el tenor de PC de las dos clases de material
mencionado. Así, en las gramíneas secas el valor de PC, en promedio, fue de 7,37
por ciento; mientras que en el material verde fue de 20,84 por ciento, casi 3
veces el anterior. Es importante destacar que las muestras de más bajo contenido
de PC superaron, en promedio, al 7 por ciento. El contenido de FC fue también
más alto en las muestras secas que en las muestras de material verde (35,40% vs
22,91%), esto era de esperar debido a la calidad del material estudiado. Sin
embargo, no fue posible determinar el contenido de pared celular en las muestras
de gramíneas secas. El Paspalum sp y la B. mollej presentan un
alto contenido de cenizas debido, posiblemente, a la contaminación con arena (sílice) presente en esta zona de poca cobertura vegetal, con fuertes vientos y
lluvias.

El consumo de gramíneas por caprinos ha sido discutido por varios
investigadores, quienes enfatizan el grado de preferencia exhibido por estos
animales con respecto a esta familia de plantas. Así, Wilson afirma que la cabra
prefiere el ramoneo de especies que están por encima de su cabeza, por ello la
mayoría de las partes que consumen

 son hojas de árboles y arbustos que ellas
alcanzan parándose en sus dos patas traseras. Por otro lado, el mismo
investigador afirma que la selectividad de la cabra está más afectada por la
altura y la edad de la planta que por la misma especie. Sin embargo, en el
presente trabajo se observó que un buen número de especies fueron consumidas por
la cabra después que sus frutos, semillas, hojas y flores caían al suelo.
Maydell (19) al comparar con otros rumiantes, encontró que la cabra es la
especie menos selectiva y sobre todo en los tiempos de escasez, que es cuando
amplía su gama de consumo en relación a especies y partes. McMahan (20) comparó
los hábitos alimenticios de la cabra con los de la oveja, la vaca y el venado,
observando que había una relación entre la estación del año y la preferencia por
las gramíneas, ya que la cabra consumía la mayor cantidad de gramíneas durante
la primavera. Un patrón similar de comportamiento se observó en las cabras del
presente estudio, al intensificar el consumo de gramíneas durante la primera
etapa de la estación lluviosa cuando estaban verdes y a mediados de la época
seca cuando estaban ya secas. Esto, posiblemente ocurrió debido a la brevedad
del ciclo vegetativo de estas gramíneas, en el primer caso, y a la disminución
de selectividad en la época seca, equivalente a la de escasez, tal como lo
apuntaba Maydell (19). Campbell et al (4) afirman que las cabras dejan de
consumir gramíneas cuando comienzan a rebrotar las hojas de las otras especies.
Es decir, que el hábito cambió cuando aumentó la oferta. Similares hallazgos
fueron hechos por Ngethe y Box (25) al reportar que la cabra prefiere ramonear
durante la mañana y consumir la gramínea por la tarde cuando ésta es más tosca y
seca. Los hábitos alimenticios de cabras montañesas (Oreamnos americanus)
han sido estudiados por Johnson et al (15), quienes observaron que
2/3 de las especies consumidas fueron gramíneas y ciperáceas, siendo las
primeras las de mayor importancia. Wilson et al (29) en estudios de
hábitos alimenticios encontraron que las gramíneas fueron más consumidas por las
cabras que por las ovejas. Mackenzie (1 7) afirma que la calidad de un pastoreo
se incremento cuando la cabra y la vaca utilizan la misma superficie, ya que sus
acciones se hacen complementarias. Fraps y Cory (10) van más allá de esta
afirmación al sostener que las cabras mantienen una ventaja en tiempo de escasez
debido a la amplia gama de especies que consumen.

Las leguminosas consumidas por las cabras son árboles o arbustos de los
cuales utilizan sus hojas, generalmente como brotes y los frutos muy maduros,
después de caer al suelo. De estas especies, el cují (Prosopis juliflora)
provee el fruto, consumido después de caer al suelo y cuya utilidad máxima
la alcanza durante la época seca cuando existe, relativamente, poca materia
verde. La cabra no parece hacer uso de las semillas del fruto, ya que éstas
aparecen en las heces, ya escarificadas, germinando en los corrales y sus
alrededores, cuando las condiciones de humedad lo favorecen. El contenido de PC
del fruto del cují fue de 9,88 por ciento (Tabla l). Análisis previos dieron
valores entre 9 y 13 por ciento. Se deduce que este análisis proximal sobre
estima el valor de PC que posee el fruto para el animal, ya que la preparación
de la muestra implica la molienda de todo el material, incluyendo la semilla, la
cual no parece ser utilizada por el animal y es posible que contenga una gran
cantidad de la proteína de dicha muestra. La vaina completa del cuji ha sido
utilizada en la alimentación de ovinos, a fin de sustituir el sorgo como
componente de raciones en las cuales esas vainas constituían hasta el 60 por
ciento del total de la materia seca (3). Los niveles de hasta 45 por ciento de
substitución no tuvieron efectos detrimentales sobre la ganancia en peso de esos
animales. Garza y Narváez (11) también utilizaron vainas de cují en la
alimentación de vacas Holstein, obteniendo ventajas económicas en el análisis
productivo. Sin embargo, Dollahite y Anthony (9) informan que las vainas del
cuji (específicamente la cobertura o cápsula de la semilla) afectaron el normal
funcionamiento del rumen debido a un estancamiento de dichas cápsulas en ese
compartimiento digestivo. Parece que existe una acción inhibidora sobre la
actividad celulolítica de las bacterias por parte de un azúcar contenido en la
vaina del cuji. En este estudio se encontró que sólo las hojas en brote fueron
utilizadas por la cabra, siendo poco notable la preferencia por este material.
El contenido de PC de 20,37 por ciento de estas hojas fue satisfactorio.
Martinez, citado por Buzo et al (3), enfatiza las bondades de estos
brotes como excelentes forrajes en México. Langford (16) afirma que el animal
prefiere la hoja joven del cují durante la primavera y cuando la hoja se pone
amarillenta en el otoño. Sólo un par de cabras fueron observadas consumiendo la
corteza del cují, la cual presentó un contenido de pared celular de 69,46 por
ciento. Por lo antes expuesto, la corteza no parece tener mucha importancia en
la dieta de estos animales. Es menester aclarar que la literatura se refiere a
diferentes especies de Prosopis de gran similitud morfológica, pero sin ningún
tipo de caracterización química que permita su diferenciación.

Otra leguminosa consumida por los caprinos fue el dividive (Caesalpinia
coriaria)
que, como el cují, ofrece sus brotes en la época de lluvia y su
fruta madura durante la época seca. El fruto y la madera del dividive son
utilizados como curtientes (7) y a las semillas se atribuyen propiedades
medicinales (27). González Jiménez et al (13) citan a esta planta como
consumida por caprinos y ovinos de La Guajira, pero no se indica qué parte de la
planta fue analizada. Se supone que sean los brotes, pues la muestra fue tomada
durante la época de lluvias en esa zona.

El carángano (Cassia emarginata) es una leguminosa cuyo fruto es
utilizado por el caprino de esta zona durante la época seca y posee un alto
porcentaje de PC (14,49%). El resto de las leguminosas que aparecen en la Tabla
1 son de menor importancia, debido a la baja frecuencia con que aparecieron en
los sitios de muestreo.

En la familia de las cactáceas, el cardón (Cereus griseus) contribuye
con su tallo y sus frutos a la dieta caprina. Su importancia reside en la
cantidad de agua que provee al animal durante la época seca, debido a la
naturaleza suculenta de su tallo. En las zonas del estado Lara, en donde el
recurso agua es más escaso, los criadores cortan estos tallos y los preparan
(eliminando las espinas) para facilitar su consumo. Esto mismo se practica en
explotaciones bovinas en el estado Nueva Esparta (6). Generalmente la cabra
consume la parte suculenta dejando la médula y la epidermis del tallo. En el
caso de un tallo muy joven la aparte consumida puede incluir la médula. Algunos
caprinos utilizan sus cuernos para quitar las espinas a los tallos del cardón.
Es fácil detectar los animales que han consumido esta planta, ya que
generalmente se produce una salivación espumosa en el momento de la rumia.
También al usar los cuernos éstos aparecen impregnados del material proveniente
del tallo. El fruto del cardón es también consumido por la cabra generalmente al
comienzo del invierno, cuando cae al suelo.

Otra cactácea que provee sus frutos maduros a la cabra es el
«suspiro»(Pereskia guamacho), los cuales son consumidos después de caer
al suelo, durante el receso de lluvias del mes de agosto.

El curarire (Tabebuia serratifolia), único representante de las
bignonáceas, provee a los caprinos de hojas y flores. Las hojas son consumidas
durante todo el año al ser tomadas del suelo o directamente de las ramas del
árbol. El curarire comienza su floración a finales de la época seca y una vez
que cae la flor es consumida por la cabra. A la flor se le atribuyen propiedades
galactogénicas y estrogénicas, ya que cuando las cabras las consumen aumentan la
producción de leche y entran en celo. Esto se puede explicar como la respuesta a
una buena alimentación o «flushing» que ocurre cuando la cabra, en esa época
crítica, consume dicha flor.

Dentro de la familia sapotáceas se encuentra el caimito (Bumelia
obtusifolia),
del cual los animales consumen sus frutos y hojas. En la zona
donde este árbol se presenta con mayor frecuencia, la cabra lo utiliza durante
todo el año, consumiendo el fruto y la hoja, ya sea en brote o joven
directamente del árbol o cuando ésta cae al suelo. En uno de los hatos
estudiados estos árboles señalan la ruta que la cabra toma para internarse en el
bosque, es decir, la cabra sale de la majada y entra en el bosque pasando de
caimito a caimito en la búsqueda de sustento diario, consumiendo además otras
especies en el camino descrito.

Otra especie que merece la atención es la maya (Bromelia humilis) de
la familia bromealiáceas, de la cual el animal sólo consume la punta de sus
hojas tiernas durante la época seca. A juzgar por la baja frecuencia con que
esta planta aparece en la zona y la parte consumida, se puede deducir que no
constituye una especie de mucha importancia en la dieta de los caprinos de la
zona. Algunos criadores afirman que cuando esta especie se quema en forma
controlada, permite que la cabra pueda consumir algo más que la punta de las
hojas pues las espinas pierden su rigidez, lo mismo pasa con las tunas
(Opuntia sp). Esta forma de preparación se conoce como «soasada».

En la familia capparidáceas existen tres especies que sirven de alimento a
los animales en referencia. El zorro loco (Morisonia americana) que
provee sus hojas secas que la cabra consume del suelo, sus hojas verdes
consumidas directamente del árbol, así como sus frutos maduros que eventualmente
son ingeridos por estos animales. Otra capparidácea es el boquita e’perro
(Cappatis pachaca) del cual los caprinos consumen las hojas verdes y
secas cuando estas últimas caen al suelo. Ambas son consumidas tanto en la
épocaseca como en la lluviosa. La otra especie de esta familia es el olivo
(Capparis odoratissima) cuyos frutos son eventualmente consumidos cuando
caen al suelo, a principios de la segunda época de lluvia del año, es decir,
alrededor del mes de septiembre.

De las convolvuláceas, el aritibar (Ipomoea abutiloides) presenta
características que deben considerarse. Se afirma que dicha planta es tóxica
tanto para el ganado bovino como para el ganado caprino (27). Los criadores
aseguran que los animales que consumen aritibar adquieren tal predilección por
la planta que más bien parecen adictos a su consumo. El efecto tóxico se
manifiesta como, una parálisis del tren posterior que en forma progresiva llega
a inutilizar al animal. Moussatché y Dalo (24) han estudiado el problema
ampliamente a nivel de laboratorio, utilizando caprinos como animales
experimentales, observando lo antes mencionado. Estos autores explican que los
síntomas obedecen a lesiones necróticas de las neuronas en el sistema nervioso
central.

El mayor problema causado por la planta es a nivel del rendimiento
reproductivo del hato, ya que cuando ésta afecta a los machos éstos no pueden
practicar la monta, viéndose disminuída la eficiencia reproductiva del rebaño.
Las hojas de aritibar son consumidas durante la época de lluvia, es decir,
cuando la planta presenta un desarrollo exhuberante, lo mismo que las otras
especies que el animal pudiera consumir. Esto llama la atención y obliga a
pensar que la causa de que la cabra prefiera el aritibar sea algo más que los
nutrientes que la planta posee.

La especie más relevante de las euphorbiáceas es la pringamosa (Jatropha
urens),
la cual es altamente urticante al contacto con la piel humana. El
consumo de esta planta fue eventual e inconsistente. Pareciera que la cabra
aprovechara una baja concentración del principio tóxico que produce la urticaria
para consumir las hojas jóvenes durante la época de lluvia. Deramee (8) afirma
que el consumo de este tipo de plantas y por ende de la sustancia irritante
puede originar procesos de gastroenteritis, los cuales pueden causar hasta la
muerte del animal. El autor hace notar que los criadores no estaban en
conocimiento de que la cabra consumía esta planta y mucho menos existe
información sobre este problema gastrointestinal en la zona. Blohm (2) menciona
una euphorbiácea (Euphorbia cotinifolia) que causa similares efectos
tóxicos a la piel humana. Este investigador señala que un efecto similar sobre
la mucosa gastrointestinal es causado en los animales que la consumen, a
excepción de la cabra.

Otra especie útil al criador es el sajarito (Beureria cumanensis) que
además de la hoja y el brote que brinda a la cabra durante todo el año, provee
la materia prima para la manufacturación del carbón vegetal de más alta calidad
que se produce en el estado Zulia.

El orégano (Lippia oreganoides) de la familia de las verbenáceas
también constituye parte de la dieta diaria de estas cabras durante la época
seca, preferiblemente, y es una de las plantas más comunes en la región
caprina venezolana (18). En el estado Falcón existe la creencia de que el
animal alimentado con esta planta ofrece una carne de mejor sabor al consumidor.
También Carrera y Cano Blake (5) reportan esta planta como parte de la dieta del
caprino en la zona norte de México.

Una sola especie representante de las asclepiadáceas, el algodón de seda
(Calotropis procera) fue consumida por los caprinos en la época seca.
Esta especie está reportada como una planta venenosa que contiene un estimulante
cardíaco, la calotropina, de una gran potencia que puede llegar a causar la
muerte (26).

Por último se menciona un árbol cuyo nombre común es gateado (Astronium
graveolens),
de la familia anarcardiácea, que eventualmente sirve de
alimento a la cabra durante la época seca. Esta especie provee sus hojas al
animal, las que poseen propiedades aromáticas y sirvieron en la región como
empaque de un tipo de queso blando sin curar llamado «cuajada».

CONCLUSION

1 . Los caprinos de la zona estudiada consumen aproximadamente 38 especies
vegetales, de las cuales el 74 por ciento son árboles y arbustos.

 

2. El caimito (Bumelia obtusifolia) constituyó una de las plantas
más comunes en la dieta del caprino a través de todo el año.

3. Las partes de las plantas consumidas por las cabras fueron hojas, flores,
frutos y semillas.

4. Las hojas, tanto en brotes como ya formadas y/o caídas, constituyeron la
parte más consumida por la cabra.

5. El 87 por ciento de las muestras estudiadas sobrepasó el 7 por ciento en
contenido de proteína cruda, ocupando un intervalo de valores entre 4,93 y 32,23
por ciento. .

RECOMENDACIONES

1. Utilizar técnicas más apropiadas, tales como el uso de animales fistulados
en el esófago, con el fin de refinar las observaciones hechas y estimar con
mayor fidelidad la cantidad y la calidad de lo consumido.

2. Fomentar la propagación y mantenimiento de especies vegetales que ayuden a
mejorar la disponibilidad del suministro alimenticio del caprino.

3. Iniciar campañas erradicadoras de las especies dañinas o potencialmente
tóxicas a la cabra.

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LITERATURA CITADA

  1. AOAC. Official Methods of Analysis of the Association of
    Official Agricultural chemist. Washington D.C. 1965.

  2. BLOHM, H. Poisonous plants of Venezuela. Wissenschaftliche
    Verlagsgesellschaft. Stuttgart, Germany. 1962.

  3. BUZO, J., R. AVILA y F.O. BRAVO. Efecto de la
    substitución progresiva de sorgo por vaina de mezquite en la alimentación
    de los borregos. Técnica Pecuaria en México, 20: 23. 1972.

  4. CAMPBELL, O.P., J. P. EBERSOHN y H. H. von BROEMBSEN. Browsing by goats
    and its effects on the vegetation. Herbage Abstracts 32: 273. 1962.

  5. CARRERA, C. y J. CANO BLAKE. Plantas aprovechadas por el ganado caprino en
    una zona de matorral desértico y su análisis proximal. XI Informe de
    Investigación del ITESM. Monterrey, México. 1969.

  6. CASTILLO CASTILLO, J. A. Estudio del sector Sur-Oriental de la Isla de
    Margarita. Dir. Rec. Nat. Renov. MAC. Venezuela. 1970.

  7. COROTHIE, H. Maderas de Venezuela (sin editorial). Caracas. Venezuela.
    1948.

  8. DERAMEE, 0. L’Elevage du Mouton en Afrique Centrale. Centre de
    Documentation Economique et Sociale Africaine. Monographies Documentaires.
    Fasc. 1. Bruxelles. Belgique. 1967.

  9. DOLLAHITE, J. W. y W. V. ANTHONY. Malnutrición in cattle on an unbalanced
    diet of mexquite beans. Prog. Rep. 1931. Texas Agric. Exp. Sta. 1957.

  10. FRAPS, G. S. y V. L. CORY. Composition and utilization of range vegetation
    of Sutton and Edwards Counties. Texas Agric. Exp. Stat. Bull. 586. 1940.

  11. GARZA, C. U. y J. NARVAEZ. El mezquite y el guajillo en la
    alimentación del ganado holandés en crecimiento. Bol. Téc. GESA, Universidad
    de Coahuila. México. 1963.

  12. GOERING, H. K. and P. J. VAN SOEST. Forage fiber analyses. Agriculture
    Handbook No 379. Agricultural Research Service. USDA. 1970.

  13. GONZALEZ JIMENEZ, E., E. CAPO DE BLANCO Y B.TRUJILLO. Notas sobre el
    estudio de los forrajes más apetecidos por ovinos y caprinos en La Guajira.
    6as. Jornadas Agronómicas. Maracaibo, Venezuela. 1966.

  14. HERNANDEZ A., l. La explotación caprina en el distrito Urdaneta,
    estado Zulia, Venezuela. Revista de la Facultad de Agronomía. LUZ. 2:
    30. 1972.

  15. JOHNSON, B. K., R. D. SCHULTZ y J. A. BAILEY. Summer forages of mountain
    goats in the Sawatch Range, Colorado. J. Wildl. Managem. 42: 636. 1978.

  16. LANGFORD, R. Uses of mesquite. In Literature on the mesquite (Prosopis
    L.) of North America an Annotated Bibliography. Internacional Center for
    Arid and Semi-Arid Land Studies Texas Tech University. 1969.

  17. MACKENZIE, D. Goat Husbandry. Faber and Faber Ltd. London. 1970.

  18. MARTINEZ, J., G. DURAND, J. CASTILLO y 0. GARCIA. Preferencia y
    análisis proximál en plantas consumidas por el ganado caprino en el campo
    experimental Loma de León. Prog. Nal. lnv. Ovinos y Caprinos. Bol. lnf.
    No 2 (mimeo) MAC. Venezuela. 1972.

  19. MAYDELL, H. J von. Effect of goat husbandry of forest and range
    ecosystems. Plant Research and Development. 12: 98. 1980.

  20. MCMAHAN, C.A. Comparative food habits of deer and three classes of
    livestock. J. Wildl. Manage. 28: 798. 1964.

  21. MILFORD, R. E. y K. P. HAYDOCK. The nutritive value of protein in
    subtropical pasture species grown in Southeast Queensland. Australian J. Exp.
    Agric. Anim. Husb. 5: 13. 1965.

  22. MILFORD, R. y D. J. MINSON. lntake of tropical pasture species. Proceeding
    of the 9th Internacional Grassland Congress, Sao Paulo, Brasil. 1966.

  23. MINSON, D. J. y R. MILFORD. The voluntary intake and digestibility
    of diets containing different proportoin of legume and mature Pangola grass
    (Digitaria decumbens). Australian J. Exp. Agr. and Anim. Husb.
    7: 546. 1967.

  24. MOUSSATCHE, H. y N. DALO. Acción tóxica de las plantas del género
    Ipomoea Rev. Univ. Centro Occ. 6: 25-39. 1978.

  25. NGETHE, J. C. y T. W. BOX. Botanical composition of eland and goat diets
    on an acacia-grassland community in Kenya. J. Range Manage. 29: 290.
    1976.

  26. OAKES, A. J. y J. 0. BUTCHER. Plantas venenosas y dañinas de las Islas
    Vírgenes de los Estados Unidos. Pub. Misc. No 882. CRAT. AID.
    México. 1971.

  27. SCHNEE, L. Plantas comunes de Venezuela. Rev. Fac. Agron., Universidad
    Cenlral de Venezuela. 3: 1. 1960.

  28. WILSON, P. N. Studies of the browsing and reproductive behavior of the
    East African dwarf goat. East Afr. Agric. J. 23: 138. 1957.

  29. WILSON, A. D., J. H. LEIGH, N. L. HINDLEY y W.E. MULHAM. Comparison of the
    diets of goats and sheepon a Casuarina Cristata-Heterodendrum oleiofolium
    woodland community in Western New South Wales. Australian J. Exp. Agric.
    Anim. Husb. 15: 45. 1975 .

Estudio del pastoreo de cabras

3.1. LOCALIZACIÓN DEL ÁREA DE ESTUDIO

3.1.1. Lugar del estudio

El lugar de estudio está ubicado en el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA) “Las Brujas” localizado en ruta 48 Km. 45 zona Melilla departamento de Canelones, Uruguay.

La precipitación promedio anual es 1000 mm. presentando el terreno un exceso de agua anual de 175 mm., déficit de anual de 25 mm. y una capacidad de almacenamiento de 200 mm.. Los suelos originados sobre la Formación Libertad pertenecen a la Unidad Toledo caracterizada por Brunosoles Éutricos y Subéuticos, Típicos y Lúvicos y Argisoles Subéutricos Melánicos Ócricos y Abrúpticos (Bossi, et al. 1975 ; Durán, 1991 ; Uruguay, 1976).

3.1.2. Período de muestreo y condiciones climáticas

Los muestreo se realizaron desde el 28 de Abril hasta el 12 de Junio de 1997. La etapa comprendida entre el 28 de Abril y el 16 de Mayo se caracterizó por la carencia de lluvias, temperaturas medias de 25 ºC, lo cual produce una situación de sequía grave que se venia manifestando con 3 a 4 meses de antelación, denominándose por esta causa como “período seco” o período uno (1).

Por otra parte, desde el 16 al 25 de Mayo se produce abundante lluvia existiendo cambio en las características de la vegetación del tapiz, determinando que la segunda etapa de muestreo desde el 26 de Mayo hasta el 12 de Junio sea considerado como período influenciado por las lluvias, “período lluvioso” o período dos (2) presentando temperaturas mínimas de 4 ºC y máximas de 15 ºC, observándose el aumento de la humedad y velocidad de vientos que determina una sensación ambiente fría y húmeda.

3.2. DESCRIPCIÓN DEL ÁREA DE MUESTREO

3.2.1. Área del potrero

El potrero tiene una distribución heterogénea de la vegetación sobre el tapiz (Figura 3.1.). Las especies arbóreas nativas se consolidan en las márgenes de las cañadas con un dominio del espinillo (Acacia caven) y coronilla (Scutia buxifolia), mientras que las arbustivas están representadas fundamentalmente por Compuestas (Baccharis coridifolia, B. articulata, B. punctulata, B. trimera y Eupatorium buniifolium) y Umbelífera (Eryngium Horridum) concentrándose en la franja de transición hacia zonas de pasturas donde dominan las gramíneas de las tribu Stípea (Stipa. charruana, S. hyalina, S. setigera y S. papposa), Panícea (Paspalum. notatum, P. dilatatum y Axonopus spp.) y Chlorídea (Cynodon dactylon).

Las cañadas y aguadas tienen un flujo muy bajo a medio de agua que produce su estancamiento, por ésta causa no representan un impedimento importante para el traslado de los animales por el potrero. No existe elevaciones ni cambios abruptos en la topografía pudiéndose observar todo el potrero desde cualquier punto del mismo, las cotas mas alto se encuentran en los sectores 8 y 27 y las mas bajos en los sectores 9-17 y 10-18 próximo a la salida de la cañada principal (Figura 3.1.).

Figura 3.1. Mapa de localización del área de muestreo

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3.2.2. Zonas de exclusión

3.2.2.1. Zona I

La zona I correspondiente al sector 1 del potrero tiene una superficie de 2500 m² y una vegetación integrada por gramíneas perteneciente a las tribus Chlorídea (Cynodon dactylon), Panícea (Paspalum notatum, Axonopus spp. y Stenotaphrum secundatum), Stípea (Stipa hyalina, S. charruana, S. setigera y S. papposa) y Andropogónea (Bothiochoa laguroides, Coelorachis selloana y Schizachyrium spp.) secundadas por hierbas y arbustos de escaso porte formando, el estrato medio del tapiz.

Al inicio de los muestreos la pastura presentó un estado fenológico general avanzado de las especies estivales y un bajo desarrollo vegetativo en las especies invernales determinando la acumulación de material seco senescente. El agua fue accesible por los animales, no disponiendo en la zona de ningún abrigo o refugio. Los períodos de muestreo fueron entre el 6 y 8 de Mayo (período uno) y entre el 3 y 5 de Junio (período dos).

3.2.2.2. Zona II

La zona II correspondiente al sector 15 del potrero con igual superficie que la zona anterior, presenta una vegetación integrada por las tribus de gramíneas Stípeas (Piptochaetium montevidense, P. stipoides, Stipa hyalina, S. charruana, S. setigera), Chlorideas (Cynodon dactylon) y Paniceas (Axonopus spp., Paspalum spp.), además de herbáceas (malezas mayores) y arbóreas (principalmente Acacia caven). Existe una menor acumulación de material senescente respecto a zona I debido a una menor presión de pastoreo. Los períodos de muestreo fueron desde el 29 de Abril al 1 de Mayo (período uno) y del 27 al 29 de Mayo (período dos).

3.2.2.3. Zona III

La zona III ubicada en potrero mas grande presenta subpastoreo que determina el aumento del porte de arbustivas. De este modo la zona se caracteriza por una importante presencia de árboles (Acacia caven y Scutia buxifolia) y arbustos (Baccharis spp.) en detrimento de la cantidad de gramíneas que están representadas en su mayoría por Stípeas (Piptochaetium montevidense, P. stipoides.) y Paníceas (Axonopus spp. y Paspalum spp.). Los períodos de muestreo van desde el 13 al 16 de Mayo (período uno) y del 10 al 13 de Junio (período dos).

3.3. DESCRIPCIÓN DE LOS ANIMALES

Los animales del hato utilizados en los muestreos a nivel de potrero fueron cabras lecheras pertenecientes a las razas Anglo Nubia (de procedencia Argentina caracterizados por pelaje corto y fino y colores variados existiendo animales astados y mochos, frente convexa, orejas grandes y pendulares), Saanen (caracterizado por un pelaje fino y corto de color blanco) y animales cruza (Arbiza, 1986). Al inicio de los muestreo estaban dentro del primer mes de gestación. El hato cuenta aproximadamente con 70 animales, número que fluctuó debido a problemas sanitarios.

Los animales utilizados en los muestreos de las zonas de exclusiones son tres ; el animal A es Nubia pura preñada de 7 años, el animal B es Nubia cruza preñada de 4 años y el animal C es Saanen cruza preñada de 2 a 3 años. Por otra parte se seleccionan tres hembras mas (Saanen puros y Saanen cruza) con la tarea de acompañamiento a los animales muestreados.

3.4. PROCEDIMIENTO EN LOS MUESTREO DE ACTIVIDADES

3.4.1 Muestreo del hato

El potrero de 7 ha. esta remarcado en forma cuadricular (50 x 50 m.) totalizando 30 sectores debidamente numerados (Figura 3.1.), donde permanece el hato durante todo el día mientras dura el período de muestreo. La recopilación de datos dentro del potrero dura desde la hora oficial de salida del sol hasta su puesta, una vez por semana durante 5 semanas desde el 5 de Mayo hasta el 9 de Junio.

Durante el período de evaluación se identifican actividad de pastoreo echado (EP), pastoreo parado(PP) que incluyen ramoneo (Ra) y pastoreo (Pa), caminando (C) cuando se realiza como única actividad, rumiación echado (ER), rumiación parado (PR), ocioso echado (EO) donde la cabra esta echada y no realiza movimientos de mandíbula, ocioso parado (PO) y bebiendo (B); todas éstas actividades son debidamente registradas con su hora de su inicio y tiempo de duración, simultáneamente se identifica durante la acción de la actividad los sectores ocupados por las cabras.

En caso de actividades que duran un extenso período o una larga transición a otra actividad se hacen conteos periódicos de los animales en las distintas actividades. Durante la actividad de pastoreo se considera el número de animales pastoreando y ramoneando de forma separada.

3.4.2. Muestreos en las zonas

Se realiza el relevamiento de información durante 3 días por semana desde la hora oficial de salida hasta la puesta del sol. Durante el período de evaluación se identifican las actividad de pastoreo parado (PP) que incluye ramoneo (Ra) y pastoreo (Pa), pastoreo echado (EP), rumiando parado (PR), rumiando echado (ER), ocioso echado (EO), ocioso parado (PO) y bebiendo (B) y caminando (C) ; realizándose en todas las actividades el registro de la hora de inicio y período de duración, al tiempo que se determina durante cada actividad las áreas ocupadas por el hato. Durante el análisis de los datos la posición echada y parada de las actividades son sumadas y tratadas en forma conjunta.

3.5. PROCEDIMIENTO PARA LA RECOLECCIÓN DE MUESTRAS

La recolección de muestras de alimento consumido por los animales a través del “Método de hand plucking” mencionado por Mannetje (1976) se realizó para cada animal dos veces al día (por la mañana y tarde) con una duración de 20 min. y 10 min. respectivamente dividido en 2 períodos. El muestreo de la mañana comienza 1 hora después del amanecer en 2 vueltas rotativas entre animales de 10 min. y el muestreo de la tarde comienza 45 a 90 min. del inicio de la cosecha de forraje después del medio día mediante 2 vueltas rotativas de 5 min.. El procedimiento de la recolección equivalente a lo ingerido por los animales es realizado en los 3 días de cada zona.

El material de cada animal y para cada semana manejado por separado se reúne 2 de los 3 días, mientras que el tercero es separado en materia seca y verde. En todas las muestra se menciona las especies que la componen y se pesa en fresco, procediendo posteriormente al secado y a la conservación adecuada del material para posteriores análisis.

3.6. DETERMINACIÓN DE LA COMPOSICIÓN EN LA VEGETACIÓN

3.6.1. Determinación de la composición botánica

La composición botánica es determinada con la supervisión de Ing. Agr. J. C. Millot integrante del Departamento de Producción Animal y Pasturas en la Facultad de Agronomía, identificando las especies, sus características coyunturales bajo las condiciones presentes y haciéndose un complemento de la información con el uso de bibliografía acreditada. Estas determinaciones son realizado en Marzo de 1998.

3.6.1.1. Criterios de contribución y frecuencia de las especies

La contribución fue cuantificada en forma relativa como el área ocupada por las especies en el estrato bajo. La contribución relativa de las especies en la biomasa aérea esta definido como el porcentaje del área ocupada por éstas en el estrato bajo de la zona correspondiente ponderada por la biomasa aérea estimada. El proceso se llevo a cabo mediante lanzamientos de cuadros (25×25 cm.) al azar donde se cuantifica el área ocupada por cada especie y por ende la identificación de las especies, haciéndose un registro de las especies presentes y ausentes. Esto permite determinar la frecuencia relativa de las especies que es definida como la presencia de las especies en los cuadros de muestreo (625 cm²) siendo el porcentaje del área ocupada por éstas en el estrato bajo de la zona correspondiente.

En caso de especies del estrato medio que no permite el uso del método antes descripto, se determino la contribución de las especies como porcentaje del área ocupada en la zona correspondiente (II o III). El método es mediante 30 mediciones en áreas de 1 m² tomadas al azar determinándose el área ocupada por las especies del estrato medio.

3.6.1.2. Criterios de dominancia

Los criterios de dominancia en la abundancia y frecuencia relativa de las especies fueron a partir de los valores relativos de abundancia y frecuencia (ocurrencia espacial) de las especies ordenados decrecientemente y dividiéndose en 5 clases parcialmente equidistantes entre el valor máximo (considerando las 3 zonas en conjunto) y cero. Luego se procede a la identificación de cada especie con la categoría de 1) dominancia, 2) codominancia, 3) subdominancia, 4) subsubdominancia y 5) subordinado. Igual procedimiento se utilizó para la determinación de grados de dominancia en caso de la frecuencia relativa (Cuadro 3.1.).

Cuadro 3.1. Grado de dominancia (%) de las especies en el estrato bajo del tapiz según (a) abundancia y (b) frecuencia

Dominante (D)

22,8% a 28,5%

Codominante (CD)

17,1% a 22,8%

Subdominante (SD)

11,4% a 17,1%

Subsubdominante (SS)

5,0% a 11,4%

Subordinada (SB)

0% a 5%

(b) _ Grado de dominancia específica (%) en Frecuencia Relativa de las especies

Dominante (D)

12,5% a 15,5%

Codominante (CD)

9,5% a 12,5%

Subdominante (SD)

6,5% a 9,5%

Subsubdominante (SS)

3,5% a 6,5%

Subordinada (SB)

0% a 3,5%

3.6.2. Mediciones de la vegetación

3.6.2.1. Determinación de disponibilidades en pasturas

Las disponibilidades es determinada para la zona I, II y III en los período uno y dos antes del ingreso de los animales a la exclusión. Se realizaron los cortes (a 1 cm de altura) y recolección de 10 cuadros (25x25cm.) lanzados al azar procediendo a la separación de todo el material en verde y seco, luego fue pesado, secado y debidamente almacenado para posteriores análisis. En análisis de laboratorio (PC, FDN, FDA y C) se utilizan los mismos procedimientos que con las muestras colectadas de los animales (ver ítem 3.5.).

3.6.2.2. Cuantificación de árboles y arbustos

La contribución de los arbustos es realizada para las zonas II y III en forma porcentual respecto al área ocupada debido a su porte que impide su inclusión con el estrato bajo. Contribución porcentual del estrato medio se define como porcentaje ocupado por las especies en el área total de la zona correspondiente (ver ítem 3.4.1.1.).

En el caso de especies arbóreas previamente se realiza una escala que va en aumento del 1 al 5 en los árboles de espinillo (Acacia caven) y coronilla (Scutia buxifolia) Los árboles son contados por sector del potrero y zona de exclusión e identificándolos dentro de la categoría correspondiente.

Para la tipificación de las categorías es tomado como criterio el número de ramas procediendo al conteo de ramas primarias y secundarias. También se considera el tamaño de copa hasta la altura de 2 m. y espesor de follaje.

Para la determinación con mayor precisión la disponibilidad del follaje de Acacia caven se considera un número determinado de ramas secundarias o terciarias representativas a la escala y se cortan con un diámetro de 0,5 cm. lo cual es sugerido por Mannetje, (1976) en el caso de especies arbóreas que no son las aquí señaladas, posteriormente son separados las hojas del tallo para la estimación de la materia seca y la realización de análisis químicos. El procedimiento para la determinación de disponibilidad de especies arbóreas es realizado solo en una ocasión antes de iniciar los muestreo.

3.7. ANÁLISIS QUÍMICO DE LAS MUESTRAS

Las muestras recolectas a campo de las cabras 1, 2 y 3 son separadas por períodos uno y dos, según tipo de materia seca y verde resumiéndose a 45 muestras para los análisis químicos, determinándose la materia seca (%MS) por medio de la colocación de las muestras en estufa de secado durante 24 a 36 horas a 56ºC y posteriormente a 105ºC por 3 horas. Para determinar la ceniza (%C) las muestras fueron incineradas a 550ºC durante 3 horas (AOAC, 1970). La fibra detergente neutro (%FDN) y fibra detergente ácida (%FDA) fueron determinadas mediante las técnicas descritas por Goering y Van Soest (1970) y el contenido de proteína cruda (%PC) mediante el método de Macro Kjeildahl.

3.8. ANÁLISIS ESTADÍSTICO DE LOS DATOS

El programa estadístico utilizado es S.A.S. (versión 6.12.), realizándose análisis de varianza sobre los datos de composición química (PC, FDN, FDA y C) del forraje disponible y el consumido por los animales y los tiempos utilizados por las cabras en las actividades (ingestión de alimento, rumia, caminar, ocio y beber agua) según los períodos (1 y 2), las zonas (1, 2 y 3) y las interacciones ; considerándose los datos de los 3 animales como repeticiones. Cuando la interacción período por zona es significativa se analiza el efecto de la zona para cada período y de éstos en cada zona. También se realiza la prueba de diferencia de mínima significativa (DMS) para comparar pares de media.

Especies vegetales para el pastoreo

COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y ACTIVIDADES DE CABRAS EN PASTOREO SOBRE CAMPO NATURAL

goats

7. ANEXOS

Autora: Laura Pérez

Egresada de la Facultad de Agronomía de la República Oriental del Uruguay en 1998 con el título de Ingeniera Agrónoma especializada en Agricultura y lechería con una

profundización en el área de lechería vacuna y caprina.

En 1998 realizó una profundización en el tema del “Comportamiento Alimentario y Actividades de Cabras sobre Campo Natural” (ademas de otros trabajos de investigación) apoyado este estudio por la Facultad de Agronomía de la República y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA). Dentro de este marco la autora pone a disposición de Capra lo más concluyente de esa investigación.

Para consultas sobre el tema dirigirse a:e.mail: LPerez500@hotmail.com

Anexo. Cuadro 1. Características de las especies presentes en el potrero (May et al., 1990 ; Millot, com. pers. ; Rosengurtt, 1979)

nº †
Nombre botánico
Nombre
vulgar
Hábito de
vida y Ciclo
de producción
Tipo productivo
Familia
o
Tribu
1
Acacia caven
espinillo
Caduca E

Mimosoidea
2
Celtis spinosa
tala
Caduca E

Ulmácea
4
Scutia buxifolia
coronilla
Perenne E

Rhamácea
5
Schinus poligama
molle
Perenne E

Anacardácea
6
Baccharis articulata
carquejilla
E subarb.
M. mayor
Compuesta
7
Baccharis coridifolia
mio mio
PE subarb.
M. mayor
Compuesta
8
Baccharis dracunculifolia

PE arbusto
M. mayor
Compuesta
9
Baccharis notosergila
chirca de escoba
PE subarb.
M. mayor
Compuesta
10
Baccharis punctulata
chirca
E arbusto
M. mayor
Compuesta
11
Baccharis trimera
carqueja
PE subarb.
M. mayor
Compuesta
12
Cardus acanthoides
cardo ruso
AI subarb.
M. mayor
Compuesta
13
Cirsium vulgare
cardo negro
AI subarb.
M. mayor
Compuesta
14
Eupatorium buniifolium
chirca
PE arbusto
M. mayor
Compuesta
15
Eryngium horridum
cardilla
PI subarb.-tuber.
M. mayor
Umbelífera
16
Aira elegants

AI
O-M. enana
Avénea
17
Chaptalia arechavaletae

PI (arrocet.)
M enana o menor
Compuesta
18
Dichondra serica
oreja de ratón
PE (estol.)
M. enana
Convulvulácea
19
Eryngium nudicaule
cardo corredor
PI subarrocet.
M. enana
Umbelífera
20
Oxalis pudica
macachín
PI (bulb.)
M. enana
Oxalidácea
21
Phyla canescens

PE (estol.)
M enana

22
Verbena montevidensis

PE
M menor
Verbenácea
23
Vulpia australis
vulpia
AI
O-M. enana
Festúcea
24
Juncus capillaceus
junquillo
PE (cesp.)
M. menor
Juncácea
25
Adesmia bicolor
babosita
PI (estol.)
T
Leguminosa
26
Agrostis montevidensis

PI (cesp.)
T
Agrostídea
27
Andropogon ternatus

PE (cesp.)
T-O
Andropogónea
28
Aristida spp. ¬
flechilla
PI (cesp.)
O a D
Aristídea
29
Axonopus spp. ­

PE(estol.)
T a O
Panícea
30
Bothiochoa laguroides

PE(cesp.)
O
Andropogónea
31
Briza spp. ®

AI
T
Festúcea
32
Carex bonariensis

PI (rizom.)
O
Cyperácea
33
Coelorachis selloana
cola de lagarto
PE (cesp.)
T
Andropogónea
34
Cyperus spp. ¯

PE (cesp.)
O
Cyperácea
35
Cynodon dactylon
gramilla
PE (rizom-estol.)
O
Chlorídea
Anexo. Cuadro 1. Características de las especies presentes en el potrero (May et al., 1990 ; Millot, com. pers. ; Rosengurtt, 1979) (continuación)

nº †
Nombre botánico
Nombre
vulgar
Hábito de
vida y Ciclo
de producción
Tipo productivo
Familia
o
Tribu
36
Desmanthus depressus

PE (xylop.)
O
Leguminosa
37
Holcus lanatus
holcus
PI (cesp.)
T
Avénea
38
Juncus imbricatus
junquillo
PE (cesp.)
O
Juncácea
40
Paspalum dilatatum
pasto miel
PE (cesp.)
F
Panícea
41
Paspalum notatum
gramilla horqueta
PE (estol.)
T
Panícea
42
Piptochaetium montevidense
pelo de chancho
PI (cesp.)
T a O
Stípea
43
Piptochaetium stipoides

PI (cesp.)
T
Stípea
44
Richardia brasiliensis

PE
M enana
Rubiácea
45
Schizachyrium spp. °

PE (cesp.)
O casi enana
Andropogónea
46
Setaria geniculata
cola de zorro
PE (cesp.)
T
Poea
47
Sporobolus indicus

PE (cesp.)
O a D
Chlorídea
48
Stenotaphrum secundatum
gramillón
PE (estol.)
T
Panícea
49
Stipa charruana
espartillo
PI (cesp-maciega)
D
Stípea
50
Stipa hyalina
flechilla mansa
PI (cesp.)
T
Stípea
51
Stipa papposa
flechilla
PI (cesp.)
O
Stípea
52
Stipa setigera
flechilla
PI (cesp.)
T a F
Stípea
53
Apio electofilum

I

Umbelífera
54
Cuphea clutinosa

PI (rizom.)
M. menor
Lythrácea
 Aristida spp. (A. filifolia y A. uruguayensis) ; ‚ Axonopus spp. (A. affinis y A. compresus) ; ƒ Briza spp. (B. maxima y B. minor) ; „ Cyperus spp. (C. eragrostis y C. reflexus) ; … Schizachyrium spp. (S. spicatum y S. microstachyum).

† nº = número de referencia de las especies.

_ subarb. = subarbustivo ; tuber. = tuberosa ; arrocet. = arrocetada ; subarroc. = subarrocetada ; estol. = estolonífera ; bulb. = bulbosa ; cesp. = cespitosa ; rizom. = rizomatosa ; xylop. = xylopodium. M= maleza ; I = invernal ; E= estival ;
A = anual ; P= perenne. T = tierno ; D = duro ; O = ordinario.

Anexo. Cuadro 2. Características de las especies presentes en la zona de exclusión I (May et al., 1990; Millot, com. pers.; Rosengurtt, 1979)

nº …
Nombre botánico
Nombre
vulgar
Hábito de
vida y Ciclo de producción
Tipo productivo
Familia
o
Tribu
11
Baccharis trimera
carqueja
PE subarb.
M. mayor
Compuesta
12
Cardus acanthoides
cardo ruso
AI subarb.
M. mayor
Compuesta
14
Eupatorium buniifolium
chirca
PE arbust.
M. mayor
Compuesta
15
Eryngium horridum
cardilla
PI subarb.- tuber.
M. mayor
Umbelífera
16
Aira elegants

AI
O-M. enana
Avénea
18
Dichondra serica
oreja de ratón
PE (estol.)
M. enana
Convulvulácea
19
Eryngium nudicaule
cardo corredor
PI subarrocet.
M. enana
Umbelífera
20
Oxalis pudica
macachín
PI (bulb.)
M. enana
Oxalidácea
23
Vulpia australis
vulpia
AI
O-M. enana
Festúcea
24
Juncus capillaceus
junquillo
PE (cesp.)
M. menor
Juncácea
28
Aristida spp. ¬
flechilla
PI (cesp.)
O a D
Aristídea
29
Axonopus spp. ­

PE (estol.)
T a O
Panícea
30
Bothiochoa laguroides

PE (cesp.)
O
Andropogónea
31
Briza spp. ®

AI
T
Festúcea
32
Carex bonariensis

PI (rizom.)
O
Cyperácea
33
Coelorachis selloana
cola de lagarto
PE (cesp.)
T
Andropogónea
35
Cynodon dactylon
gramilla
PE (rizom.-estol.)
O
Chlorídea
37
Holcus lanatus
holcus
PI (cesp.)
T
Avénea
38
Juncus imbricatus
junquillo
PE (cesp.)
O
Juncácea
40
Paspalum dilatatum
pasto miel
PE (cesp.)
F
Panícea
41
Paspalum notatum
gramilla horqueta
PE (estol.)
T
Panícea
42
Piptochaetium montevidense
pelo de chancho
PI (cesp.)
T a O
Stípea
43
Piptochaetium stipoides

PI (cesp.)
T
Stípea
44
Richardia brasiliensis

PE
M enana
Rubiácea
45
Schizachyrium spp. ¯

PE (cesp.)
O casi enana
Andropogónea
47
Sporobolus indicus

PE (cesp.)
O a D
Chlorídea
48
Stenotaphrum secundatum
gramillón
PE (estol.)
T
Panícea
49
Stipa charruana
espartillo
PI (cesp-maciega)
D
Stípea
50
Stipa hyalina
flechilla mansa
PI (cesp.)
T
Stípea
51
Stipa papposa
flechilla
PI (cesp.)
O
Stípea
52
Stipa setigera
flechilla
PI (cesp.)
T a F
Stípea
53
Apio electofilum

I

Umbelífera
54
Cuphea clutinosa

PI (rizom.)
M. menor
Lythrácea
¬ Aristida spp. (A. filifolia y A. uruguayensis) ; ­ Axonopus spp. (A. affinis y A. compresus) ; ® Briza spp. (B. maxima y B. minor) ; ¯ Schizachyrium spp. (S. spicatum y S. microstachyum).

… nº = número de referencia de las especies.

_ subarb. = subarbustivo ; tuber. = tuberosa ; arrocet. = arrocetada ; subarroc. = subarrocetada ; estol.= estolonífera ; bulb.= bulbosa ; cesp.= cespitosa ; rizom.= rizomatosa. M= maleza ; I = invernal ; E= estival ; A = anual ; P = perenne.
T = tierno ; D = duro ; O = ordinario.

Anexo. Cuadro 3. Características de las especies presentes en la zona de exclusión II (May et al., 1990; Millot, com. pers.; Rosengurtt, 1979)

nº …
Nombre botánico
Nombre
vulgar
Hábito de
vida y Ciclo de producción
Tipo productivo
Familia
o
Tribu

1
Acacia caven
espinillo
Caduca E

Mimosoidea

2
Celtis spinosa
tala
Caduca E

Ulmácea

4
Scutia buxifolia
coronilla
Perenne E

Rhamácea

5
Schinus poligama
molle
Perenne

Anacardácea

7
Baccharis coridifolia
mio mio
PE subarb.
M. mayor
Compuesta

11
Baccharis trimera
carqueja
PE subarb.
M. mayor
Compuesta

13
Cirsium vulgare
cardo negro
AI subarb.
M. mayor
Compuesta

15
Eryngium horridum
cardilla
PI subarb. -tuber.
M. mayor
Umbelífera

17
Chaptalia arechavaletae

PI (arrocet.)
M enana o menor
Compuesta
21
Phyla canescens

PE (estol.)
M enana

22
Verbena montevidensis

PE
M menor
Verbenácea

25
Adesmia bicolor
babosita
PI (estol.)
T
Leguminosa

27
Andropogon ternatus

PE (cesp.)
T-O
Andropogónea

28
Aristida spp. ¬
flechilla
PI (cesp.)
O a D
Aristídea

29
Axonopus spp. ­

PE(estol.)
T a O
Panícea

30
Bothiochoa laguroides

PE(cesp.)
O
Andropogónea

31
Briza spp. ®

AI
T
Festúcea

32
Carex bonariensis

PI (rizom.)
O
Cyperácea

33
Coelorachis selloana
cola de lagarto
PE (cesp.)
T
Andropogónea

34
Cyperus spp. ¯

PE (cesp.)
O
Cyperácea

35
Cynodon dactylon
gramilla
PE (rizom.-estol.)
O
Chlorídea

36
Desmanthus depressus

PE (xylop.)
O
Leguminosa

37
Holcus lanatus
holcus
PI (cesp.)
T
Avénea

38
Juncus imbricatus
junquillo
PE (cesp.)
O
Juncácea

40
Paspalum dilatatum
pasto miel
PE (cesp.)
F
Panícea

41
Paspalum notatum
gramilla horqueta
PE (estol.)
T
Panícea

42
Piptochaetium montevidense
pelo de chancho
PI (cesp.)
T a O
Stípea

43
Piptochaetium stipoides

PI (cesp.)
T
Stípea

44
Richardia brasiliensis

PE
M. enana
Rubiácea

49
Stipa charruana
espartillo
PI (cesp-maciega)
D
Stípea

50
Stipa hyalina
flechilla mansa
PI (cesp.)
T
Stípea

51
Stipa papposa
flechilla
PI (cesp.)
O
Stípea

52
Stipa setigera
flechilla
PI (cesp.)
T a F
Stípea

¬ Aristida spp. (A. filifolia y A. uruguayensis) ; ­ Axonopus spp. (A. affinis y A. compresus) ; ® Briza spp. (B. maxima y B. minor) ; ¯ Cyperus spp. (C. eragrostis y C. reflexus).

… nº = número de referencia de las especies.

_ subarb. = subarbustivo ; tuber. = tuberosa ; arrocet. = arrocetada ; subarroc. = subarrocetada ; estol. = estolonífera ; bulb. = bulbosa ; cesp. = cespitosa ; rizom. = rizomatosa ; xylop. = xylopodium. M = maleza ; I = invernal ; E= estival ;
A = anual ; P= perenne. T= tierno ; D = duro ; O = ordinario.

Anexo. Cuadro 4. Características de las especies presentes en la zona de exclusión III (May et al., 1990; Millot, com. pers.; Rosengurtt, 1979)


Nombre botánico
Nombre
vulgar
Hábito de
vida y Ciclo de producción
Tipo productivo
Familia
o
Tribu

1
Acacia caven
espinillo
Caduca E

Mimosoidea

2
Celtis spinosa
tala
Caduca E

Ulmácea

3
Pyracantha coccinea
cratego

Rosácea

4
Scutia buxifolia
coronilla
Perenne E

Rhamácea

5
Schinus poligama
molle
Perenne

Anacardácea

8
Baccharis dracunculifolia

PE arbusto
M. mayor
Compuesta

9
Baccharis notosergila
chirca de escoba
PE subarb.
M. mayor
Compuesta

10
Baccharis punctulata
chirca
E arbusto
M. mayor
Compuesta

11
Baccharis trimera
carqueja
PE subarb.
M. mayor
Compuesta

14
Eupatorium buniifolium
chirca
PE arbust.
M. mayor
Compuesta

15
Eryngium horridum
cardilla
PI subarb.-tuber.
M. mayor
Umbelífera

17
Chaptalia arechavaletae

PI (arrocet.)
M enana o menor
Compuesta
22
Verbena montevidensis

PE
M menor

27
Andropogon ternatus

PE (cesp.)
T-O
Andropogó –
nea

28
Aristida spp. ¬
flechilla
PI (cesp.)
O a D
Aristídea

29
Axonopus spp. ­

PE(estol.)
T a O
Panícea

30
Bothiochoa laguroides

PE(cesp.)
O
Andropogó –
nea

32
Carex bonariensis

PI (rizom.)
O

33
Coelorachis selloana
cola de lagarto
PE (cesp.)
T
Andropogó –
nea

35
Cynodon dactylon
gramilla
PE(rizom.-estol.)
O
Chlorídea

36
Desmanthus depressus

PE (xylop.)
O
Leguminosa

39
Lotus corniculatus

PE
F MP
Leguminosa

40
Paspalum dilatatum
pasto miel
PE (cesp.)
F
Panícea

41
Paspalum notatum
gramilla horqueta
PE (estol.)
T
Panícea

42
Piptochaetium montevidense
pelo de chancho
PI (cesp.)
T a O
Stípea

43
Piptochaetium stipoides

PI (cesp.)
T
Stípea

45
Schizachyrium spp. ®

PE (cesp.)
O casi enana
Andropogó –
nea

49
Stipa charruana
espartillo
PI (cesp-maciega)
D
Stípea

51
Stipa papposa
flechilla
PI (cesp.)
O
Stípea

52
Stipa setigera
flechilla
PI (cesp.)
T a F
Stípea

 nº = número de referencia de las especies.

¬ Aristida spp. (A. filifolia y A. uruguayensis) ; ­ Axonopus spp. (A. affinis y A. compresus) ;

® Schizachyrium spp. (S. spicatum y S. microstachyum).

_ subarb. = subarbustivo ; tuber. = tuberosa ; arrocet. = arrocetada ; subarroc. = subarrocetada ; estol. = estolonífera ; bulb. = bulbosa ; cesp. = cespitosa ; rizom. = rizomatosa ; xylop. = xylopodium. M = maleza ; I = invernal ; E= estival ;
A= anual ; P= perenne. T= tierno ; D = duro ; O = ordinario ; MP = muy productiva.

Conclusiones sobre el pastoreo en cabras

goat_animal

COMPORTAMIENTO ALIMENTARIO Y ACTIVIDADES DE CABRAS EN PASTOREO SOBRE CAMPO NATURAL

Conclusiones y Bibliografía

En el presente trabajo se ha determinado que en las zonas de exclusión utilizadas existen diferencias importantes en el comportamiento alimentario y de las especies consumidas por las cabras dependiendo de la vegetación ofrecida.

Las cabras tienen preferencia por aquellas especies que realizan altas contribuciones y se encuentran con alta frecuencia en el tapiz. Las gramíneas cespitosas (Stipa spp. y Piptochaetium spp.), arbustivas (Compuestas y Umbelliferas) y arbóreas (Acacia caven, Scutia buxifolia, y Celtis spinosa) son claramente seleccionadas aun con bajos niveles de disponibilidad, lo cual indicaría que existe una importante selección en las especies que tienen el mayor aporte de fracción hoja en el estrato medio y alto del tapiz.

Por otra parte, los animales consumen niveles importantes de Cynodon dactylon en situación de alta contribución y frecuencia, pero también cuando los niveles bajan a 1,1% y 1,5% respectivamente, debido a que se encuentra en un área de fácil acceso para las cabras por un alto crecimiento, acumulación de estolones y entrelazamiento de los mismos que conduce a la presencia de manchones con alta disponibilidad.

La presencia de arbóreas, principalmente espinillo (Acacia caven), conduce a variaciones importantes en la composición de nutrientes en la vegetación y permite que lo animales ejerzan un mayor grado de selección procurando un aumento de la PC en la dieta y la tendencia a reducción de la pared celular (FDN), aunque los altos contenidos de FDA en estas especies conducen a dietas con mayor contenido que la medio de FDA en el disponible.

El alto contenido proteico del espinillo (Acacia caven) de hasta 14,2% PC/Kg.MS eleva el consumo a niveles de 12,6% PC/Kg.MS mientras exista disponibilidad, donde cabe mencionar que la producción de follaje de las arbóreas en el mejor de los casos contribuyó con 204 Kg.MS/ha en un total de 1361 Kg.MS/ha lo que representa 15% del forraje total disponible. Mientras que en dietas basadas solo en el estrato bajo las cabras consumen niveles de 9,6% PC/Kg.MS en el mejor de los casos.

Por lo tanto bajo condiciones de pasturas nativas, la presencia de una vegetación variada en términos de especies disponibles principalmente en los estratos medios y altos pueden mejorar sustancialmente la calidad del forraje seleccionado por las cabras durante la ingesta de alimento.

En este punto sería factible especular con el uso de otras especies arbustivas teniendo en cuenta la calidad del follaje y el aporte de hoja que realizan. En otros países, particularmente tropicales, la utilización de arbustivas como recurso forrajero es común manteniendo amplias diferencias en la calidad del follaje aportado entre las especies evaluadas y elevados consumos con consecuencias muy favorables dado el punto de vista productivo. En esas condiciones el manejo de podas y corta de estas especies para la distribución en comederos es frecuente.

En las actividades desarrolladas por los animales la ingestión de alimento es la actividad principal (entre 58,1 y 92,2%), estando la diferencia de los tiempos utilizados en los distintos tipos de vegetación asociada, con el grado de homogeneidad de la pastura en términos de calidad y al tipo de especies que la componen.

El tiempo dedicado por las cabras al ramoneo sería disminuido en caso de que la disponibilidad de especies del estrato alto decreciera, lo cual determinaría al mismo tiempo un incremento del pastoreo en el estrato bajo del tapiz. El aumento del pastoreo dependería de la disponibilidad relativa del forraje del estrato bajo y alto en el total de la vegetación. Por otra parte, la rumia estaría inversamente relacionada con la ingestión de alimento y la calidad del mismo.

En coincidencia a lo antes mencionado, la actividad principal del hato es la ingestión de alimento a la cual dedica 63,9% del tiempo diurno, como consecuencia de que el objetivo de las cabras es de alimentarse para sobrevivir, asociado a esto la segunda actividad en importancia es el caminar (17,2%) que le permite a los animales trasladarse cubriendo el área del pastoreo. Cabe indicar que la duración diaria de la ingestión de alimento dependería en primera instancia de la disponibilidad de forraje.

La secuencia de movimientos y actividades realizadas responden a una compleja combinación de factores entre los cuales se considera la ubicación del sol, distribución y ubicación de los árboles y pasturas, disponibilidad de alimento, factores climáticos y estado fisiológico de los animales del hato.

El período de ingestión de alimento de la mañana tiene una prevalencia del ramoneo en árboles antes que el pastoreo en el estrato bajo y medio. La preferencia del ramoneo por la mañana va disminuyendo en la medida que baja la disponibilidad de especies arbóreas, lo cual determinaría que se extendiera el área de ingestión de alimento fundamentalmente hacia zonas con predominio del estrato bajo (sectores 6, 14, 22, 23, 24 y 29), al mismo tiempo que, la intensidad de pastoreo se vería disminuida por el aumento en búsqueda de alimento, y el mayor traslado y dispersión de las cabras.

En base a lo señalado anteriormente se podría plantear que el caprino es un animal mas adaptado a condiciones de vegetación heterogénea donde pueden desarrollar sus mejores capacidades para lograr una dieta de mayor valor nutricional. Aparentemente en vegetaciones homogéneas el animal no demuestra poder tener ventajas respecto a otros rumiantes domésticos, principalmente cuando la alimentación está limitada a especies del estrato bajo.

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Autora: Laura Pérez

Egresada de la Facultad de Agronomía de la República Oriental del Uruguay en 1998 con el título de Ingeniera Agrónoma especializada en Agricultura y lechería con una profundización en el área de lechería vacuna y caprina.

En 1998 realizó una profundización en el tema del “Comportamiento Alimentario y Actividades de Cabras sobre Campo Natural” (ademas de otros trabajos de investigación) apoyado este estudio por la Facultad de Agronomía de la República y el Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias (INIA). Dentro de este marco la autora pone a disposición de Capra lo más concluyente de esa investigación.

Para consultas sobre el tema dirigirse a:e.mail: LPerez500@hotmail.com

El uso de los pastos de Pennisetum como base de alimentación en cabras

En la explotación caprina es muy importante el gasto en alimentación, todo aquello que se pueda ahorrar en este

capítulo tendrá una incidencia más que positiva en el resultado final, ya que en algunos casos supone hasta el 60% de los gastos variables de una granja.

Las cabras tienen un gran potencial para el aprovechamiento de los forrajes tanto por su fisiología digestiva como por su forma de alimentarse tan selectiva. Este punto ha de desarrollarse y trabajar continuamente en todas las explotaciones.

El género botánico Pennisetum se encuentra muy extendido por toda la zona tropical y es utilizado como base forrajera en la alimentación de vacas, ovejas y cabras. Este pasto pertenece a las gramíneas y por lo tanto su valor nutritivo está delimitado por su contenido proteico y su valor energético. Esta afirmación es muy variable puesto que tanto el contenido en proteína como en energía puede variar según el estado vegetativo de la planta: en estudios realizados en Brasil con varios ecotipos de Pennisetum se ha visto que como era de esperar que la máxima cantidad de proteína se concentra en la hojas y se alcanza a los 28 días de crecimiento, reduciéndose al 60% a los 56 días y hasta el 40% a los 126 días. De donde se desprende que es muy importante la rotación de los pastos para el aprovechamiento de las plantas jóvenes.

 

Días Altura Tallo/hoja MS
en la planta
Producción
de MS (g/2m2)
%
de Proteína bruta 
Hoja Tallo Hoja Tallo
28 99 46/54 12.4 364.2 310.7 13.4 9.4
56 185 48/52 18.1 1093.2 1031 6.8 3.0
126 289 63/37 28.8 1535.6 2685 4.7 1.5

Con esta composición y siempre que las cabras tengan tiempo
para adaptar su microorganismos del  rumen se puede pensar en este pasto
como ración única para animales sin producción

 como ración de mantenimiento
siempre que su cantidad no sea un factor limitante y sabiendo que se está en el
límite fisiológico. Por ello habrá que vigilar de cerca el estado de los
animales y asegurar un pasto de muy buena calidad con resiembras y abonados. La
siguiente tabla ofrece la comparación de las necesidades respecto a los aportes
y en ella se puede comprobar que se están trabajando con límites muy estrechos
de satisfacción de necesidades nutricionales.

Pennisetum
purpureum
de 6 semanas
Mantenimiento
Peso cabra adulta 50 Kg 50 Kg
Peso metabólico 20 Kg 20 Kg
Capacidad de ingestión diaria de Materia
Seca  
1 Kg (6,8 Kg de hierba) 1,5 Kg aprox
Energía aportada en UF 0,7 UFL 0,71 UFL 
Proteína en MND (g) 44 40 

 

Cuando la cabra entra en producción sus necesidades van
aumentando y aunque su capacidad de ingestión va aumentando paralelamente no se
llegan a cubrir las proteínas, por lo tanto habrá que complementar con un
alimento de mayor aporte proteínico.

Necesidades
para la producción
de 1 litro al 3,5% de grasa
Peso cabra adulta 50 Kg
Peso metabólico 20 Kg
Capacidad de ingestión diaria de Materia
Seca  
1,7 Kg aprox
Energía necesaria en UF 1,1 UFL 
Proteína necesaria en MND (g) 94

 

En este punto es muy importante  la disponibilidad de
alguna leguminosa antes que recurrir al aporte de un concentrado comercial. Hay
numerosos estudios que demuestran la eficacia del aprovechamiento de árboles
y arbustos
, como
la acacia negra
, , las
hojas de poró
y las
hojas de morera
, constituyendo así con el Pennisetum una dieta
única para los animales en producción.

Ante un pasto completo las cabras son capaces de alcanzar sus
niveles máximos de producción porque equilibran sus necesidades de Energía y
Proteína pero solo si tienen a su disposición los complementos minerales que
carecen, por ello es muy importante que tengan acceso bloques para lamer o
mezclas de minerales y vitaminas que traten de compensar la falta que hay en el
suelo de la zona y lo que  pierde por las producciones.

Otras asociaciones de pastos de leguminosas y gramíneas se
describen en el siguiente cuadro

ASOCIACIÓN DE GRAMÍNEAS
Y LEGUMINOSAS ESPECIES MAS COMUNES

NOMBRE
COMÚN
NOMBRE
CIENTÍFICO
GRAMÍNEAS Rye grass inglés

Rye grass italiano

Kikuyo

Fescuta alta

Festuca media

Festuca

Pasto azul

Avena forrajera

Holco

Cebadilla criolla

Lolium perenne

Lolium sp.

Pennisetun clandestinum

Festuca arundínacea

Festuca elatior

Festuca pratensis

Dactylis glomerata

Avena sp.

Holcus lanatus

Bromus catharticus

LEGUMINOSAS Alfalfa

Trébol blanco

Trébol rojo

Trébol híbrido

Vicia común

Medicago sativa

Trifolium repens

Trifolium pratense

Trifolium sp.

Vicia sativa

 

.

El establecimiento y mantenimiento de proporciones deseables de gramíneas y
leguminosas en asociación es muy difícil. Aún con buenas prácticas de
manejo, una de las especies, usualmente la gramínea, suele predominar después
de pocos año, y los pastos deben ser renovados o sembrados.

Época de siembra:

La siembra de los pastos se realiza a la entrada de la época lluviosa
(septiembre-octubre), o disponiendo de riego, en cualquier época del año. Para
el caso de leguminosas, especialmente la alfalfa, es preferible sembrar cuando
las lluvias fuertes han pasado.

Material de siembra:

Las principales formas de propagación de las especies forrajeras son: por semilla,
rizomas (tallos subterráneos) y estacas (fragmentos de tallos con nudos).

Mezclas de semillas:

Con la finalidad de tener un pasto con rendimiento aceptable, buena palatabilidad
y con buen balance de minerales, energía y proteínas, es recomendado tener una
mezcla balanceada entre gramíneas y leguminosas. Una distribución adecuada en
porcentajes es de: 20% de leguminosas y 80% de gramíneas.

Sistemas de siembra:

La siembra puede ser realizada manualmente, al voleo, o con una máquina sembradora de pastos, con resultados satisfactorios en ambos casos.

El éxito de siembra radica en apisonar el suelo con el uso de un rodillo antes
y después de la siembra. Las máquinas sembradoras de pastos disponen de este
dispositivo.

La semilla debe ser tapada muy ligeramente haciendo uso de una rastra que no
profundice más del doble del tamaño de la semilla

ASOCIACION DE GRAMINEAS Y
LEGUMINOSAS ESPECIES MAS COMUNES

Gramíneas Semilla/Ha
Rye grass inglés

Rye grass italiano

Kikuyo

Festuca alta

Festuca media

Pasto azul

Avena forrajera

Holco

Cebadilla criolla

5 – 8 kg

5 – 10 kg

Tallos o cepas

8  -10 kg

8 – 10 kg

12 – 15 kg

30 – 40  kg

15 – 25 kg

15 – 25 kg

Leguminosas Semilla/Ha
Trébol híbrido

Alfalfa

Trébol blanco

Trébol rojo

Vicia común

12 – 15 kg

10 – 15 kg

10 – 15 kg

10 – 15 kg

75 kg

 

Lluvias /riego:
El mantenimiento de la humedad adecuada en el campo es

de mucha importancia para la producción de un buen pastizal.

Se debe evitar las acumulaciones de agua (encharcamiento) en los lotes, y para
lograr esto, un buen sistema de drenajes debe  diseñarse en los lotes
problema.

Por otra parte, una deficiencia de agua hace que disminuya notablemente la
producción de materia verde por falta de disponibilidad de los nutrientes en el
suelo.

Fertilización: Tanto las gramíneas solas
como en asociación de gramíneas y leguminosas requieren de una apropiada
fertilización para producir alimentos óptimos.

Aunque las mezclas no requieren mucho nitrógeno, su productividad está
limitada por la capacidad de las leguminosas de fijar nitrógeno del aire.

El balance nutricional permite cambiar el estado actual de un pasto, en
cualquier dirección, esto es aumentar o reducir cualquiera de los componentes
de la mezcla.

Considerando una condición de fertilidad muy común de los suelos, una
recomendación de fertilización por hectárea podría ser la siguiente:

  • Fertilizante 18-46-0: 5.0 sacos de 50 kg

  • Urea: 0.5 sacos de 50 kg

  • Sulfato de Amonio: 1.0 sacos de 50 kg

  • Sul-Po-Mag: 4.5 sacos de 50 kg

  • Cloruro de Potasio: 0.5 sacos de 50 kg

Para asegurar un buen balance nutricional en el
suelo, se recomienda realizar un análisis periódico de suelos, a partir de una
muestra representativa del terreno.

Es importante considerar que a parte de los macroelementos, los pastos, a igual
que otros cultivos, requieren de los elementos menores, los mismos que pueden
ser adicionados al suelo por medio de fertilizantes quelatizados o al follaje, con el uso de fertilizantes foliares.

Las leguminosas, tal es el caso de la alfalfa, requieren periódicamente de
aplicaciones de Boro, necesario para el autoabastecimiento del elemento Nitrógeno
en el proceso de simbiosis..

Pennisetum más comunes

El Kikuyu

Kikuyu posee un crecimiento lento, es de tipo perenne con mucha
raíz con rizomas, y forma una hierba  densa muy resistente al pastoreo
intenso. El aparato floreal es  muy corto, y está prácticamente  incluido
dentro de  las hojas. La semilla es muy difícil de cosechar. kikuyog

Necesita generalmente más de 900 mm de  lluvia anual a menos que se
plante en áreas que reciben agua adicional de escorrentía,  necesita
mucha fertilización, respondiendo bien a esta. El suplementar con
Nitrógeno ayuda a mantener su dominio en pastos con presencia de otras hierbas, esta fertilización ayudará también a un adecuado crecimiento en épocas no tan cálidas, ya que puede soportar el frío

Kikuyu se suele plantar  temprano en primavera o  tarde verano, a
partir de brotes pero ahora se pueden encontrar  semillas. Los pastos
pueden  asociarse a  una leguminosa sin embargo, puede ser difícil de mantener un equilibrio
bueno  aún con el trébol blanco, a menos que el pasto se renueve en el otoño y
se apliquen superfosfatos .

Variedades:

  • Whittet es la variedad más alta  hace  la semilla y por lo
    tanto pueda cosecharse más
    fácilmente.
    Tiene las hojas más anchas, los tallos más grueso; persiste mejor con poca
    fertilización.kikuyuesg
  • Crofts es una variedad más alta que la Whittet con hojas  más estrechas, más
    vertical y más tolerante al frío. Aunque es susceptible al kikuyu
    amarillo, la enfermedad no es predominante en los climas frescos donde
    Crofts se cultiva con gran éxito.
  • Breakwell crece bien y forma un denso tapíz.
  • Noonan es muy semejante a Whittet y Breakwell (sus padres), pero se recomienda
    por su alta tolerancia  al kikuyu amarillo, enfermedad causada por un
    phycomycete.

Hierba elefante

Gramínea originaria de Africa
tropical.Pennisetum purpureum es una gramínea perenne que forma macollas hasta 
siete metros de alto,l_09
formadas por numerosos tallos sólidos de uno a 2.5 m de alto,
ramificados en la parte superior. Las hojas de hasta de un metro de
largo y cuatro centímetros de ancho, pubescentes, tienen los márgenes

duros y aserrados. La inflorescencia es una panícula de cinco a 30 cm
de largo, densamente cubierta de espiguillas. En la base de éstas, hay
una corona de pelos o cerdas, una más larga. En la espiguilla hay uno a
cinco y por lo general dos flores; la inferior estaminada o estéril, la
superior bisexual y fértil.

Pennisetum purpureum
se
cultiva ampliamente para corte, por su alto rendimiento, palatabilidad y
valor nutritivo. Es una especie muy variable, con tipos diploides y
tetraploides. Los tipos bajos y compactos como el Napier, se usan para
corte y pastoreo.

Mejora de la productividad y planificación de explotaciones ovinas.

portadaovejamin

Este es un magnífico libro , cuyo contenido es de obligado conocimiento para el que tiene relación con la explotación ovina ya que en sus 232 páginas nos sitúa en la actividad ganadera desde el punto de vista empresarial con el acercamiento a los datos y a los factores que influyen en el éxito o en el fracaso de la ganadería de ovejas. En qué situación se encuentra una explotación y cuales son los pasos para mejorar son el eje de este texto, de sencilla lectura e interpretación.

El sector ovino ha experimentado en las últimas décadas importantes avances productivos, aunque todavía existen un número considerable de explotaciones con índices poco adecuados cuya supervivencia económica se apoya en las subvenciones comunitarias.

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Resultados de los estudios de pastoreo

Los resultados presentados para las especies consumidas en las 3 zonas de estudio indican que las cabras tendrían preferencia en primera instancia por aquellas especies que realizan altas contribuciones y se encuentran en alta frecuencia en el tapiz, teniendo una mayor importancia relativa la contribución respecto a la frecuencia.

Las contribuciones y frecuencias promedio de Cynodon dactylon es 14,4% y 7,9%, Axonopus spp. 9,8% y 5,4%, Paspalum notatum 9,4% y 6,6% respectivamente (Cuadros 4.1., 4.2. y 4.3.) y Eupatorium buniifolium con 16,9% de contribución (Cuadros 4.2.) facilitan la accesibilidad para su cosecha como consecuencia del mayor aporte de biomasa en el estrato medio y alto donde las cabras realizan preferentemente ramoneo según lo confirma Arbiza et al. (1986).

Sin embargo, es también importante mencionar que algunas especies como Bothiochoa laguroides puede estar con alta contribución relativa media (11,3%) y frecuencia relativa media (8,5%) (Cuadro 4.1.) pero no ser preferidas por los animales, dado que esta especie es de ciclo estival y presenta baja calidad desde el punto de vista proteico en el otoño comparado con especies invernales e incluso estivales como Andropogon ternatus y Paspalum spp. según lo señala por Berreta et al. (1990).

El consumo en primera instancia de las especies preferidas se realizan en forma constante mientras exista disponibilidades. La alta disponibilidad y accesibilidad de follaje determinaría que las cabras dediquen menos tiempo de cosecha, mayor a la ingestión y mayor tiempo para la selección, lo cual corrobora Morand et al. (1984).

El consumo de las especies mas preferidas por las cabras es independiente de cambios ambientales (vientos y lluvias), mientras que otras especies (Eryngium horridum, Eupatorium buniifolium y Axonopus spp.) pueden ser afectadas por éstos debido a que los consumos se limitan a los rebrotes esporádicos.

El estrato en que se produce un mayor aporte de biomasa es considerando al momento de la elección de especies cuando se ve disminuida la contribución y la frecuencia, coincidentemente a lo indicado por Morand et al. (1984). Por ésta causa, especies como Holcus lanatus (6,55% y 10,55% respectivamente), Stipa hyalina (4,95% y 5,65%, respectivamente), Piptochaetium spp. (1,87% y 2,30%, respectivamente) y Eryngium horridum con 2,75% de contribución son elegidas por las cabras en algunos momentos manteniendo consumos fluctuantes que dependerían de las condiciones en la pastura, ambientales y el manejo que generan cambios en la disponibilidad de la especie.

Una vez elegido el sitio, el animal opta por las especies mas fácilmente cosechable y fundamentalmente se concentra en las especies que pueden ser ramoneadas coincidentemente con lo indicado por Arbiza et al., (1986). Se observa que el ramoneo es mayor en el forraje que tiene un desarrollo espacial vertical que permite a las cabras ir separando e incursionando con el hocico dentro de la plantas y cortar lo seleccionado.

Otra característica de la especie a ser considerada por las cabras al momento de su cosecha es el habito de crecimiento, que determina el estado fenológico en que se halla la planta, asociándose además a la calidad del forraje. En tal sentido, las cabras consumen arbustivas, semiarbustivas, cespitosas o arbóreas que presentan las especies en el estrato alto (Acacia caven, Scutia buxifolia, y Celtis spinosa), medio (Compuestas y Umbelíferas) y dentro del estrato bajo las gramíneas y graminóides como Stípeas, Andropogóneas y Juncáceas, aun éstas últimas encontrándose en disponibilidades bajas dado que presentan un crecimiento foliar en etapas tempranas de desarrollo con alto nivel nutritivo.

Durante el período seco es favorecido el consumo de especies estivales fundamentalmente por su mayor abundancia, existiendo un bajo crecimiento y disponibilidad de especies invernales. La existencia o no de precipitaciones afecta el crecimiento de las plantas, observándose que las especies estivales como Paspalum spp. presentan rebrotes que determina la alta preferencia por las cabras en determinados momentos.

Las lluvias producen un cambio en el comportamiento selectivo de las cabras, aumentando su consumo (en el caso que exista disponibilidad de forraje) atribuido al aumento del rebrote en las especies (fundamentalmente invernales) y del lavado de las plantas (que provoca la desaparición de olores causantes del rechazo de forraje), todo lo cual provoca un cambio en la composición botánica del tapiz, acentuándose la búsqueda por parte de las cabras de fracciones verdes y tiernas de la plantas logrando bocados con alto contenido de hojas, dejando a un lado el forraje senescente, seco o en estado fenológico avanzado (Morand et al., 1984).

Las lluvias no tienen efecto sobre el consumo de Acacia caven por ser una especie estival de hoja caduca que no presenta rebrotes, cuando su disponibilidad paulatinamente va siendo disminuida las cabras tienen un aumento del consumo de especies invernales que son en el otoño las que presentan mejores calidades entre las que se encuentran Piptochaetium spp. y Stipa spp., el efecto del aumento de consumo desaparecería finalmente por la caída en disponibilidad de las especies en el estrato bajo.

El manejo previo del tapiz es determinante de la disponibilidad y abundancia de las especies estivales como Cynodon dactylon, Axonopus spp. y Paspalum spp.. (y su grado de colonización) que presentan crecimiento rizomatoso y/o estolonífero, aportando en condiciones de carga adecuada de pastoreo una masa foliar rastrera. En condiciones de subpastoreo produce una acumulación de biomasa en un estrato mas elevado que favorecería la elección por las cabras, como es el caso de las especies Cynodon dactylon y Holcus lanatus con una muy baja contribución y frecuencia (Cuadro 4.3. y 4.6.), encontrándose en un manchón claramente definido y limitado que impidió a Holcus lanatus quedar registrado con el método al azar en la contribución de las especies sobre la zona 3.

Se ha observado que la disminución de la dominancia de una especie como producto de las condiciones de manejo, determina que las cabras concentren la preferencia con igual intensidad en un grupo de especies.

4.1.1.4. Composición química del alimento disponible y consumido por las cabras

En el Cuadro 4.7. muestra las relaciones de las fracciones observándose que, la calidad de la pastura sería otro elemento a tener en cuenta al momento de la elección de alimento por parte de las cabras. El material seleccionado por las cabras en el estrato bajo presenta una relación maxima de 0,61 de verde y 0,39 de seco, mientras el forraje consumido tiene una relación de 0,92 de material verde en relación a un 0,08 de material seco, esta tendencia se mantiene para los distintos estratos y períodos lo cual se considera como parte del comportamiento selectivo del cual hacen referencia algunos autores (Kenney et al., 1984a y Morand, et al., 1984).

Cuadro 4.7. Relaciones de las fracciones del estrato bajo, medio y alto durante período seco y lluvioso

Período
seco (1)
lluvioso (2)

______Estrato______
Bajo y Medio
____Alto____
Bajo y Medio
____Alto____

Fracción
seco
verde
tallo
hoja
seco
verde
tallo
hoja

Zona I
Disponible
0,70
0,30
0,00
0,00
0,64
0,36
0,00
0,00

Consumido
0,41
0,59
0,00
0,00
0,33
0,67
0,00
0,00
Zona II
Disponible
0,59
0,41
0,10
0,90
0,53
0,47
0,10
0,90

Consumido
0,39
0,62
0,55
0,45
0,20
0,80
0,19
0,15
Zona III
Disponible
0,39
0,61
0,10
0,90
0,56
0,44
0,10
0,90

Consumido
0,08
0,92
0,23
0,77
0,06
0,94
0,22
0,78

El Cuadro 4.8. se presenta la composición química del alimento disponible y la relación que mantiene con lo consumido por las cabras en las distintas zonas y períodos, observándose que el alimento seleccionado tiene porcentajes superiores de PC respecto a lo ofrecido en el tapiz, existiendo entre los intervalos de lo ofrecido y consumido diferencias altamente significativas (P<0,01) entre zonas.

Las cabras al igual que otros rumiantes como es señalado por algunos autores (Arnold et al., 1978 ; Morand et al., 1984 y Papachristou et al., 1994 ) seleccionarían una dieta mas rica en PC y con menores contenidos de fibra en relación a lo disponible en el sitio de pastoreo.

En la zona 1 con una disponibilidad total de forraje de 2737 Kg. MS/ha entre ambos períodos (33% de verde) (Figura 4.3.) no implicaría que las cabras realizan una mayor selección en la zona 1 al momento de cosechar el forraje en relación a zonas 2 y 3 donde presentan menores disponibilidades totales (2416 Kg. MS/ha y 1980 Kg. MS/ha respectivamente), debido a que la vegetación de la zona 1 sería demasiado homogénea dificultándole a las cabras ejercer una selección a favor del aumento en los niveles proteicos consumidos por el hecho de contar con una mayor disponibilidad total.

Cuadro 4.8. Composición química del alimento disponible y diferencia respecto al consumido por las cabras según las zona I, II y III durante el período seco (1) y lluvioso (2)

Período
zona

PC (%)
FDN (%)
FDA (%)
C (%)

1
disponible
5,70
87,05
57,35
8,60

cons. – disp.
2,25
– 5,25
– 2,66
0,11
1
2
disponible
8,32
82,98
61,59
8,09

cons. – disp.
0,39
– 0,86
– 1,90
– 0,51

3
disponible
8,43
74,24
63,99
7,95

cons. – disp.
5,32
– 3,55
3,16
0,06

1
disponible
6,00
86,78
56,87
8,49

cons. – disp.
3,56
– 5,73
– 1,24
0,15
2
2
disponible
8,43
83,30
61,24
8,01

cons. – disp.
1,13
– 2,37
– 4.91
– 1,00

3
disponible
7,87
76,63
64,35
8,21

cons. – disp.
5,69
– 0,09
11,28
– 0,38

PERÍODO
PER1 vs PER2

0.0469
0.4925
0.1071
0.2564
ZONA

ZON1 vs ZON2

0.0004
0.0007
0.0032
0.0131

ZON1 vs ZON3

0.0001
0.0010
0.0001
0.3576

ZON2 vs ZON3

0.0001
0.8124
0.0001
0.0747
PER X ZON

0.5890

0.6421

ZON (PER=1)

0.0108
0.0398

ZON (PER=2)

0.0019
0.0001

PER (ZON=1)

0.6992
0.5246

PER (ZON=2)

0.2338
0.1904

PER (ZON=3)

0.0139
0.0028

No significativo (P > 0,05) ; significativo = P < 0,05 ; altamente significativo = P < 0,01

Las cabras frente a un descenso de la disponibilidad de alimento (zona 2) fundamentalmente del estrato alto realizarían menor selección limitándose el consumo de forraje a gramíneas del estrato bajo con menores contenidos proteicos, dando como resultado que la composición de lo consumido sea mas similar a lo disponible, lo cual es indicado por Morand et al. (1984).

La mayor diferencia entre consumido y disponible se observa en la zona 3 que estaría asociado a la contribución de un 14% de las especies arbóreas (fundamentalmente Acacia caven) en el forraje disponible del tapiz (Figura 4.4.) con un aporte proteico de 14,02 %PC (Cuadro 4.9.) existiendo también importante contribución de especies arbustivas (Eupatorium buniifolium) con alto niveles de PC como es señalado por Pigunina et al. (1990).

Cuadro 4.9. Composición química del espinillo (Acacia caven) en zona II y III
PC (%)
FDN (%)
FDA (%)
C (%)
zona II
13,97
72,89
72,32
7,08
zona III
14,02
78,14
72,26
8,09

Los niveles de PC consumido por las cabras (Cuadro 4.8.) supera en todos los caso a los niveles disponibles y estaría asociado a un proceso de selección entre y dentro de las plantas, éste efecto es máximo cuando aumenta la disponibilidad de la fracción verde del forraje y las especies arbóreas como es el caso de zona 3 con una disponibilidad verde de 678 Kg. MS/ha (Figura 4.3.), asociado también al aumento del aporte de especies pertenecientes al estrato medio (con una contribución de 20,5%) y alto (163 Kg. MS/ha de Acacia caven).

Por otra parte, la zona 2 tiene 568,5 Kg. MS/ha de material verde y una contribución de 10,4% del estrato medio y una disponibilidad de Acacia caven de 44 Kg. MS/ha. Es así que la alta disponibilidad y palatabilidad asociado a la preferencia de las cabras al ramoneo de especies del estrato medio y alto que poseen altos contenidos de PC como fue indicado anteriormente (Cuadros 4.9. y 4.11.) elevaría los consumos de proteína lo cual es corroborado por Arbiza et al. (1986).

Las cabras tienen una tendencia a consumir niveles menores de FDN a los disponibles en la vegetación (Cuadro 4.8.). Los altos contenidos de fibra (celulosa, hemicelulosa, lignina y sílice) en el forraje disponible estaría relacionado a las especies que componen el tapiz, a las condiciones climáticas de sequía y al efecto de la estación del año, determinando una mayor contribución de especies (estivales como Cynodon dactylon) en estadios fenológicos avanzados con importantes cantidad de tejidos estructurales.

La FDN mantiene diferencia altamente significativa (P<0,01) de la zona 1 con las demás zonas, existiendo diferencia significativa entre las zonas de cada período pero la diferencia significativa (P<0,05) entre período 1 y 2 solo existe para la zona 3, lo cual estaría relacionada a las variaciones que presenta la composición de las especies estivales e invernales en el tapiz, su contribución y respuesta frente a los cambios climáticos.

Por otra parte, los altos contenidos de FDN estaría relacionado a la composición de las especies disponibles del estrato que se realiza el mayor consumo. En este sentido, la preferencia por el consumo de especies del estrato alto con elevados contenidos de FDN al mismo tiempo que de PC (Cuadro 4.8.) determina un consumo elevado de fibras como también lo señala Arbiza et al. (1986).

La diferencia entre disponible y consumido de FDA es significativo entre zonas de los períodos 1 y 2 y entre períodos de la zona 3, siguiendo similares tendencias de significancias que FDN, que estaría determinada por la preferencia al consumo de arbóreas anteriormente mencionada. Sin embargo, la tendencia al menor consumo de FDA por parte de los cabras no existiría en la zona 3, como consecuencia que la alta preferencia por el consumo de Acacia caven y dado su alto contenido de FDA por sobre las demás especies (Cuadro 8 y 9.) determina que los consumos de FDA sean superiores al total ofrecido en la vegetación.
4.2. ACTIVIDADES DE LAS CABRAS EN LAS ZONAS DE EXCLUSIÓN

4.2.1. Ingestión de alimento (ramoneo + pastoreo)

En el Cuadro 4.10. se presenta el tiempo diario de las actividades realizadas por las cabras, observándose que la ingestión de alimento presenta diferencia altamente significativa (P<0,01) entre zonas en el período 1 y entre períodos de la zona 1 y 2. Las diferencias entre zonas del período 1 se debería al aumento en el porcentaje del forraje verde (30%, 41%, 60% para las zonas 1, 2 y 3 ; respectivamente) y en la disponibilidad del forraje que aportan las arbóreas (0, 80 y 204 Kg.MS/ha para las zonas 1, 2 y 3 ; respectivamente), además de la calidad de forraje disponible como se muestra en el Cuadro 4.8..

La ingestión de alimento es la actividad que ocupa mas tiempo a lo largo del día (entre 58,11 y 92,16%)., estando afectada la duración de la misma entre zonas y períodos por la disponibilidad de alimento y factores climáticos. El aumento de disponibilidad en el estrato arbóreo determina un incremento en el tiempo utilizado de ingestión de alimento total siendo el incremento mayor en el estrato alto como se observa en los Cuadros 4.10. y 4.11., donde en la zona 2 con una disponibilidad de Acacia caven de 80 Kg.MS/ha (Figura 4.4.) tiene un tiempo dedicado al ramoneo de 26,3%, mientras que en zona 2 con 204 kg. MS/ha de Acacia caven la actividad de ramoneo ocupa el 38,5%. La mismo tiempo que, la capacidad de protección a factores ambientales sería diferente en zonas con o sin arbóreas, lo cual afectaría la conducta del animal en pastoreo.

En el período 2 (lluvioso) no se encuentran diferencias significativas (P<0,05) en el tiempo de ingestión de alimento entre zonas, pero las zonas 1 y 2 muestran diferencias altamente significativos (P<0,01) entre períodos. Siendo los porcentajes de forraje verde en el período 2 de 36%, 47% y 44% para las zonas 1, 2 y 3 respectivamente determinando que las cabras tengan similares disponibilidades de fracción verde y por lo tanto utilizan similares tiempos de cosecha entre zonas, aunque cabe tener presente que existe una reducción sensible en la disponibilidad total del forraje para el período 2 quedándose en 1555, 1243 y 823 Kg. MS/ha para las zonas 1, 2 y 3 respectivamente.

Cuadro 4.10. Tiempo diario utilizado por las cabras según la actividad durante período seco y lluvioso en las zonas de exclusión I, II y III ; horas (a) y porcentaje (%)

(a)

Actividades 

Período
zona
P
R
C
O
B

1
5:15
2:01
0:01
1:44
0:02
1
2
6:33
2:43
0:01
1:05
0:00

3
8:26
1:27
0:00
0:31
0:00

1
8:21
0:50
0:00
0:07
0:00
2
2
9:13
0:39
0:00
0:08
0:00

3
8:10
1:21
0:00
0:02
0:00

(b)

Actividades

Período
Zona
P
R
C
O
B

1
58,11
22,38
0,12
19,02
0,37
1
2
63,23
26,25
0,11
10,41
0,00

3
81,18
13,78
0,00
4,98
0,05

1
89,62
9,00
0,00
1,37
0,00
2
2
92,16
6,45
0,00
1,39
0,00

3
85,51
14,08
0,00
0,41
0,00

PERÍODO
PER1 vs PER2
0.0001
0.0010
0.0762
0.0001
0.0034
ZONA

0.0955
0.8423
0.3972
0.0011
0.0089

ZON1 vs ZON2

ZON1 vs ZON3

ZON2 vs ZON3

PER X ZON

0.3972

ZON (PER=1)
0.0031
0.0714

0.0002
0.0007

ZON (PER=2)
0.3234
0.2125

0.3689
1.0000

PER (ZON=1)
0.0001
0.0131

0.0001
0.0003

PER (ZON=2)
0.0001
0.0008

0.0001
1.0000

PER (ZON=3)
0.2671
0.9222

0.0009
0.2592
No significativo (P > 0,05) ; significativo = P < 0,05 ; altamente significativo = P < 0,01
 P = ingestión de alimento (pastoreo + ramoneo) ; C = caminando ; R = rumiando ; O = ocioso ; B = bebiendo

Como se muestra en el Cuadro 4.11. existe un aumento del pastoreo en el período 2 (lluvioso) que es mayor en la zona 2 (4,2%) respecto a la zona 3 (57,7%) a causa de la disminución severa de disponibilidad de especies arbóreas.

Es así que, el tiempo dedicado a la ingestión de alimento estaría determinado por la disponibilidad de la fracción verde y el tiempo de rumia asociado a un aumento de los requerimientos en las cabras para este período a causa del avance de estado de preñez y la disminución de la temperatura promedio ambientales.

Cuadro 4.11. Tiempo diario utilizado por las cabras en pastoreo y ramoneo durante período seco (1) y lluvioso (2) en la zonas II y III ; horas (a) y porcentaje (b)

(a)
período 1
período 2
Zona
pastoreo
ramoneo
pastoreo
ramoneo
II
4:38
1:40
8:49
0:23
III
5:12
3:13
3:25
4:44

(b)
período 1
período 2

pastoreo
ramoneo
pastoreo
ramoneo
II
73,7
26,3
95,8
4,2
III
61,5
38,5
42,3
57,7

En las zonas 2 y 3 existen mayor lugares de resguardo las cabras no disminuyen los tiempos de ingestión de alimento debido a que lo realizarían bajo la sombra. Al mismo tiempo la disponibilidad de materia seca si bien sería mayor en zona 1 estaría totalmente compuesta por pasturas del estrato bajo, a diferencia de las zonas 2 y 3 donde la especies arbóreas tendrían mayor relevancia provocando que las cabras demoren mas en cosechar igual volumen de forraje para cubrir requerimientos cuando están ramoneando del estrato alto en relación al pastoreo.

Las características del comportamiento durante el ingestión de alimento realizado por las cabras determinaría un mayor tiempo de ingestión de alimento en lugares con especies arbóreas (Cuadro 4.11.), donde como es señalado por Kenney et al. (1984a) los animales logran un menor tamaño de bocado porque las hojas se encuentran dispersas entre y dentro de las ramas.

La duración de la ingestión de alimento afecta inversamente los tiempos utilizados por las cabras en las demás actividades dado que las cabras condicionan la eficiencia con que llevan a cabo la ingestión de alimento con la existencia de luz debido al comportamiento ingestivo llevado por las cabras de búsqueda y selección de alimento mientras que la rumia y el descanso no es tan dependiente de la existencia de luz. Por lo tanto cuanto mas tiempo de pastoreo va en detrimento de los tiempos dedicados a las demás actividades.

4.2.2. Rumiando

La rumia esta inversamente relacionada a el tiempo dedicado a la ingestión de alimento, por lo tanto, gran parte de los factores que determinaron el aumento del tiempo a la ingestión de alimento afectarían el tiempo de rumia.

La rumia realizada por las cabras tiene diferencia significativa entre períodos en las zonas 1 y 2 causado por el aumento del tiempo de pastoreo y la disminución de disponibilidad de forraje, existiendo un menor consumo por los animales que determinaría la dedicación de menos tiempo a la rumia.

Por otra parte, existiría un incremento durante le período 2 de la calidad de forraje disponible por el aumento de contribución de especies invernales y de la fracción verde que llevaría a un menos tiempo para disminuir el tamaño de partícula por medio de la rumia.

El diferente aporte realizado por el estrato alto en las distintas zonas principalmente en el período 1 y la preferencia que tienen las cabras por Acacia caven determinarían la diferencia altamente significativa (P<0,01) existente entre zonas del período 1. El modo de cosecha es diferente si se trata de ramoneo y pastoreo así como el tiempo utilizado y la cantidad cosechada.

4.2.3. Caminando, ocioso y bebiendo

Como muestra el Cuadro 4.10. la actividad de caminar en tiempos absolutos es casi inexistente, estando presente en los momento que las cabras fueron a resguardo, no existe traslado de una parte a otra de la zona como una actividad aislada, sino que ésta se asocia a la búsqueda y selección de alimento.

La ociosidad es utilizado como forma de descanso observando que existe diferencia significativa (p<0,01) entre el tiempo de ociosidad de las zonas del período 1 y entre períodos 1 y 2 ; observándose durante el período 1 que las cabras se ven afectadas por altas temperaturas.

La ociosidad esta asociado a factores de perturbación sobre las cabras durante el período 1 por el ingreso a las zonas de exclusión que le eran desconocidas. El incremento de la ociosidad promedio en éste período (11,47%) se debería a la necesidad por parte de las cabras de mayor tiempo de búsqueda del alimento y el reconocimiento de las zonas.

Como muestra el Cuadro 4.10. las cabras no bebieron agua siendo considerando que los requerimientos son cubiertos con los contenidos del propio alimento coincidente con lo observado por Morand et al. (1984).
4.3. ACTIVIDADES DEL HATO EN EL POTRERO

4.3.1. Tiempo de duración de las actividades

En el Cuadro 4.12. se presenta el tiempo utilizado por las cabras en distintas actividades, observándose que la actividad de ingestión de alimento (que incluye ramoneo y pastoreo) durante el período seco abarcaría un mayor tiempo durante el día (63,9% del tiempo diurno), debido que al ingresar los animales al potrero se encontrarían con los requerimientos insatisfechos, y al momento de disponer de alimento tendrían un comportamiento compensatorio como es definido por Verde (1992), produciéndose un aumento de la ingestión de alimento.

Coincidentemente con Arnold et al., (1978) se observa que, en el curso de los días se incrementa la búsqueda de alimento en relación a la cosecha, como consecuencia de la disminución de disponibilidad, produciéndose un incrementado en el recorrido por los sectores y el aumento de la distancia entre los animales. Al mismo tiempo, se incrementa las actividades de ociosidad y distracción de las cabras, que cambiarían como resultado del tiempo que se utiliza para la ingestión de alimento.

Cuadro 4.12. Tiempo diario utilizado por las cabras en las actividades en horas (h.) y porcentaje (%)
P
C
R
O
B
horas
6:12
1:40
1:33
0:15
0:01
porcentajes
63,9
17,2
16,0
2,6
0,2
 P = ingestión de alimento (pastoreo + ramoneo) ; C = caminando ; R = rumiando ; O = ocioso ; B = bebiendo

El caminar es la segunda actividad en el tiempo dedicado por los animales a lo largo del día (17,2%) como esta indicado en el Cuadro 4.12., fundamentalmente relacionado a la búsqueda de alimento y al traslado hacia el área de pastoreo. El elevado tiempo dedicado al caminar supera al utilizado por ovinos y vacunos, siendo acreditado a un comportamiento propio de la especie, permaneciendo como es indicado por Arbiza et al. (1986) pese al proceso evolutivo y de domesticación.

También se observa en el transcurso de los días que la actividad de caminar se vería aumentada al disminuir la disponibilidad de alimento incrementándose el tiempo de pastoreo, situación ésta que es confirmada por Arnold et al. (1978). También se vería afectado el comportamiento de las cabras que permanecerían muy poco tiempo echados u ociosos (situación anteriormente mencionada), aumentando el recorrido por los sectores y la distancia entre los animales. Mientras que, la rumia con los animales echados disminuiría, siendo desplazada por el incremento de la ingestión de alimento.

El echo de que exista una menor disponibilidad de alimento, un aumento del requerimiento animal y disminuya el período diurno con el transcurso del las semanas, llevaría a las cabras al aumento del tiempo para la ingestión de alimento, debido a que esta actividad dependería en cierto grado a la presencia de luz para la selección del alimento, situación que no presenta las actividades de rumia y ocio.

El ingreso de las cabras al potrero es cercano al inicio de los muestreos observándose a los animales nervios, estando a corta distancias individuales con una actitud exploratoria e incertidumbre respecto a permanencia en el lugar lo cual también es indicado por Arnold et al. (1978), existiría poco tiempo de ociosidad con los animales echados con niveles inferiores a la rumia echada, mientras que la ociosidad parada esta mas relacionada a la búsqueda de alimento y a momentos de alerta por ruidos inesperados.

La actividad de beber sería casi inexistente en el potrero producto de la baja disponibilidad y una calidad del agua inadecuada que limitaría su ingestión, quedando limitado el consumo de las cabras al contenido acuoso del alimento, a lo cual han hecho referencia otros autores (Arnold et al., 1978 ; Morand et al., 1984), cabe señalar que los requerimientos de agua por las cabras menores a otros rumiantes domésticos.

Coincidentemente con Rosengurtt (1979) se observa que la presencia de precipitaciones determinaría el rebrotes en el forraje cambiando primariamente la calidad de la vegetación del tapiz asociándose también a la limpieza del suelo de deyecciones de acuerdo a lo observado por Morand et al. (1984) y que determinaría un efecto sobre la selección del forraje por parte de las cabras. Una disminución de temperatura aumentaría los requerimientos cambiando los consumos y por ende el comportamiento ingestivo.

4.3.2. Descripción del transcurso de las actividades

Las actividades a lo largo del día a nivel del hato transcurren con distintas intensidades, pasando de una a otro en forma secuencial ininterrumpida, viéndose iniciada por un grupo de individuos que se considerarían líderes, los cuales serian seguidos por el resto de los animales, estando estas actitudes según lo indicado por otros autores (Arnold, et al., 1978 y Escós et al., 1993) dentro de lo que se considera el comportamiento gregario.

4.3.2.1. Movimientos en el potrero fuera del período diurno

Las cabras cosechan alimento mientras exista luz en la tarde, mientras que se irían acercando al dormidero donde transcurren la noche. Éstos lugares posibles donde pernoctan los animales son dos en los sectores 27-28 y en el sector 8 (Figura 4.5.), que se encontrarían en la cercanía del lugar donde termina el pastoreo de la tarde, mientras que estarían alejados del inicio del pastoreo de la mañana, lo cual lleva al hato a trasladarse en la mañana a la zona de alimentación según lo observado durante los días de muestreo.

La finalización del pastoreo diario estaría dada con los animales trasladándose hacia el dormidero mientras pastorean en la tarde, observándose que la ingestión de alimento se concentraría por la mañana en los sectores 2, 3, 17 y 18 y que se iría expandiendo a fin de la tarde en los sectores 4, 5, 6, 12, 13, 22 y 23 (Figura 4.5.).

Figura 4.5. Disposición de los sectores dentro del potrero
4.3.2.2. Comportamiento en las actividades fuera del período diurno

El hato pasa la noche en dos lugares (según lo señalado anteriormente) que se encuentran en las zonas mas altas y periféricas del potrero limitadas de alguna forma por los alambrados que le daría a los animales cierta seguridad según Arbiza et al. (1986). Estos lugares se caracterizan por tener suelos cubiertos por pasturas naturales de estrato bajo lo cual sería habitual según lo observado por Arnold (1978) cuando existe una constante presencia de animales que deterioran el tapiz.

Antes y a la salida del sol, las cabras se retiran del dormidero, siendo esta actitud iniciada por pocos individuos líderes los cuales son seguidos por el resto del hato (comportamiento gregario), colocándose posteriormente las cabras en dos o tres filas a cortas distancias menores a 1 metro entre animales existiendo en el proceso topadas y cambio de posición de las cabras dentro de las columnas a lo cual hace referencia Orgeur et al. (1990) como un comportamiento social para determinar el lugar jerárquico que tiene cada animal en el hato.

4.3.2.3. Movimientos en el potrero durante el período diurno

Al igual que lo indicado por Arnold et al. (1978) se observa que al momento del inicio de los muestreo el hato tendría identificados parte de los elementos del potrero y su ubicación debido a un comportamiento exploratorio llevado a cabo al momento del primer ingreso al mismo días antes de los muestreos.

Se ha observado que la secuencia de movimientos y actividades realizadas podría depender de una compleja combinación de factores entre los cuales fueron considerados la ubicación del sol, distribución y ubicación de los árboles y pasturas, disponibilidad de alimento, factores climáticos y estado fisiológico de los animales del hato.

Es así que, las cabras comenzarían la actividad de ingestión de alimento en la zonas del potrero contrario a la salida del sol en sectores 2, 3, 9, 10, 17 y 18 (Figura 4.5.), lugar que presenta una luminosidad mas temprana así como temperatura del aire y calentamiento del suelo, además es donde antes y por último hay luz (lo cual permite aumentar el tiempo de pastoreo, además de mejorar la selección, búsqueda de alimento). El recorrido del hato durante el día tiene sentido horario, fundamentalmente durante el período con sequía comenzando en sectores 27-28 y terminando en sector 30.

Las cabras presentan clara preferencia por el ramoneo de árboles al comienzo de los muestreos observándose el inicio de la actividad de ingestión de alimento es donde están ubicados los árboles (sectores 17 y 18) fundamentalmente leguminosa (Acacia caven). Durante el transcurso de los días se incrementa el pastoreo en detrimento del tiempo dedicado al ramoneo, dominando hacia la tarde el consumo de gramíneas.

Mientras exista disponibilidad y dada la preferencia de leguminosas arbóreas por las cabras en la mañana, se prioriza la actividad de ramoneo en dicha zona. A medida que fue decayendo la disponibilidad de follaje, el hato se inclina a la actividad de pastoreo, eligiendo así, sectores con mayor dominio del estrato bajo (sectores 9, 10 y 19) con un mayor contenido de gramíneas.

Este comportamiento estaría justificado según Morand et al. (1984) porque las cabras toman estrategias alimentarias, siendo especializadas en la selección entre las especies dominantes y cuando las especies elegida inicialmente es restringida en disponibilidad la preferencia es dada a otra especies, lo cual indicaría a las cabras como consumidoras adaptativas.

La disponibilidad de alimento puede ser determinante de la secuencia de movimientos que realizan las cabras como hace mención Arnold et al. (1978), a medida que disminuye la disponibilidad los animales se encaminan a ampliar el área de pastoreo, aumentando la distancia entre individuos y los sectores ocupados por el hato, al mismo tiempo que los animales actúan en forma mas individual al momento de la elección del alimento (cuanto mas alejados los individuos unos de otros mas diferente es la pastura encontrada por ellos y con ello su elección).

Durante los días ventosos y/o lluviosos, las cabras se ubiquen en zonas bajas o cubiertas (sectores 5, 6 y 9), permaneciendo parados e inactivos. Dado el caso de lluvia por la tarde, los animales en vez de realizar el recorrido habitual (con la existencia del sol), éstos se irían acercando hacia la zona de dormidero donde continuarían con el pastoreo, como forma de reducción de movimientos y proceder al adelantamiento de etapas.

La disminución de temperatura a medida que pasan los días y el aumento del pastoreo determinan que, aumente el caminar dentro y entre sectores volviendo los animales sobre los mismos lugares, con un aumento del estado de inquietud general llevada por la búsqueda de alimento.
4.3.2.4. Comportamiento en las actividades durante el período diurno

4.3.2.4.1. Ingestión de alimento (ramoneo + pastoreo)

Durante el período seco las cabras tienen en el día dos momentos de pastoreo, a la mañana y a la tarde. En la mañana el pastoreo se inicia alrededor de la salida del sol, en la zona previamente identificadas por los animales para el ingestión de alimento. Estas zonas en particular están ubicadas en forma opuesta a sol y donde se localiza el mayor número de árboles de espinillo (Acacia caven) y coronilla (Scutia buxifolia) abarcando los sectores 9, 10, 11, 17, 18 y 19 (Figura 4.5.).

El período de pastoreo de la mañana sería el mas intenso pero menos extenso respecto a la tarde, con una prevalencia del ramoneo en árboles antes que el pastoreo en el estrato bajo y medio. La preferencia del ramoneo por la mañana se va dilatando a lo largo de los 3 días igualándose los tiempo de pastoreo y ramoneo, como consecuencia de la disminución en disponibilidad de follaje en los árboles, lo cual determinaría que se extendiera el área de ingestión de alimento fundamentalmente hacia zonas con predominio del estrato bajo (sectores 6, 14, 22, 23, 24 y 29), mientras la intensidad se vería disminuida por el aumento en búsqueda de alimento llevando a un mayor traslado y dispersión de las cabras.

Esta tendencia del pastoreo se extiende en superficie con el transcurso de los días acentuándose mas en la tarde que en la mañana, observándose que las cabras se trasladarían y dispersarían mas, ocupando mas tiempo en búsqueda y selección de forraje notándose una mayor selectividad al momento de ingestión.

La ingestión de alimento es mas común con animales parados, incluso en 2 patas en el caso del ramoneo, haciéndose mas frecuente a medida que disminuye la disponibilidad de follaje.

Durante el período lluvioso la baja disponibilidad fundamentalmente de follaje en árboles determinaría que las cabras solo pastoreen en el estrato bajo y medio, cubriendo a lo largo del día toda el área del potrero. El pastoreo se desarrollo por los animales caminando continuamente de ida y vuelta sobre los sectores con movimientos de zigzag mientras van cosechando el forraje, esta actividad solo se vería interrumpida por la búsqueda de alimento, momento que es aprovechado para rumiar.

La situación dada por la baja disponibilidad llevaría a una actitud general de nerviosismo por la búsqueda incesante del alimento, comportamiento éste que se vería generalizado como una conducta en bloque de las cabras dentro del hato. Por otra parte, la caída de temperatura aumentaría los requerimientos de las cabras lo que elevaría el tiempo de pastoreo mediante el inicio mas temprano del mismo y el pasaje de otras actividades a un segundo plano.

4.3.2.4.2. Caminando

El tiempo dedicado a la actividad de caminar es un 17,2% del tiempo total diurno, siendo ésta un medio para poder llevar a cabo otras actividades fundamentalmente la ingestión de alimento (Cuadro 4.12.), produciéndose cuando los animales va a realizar una actividad que se encuentra en zonas alejadas de donde están ubicados, caso que se observaría en la a la salida del sol donde las cabras se dirigen desde el dormidero al lugar de pastoreo.

El avance de las columnas de cabras caminando se realizarían en todas las ocasiones por los mismos lugar lo cual lleva a producirse sendas a nivel del suelo, y a medida que se acerca al lugar de pastoreo éstas desaparecen producto de la separación de las cabras y del rompimiento de las columnas observándose un enlentecimiento de la marcha y expansión de los individuos en el área para dedicarse a la cosecha de forraje.

Cuando las cabras caminan como actividad secundario del pastoreo, lo realizarían en forma intercalada con avances de pocos pasos y detenimiento de la marcha que se produciría por lo general en forma individual e independiente, pudiéndose llegar a la formación de grupos aislados de individuos con movimientos en bloque.

Éste comportamiento en el caminar se incrementaría con el transcurso de los días causado por el aumento del tiempo de búsqueda de alimento, la intensidad en las distintas actividades y la duración de la misma, donde el caminar pasaría a ser una actividad de transición. Por otra parte, el caminar estaría mas relaciona con la actividad de pastoreo que con ramoneo, observándose mas frecuente en la tarde, aumentando ésta tendencia con el transcurso de los días.

Durante el período lluvioso el caminar estaría mas asociada a la actividad de ingestión de alimento, existiendo a lo largo del día un traslado permanente desde un sector a otro que asociado con la disminución de disponibilidad de alimento. Este comportamiento solo se vería interrumpido por factores climáticos adversos (lluvia y viento) donde las cabras permanecerían estáticas, lo cual también es señalado por Arnold et al. (1978).

4.3.2.4.3. Rumiando

Durante el período seco la actividad de rumia tiene relación con la ingestión de alimento, produciéndose durante o después del mismo. La rumia sería realizada tanto con el animal parado como echado.

La rumia echada se produce en el intervalo entre el pastoreo de la mañana y la tarde con una duración entre 1 a 2 horas en los primeros días, disminuyendo con el transcurso de los días a medida que se incremento el tiempo de ingestión de alimento, además existiría una disminución de la constancia y un aumento de las interrupciones que impediría delimitar la duración de la actividad.

En los primeros días las cabras rumiarían echadas durante dos momento, a media mañana y a medio día. Las cabras cuando rumian echadas lo hacen unas cercanas a otras en la propia área de pastoreo recurriendo algunos individuos a la sombra de los árboles en caso de días soleados.

La rumia parada sería realizada cuando la actividad principal es la ingestión de alimento, y sería aumentada a medida que transcurren los días, como forma usar mejor el tiempo diurno que se ve disminuir diariamente, utilizándose para rumiar los momentos en que la cabra busca alimento para comer. La rumia parada se produce en pastoreo mas común que en ramoneo, por lo tanto es mas frecuente por la tarde que por la mañana.

La rumia parada se podría asociarse con la ociosidad parada del animal, producto de la falta de constancia que caracteriza en éste tipo de rumia. Los animales actúan en forma mas individual para realizar la rumia respecto a la ingestión de alimento, aún así, dentro de cierto margen utilizan los mismos momentos y tiempos, pudiendo durar el período de transición entre actividades de 20 a 30 minutos.

Durante el período lluvioso la rumia es realizada con las cabras paradas dada la necesidad de utilizar lo mejor posible los tiempo para la búsqueda de alimento que se presentaría en bajas disponibilidades, determinando la desaparición del período en torno al mediodía donde los animales se echan para rumiar.

Con bajas disponibilidades las cabras realizarían la rumia paradas, combinada con la actividad de pastoreo e incluso ociosidad donde los animales rumian mientras localizan visualmente mas forraje, observándose que la disminución de la rumia general estaría relacionado al aumento de la actividad de la ingestión de alimento.

4.3.2.4.4. Ocioso y bebiendo

Como se muestra en el Cuadro 4.12. la actividad de ociosidad tiene 2,6% y actividad de beber agua 0,2% en el tiempo diurno, siendo estos valores muy por debajo a los ocupados por las demás actividades. Durante el período seco la ociosidad se vincularía a la búsqueda de alimento.

Las cabras estarían ociosas paradas cuando, existen elementos distorsionantes que ponen en alerta a los animales de un peligro (ruidos súbitos, aparición inesperada de animales) o exige de éstos la adaptación a cambios ambientales como la lluvia y viento. El ocio parado también se relacionaría con la existencia de una baja intensidad en la actividad que viniera realizando como sería la ingestión de alimento o rumia.

El ocio parado podría también vincularse con la actividad que venían realizado como el pastoreo, viéndose mas frecuente al pasar los días debido a las condiciones que se exige a las cabras que mayores áreas sean recorridas. Las cabras están echados ociosos relacionados con la actividad de rumia.

Durante el período lluvioso la actividad de ociosidad se daría por cortos lapsos como consecuencia de cambios ambientales y una mayor necesidad de búsqueda de alimento, presentándose un incremento general del nerviosismo en las cabras.

El bajo presencia de los animales bebiendo agua en todas las etapas del muestreo, estaría relacionado a la baja disponibilidad y calidad producto del estancamiento de la misma. Por lo tanto, los requerimientos de los animales por agua serían cubiertos por el contenido en y sobre el alimento (contenido de agua celular y la presencia de rocío, lluvias) a lo cual alude Morand et al. (1984).

4.3.3. Tiempo de permanencia en los sectores

Las cabras al comienzo se localizarían en sectores caracterizados por la concentración de los árboles y las extensas áreas de pastura para realizar la actividad principal de ingestión de alimento, que determinaría el mayor tiempo de permanencia en los sectores 17, 18 21 y 22 (Figura 4.5.).

Con el transcurso de los días los animales fueron realizando su actividad de pastoreo en áreas no utilizadas anteriormente, al mismo tiempo que se verían disminuidas las áreas utilizadas para ese fin, aunque se mantendrían con disponibilidades de forraje, observándose un proceso de rotación del hato para alimentarse sobre los distintos lugares.

Coincidentemente con Arnold et al. (1978) se observa que los tiempos utilizados para realizar el proceso de rotación esta dado por, el contenido de deyecciones del propio hato, la superficie del potrero y la ubicación dentro del mismo (donde el animal en el proceso exploratorio determinaría la disponibilidad con que cuenta y así, una racionalización del área recorrida y los tiempos utilizados a lo largo del día). En comparación al día anterior los animales están a mayores distancias unos de otro, existiendo extensión del área de pastoreo.

Hacia los últimos días de muestreo los animales se concentraban en sectores 5, 6, 10 para pastorear, mientras que los sectores 20, 21, 22 que en un comienzo eran para éste fin dejaron de ser usados. El sector 11, que se presenta con alta estadía, estando dada porque los animales lo utilizarían como zona de paso donde iban y venían de zonas de pastoreo (sectores 9, 18, 17 y sectores 5, 6, 7) (Figura 4.5.), dado su bajo contenido de pasturas los animales rara vez y aún así, por poco tiempo permanecían en el lugar.

Las cabras en un comienzo se concentran en pocos sectores fundamentalmente donde se localiza el alimento de su preferencia, en etapa posterior, el pastoreo desplazo al ramoneo y la actividad de ingestión de alimento desplazo a las demás actividades principalmente de rumia y ociosidad con un aumento del desplazamiento de los animales sobre todo el potrero, que determina finalmente el recorrido total diario con similares tiempos de permanencia entre los sectores.

Ramoneo de cabras en un bosque tropical

Se observó el comportamiento de dos rebaños de cabras criollas ramoneando un bosque seco tropical. Cada mañana, después del ordeño, los animales salieron del corral formando un solo grupo el cual se dividió en subgrupos a medida que se internaba en el bosque, hasta llegar a la mínima expresión familiar de una madre con su hija o hijas producto de pariciones cercanas. Las cabras seguian rutas y utilizaban áreas fijas durante todo el año, excepto durante la época de lluvias intensas cuando alteraban su curso normal al buscar protección contra el agua y las plagas, disminuyendo el tiempo de alimentación. Los machos siguieron al rebaño separadamente. El consumo de agua se realizó durante la mañana al salir y/o en la tarde al regresar a la majada donde se iniciaba el proceso de la rumia. Durante la noche, en el corral, las cabras constituyeron núcleos de animales emparentados, manteniendo cierta cohesión al salir a ramonear.

INTRODUCCION

El estudio del comportamiento de la cabra, en el sistema extensivo ha sido muy exiguo (6). La afirmación se debe fundamentalmente al bajo perfil que la especie caprina posee dentro del sector pecuario en el plano mundial, especialmente en lo que se refiere a cifras absolutas. Sin embargo, a pesar de ser ignorada por las estadísticas, la cabra tiene gran importancia en el contexto de la economía de un buen número de familias rurales en los países

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subdesarrollados a través del autoconsumo y comercio directo de muchos de sus productos y subproductos. La explotación de estas cabras, se conduce bajo sistemas extensivos cuya base alimenticia está constituida por diversas partes de numerosas especies vegetales de diferentes estructuras y calidades (9).

Dentro del grupo de autores que ha estudiado el comportamiento de los herbívoros ya sea domésticos o no, son pocos los que han utilizado a la cabra (6) como objeto de la investigación. Estos estudios han sidó conducidos para mejorar los métodos de manejo de rebaños de distintas especies domésticas (8).

Esta nota es resultado de un trabajo dedicado a determinar las especies vegetales consumidas por caprinos en el bosque seco tropical y su posterior análisis proximal, ya concluido y publicado (9). Los animales eran encerrados durante la noche y se soltaban a las 7 am, una vez concluido el ordeño. Después de salir las cabras eran seguidas a cierta distancia y observadas con binoculares (9) para evitar que su patrón de comportamiento pudiera afectarse, tal como lo señana McMahan (1l). Las observaciones se hicieron una semana de cada cuatro que transcurrían,en el año que duró el proceso investigativo y durante las primeras 4 a 5 horas de ese día.

El patrón de comportamiento de la cabra fué en general, constante día a día y comprendió una recorrida por la zona donde ramoneaba (consumo de hojas y frutos de las plantas). Después del ordeño en la mañana, el rebaño era dejado en libertad; una vez que éste salía a la majada, comenzaba a sufrir un proceso constante de división en subgrupos que continuaba en el mismo bosque donde se internaba. La última expresión de estas subdivisiones la constituía la cabra y su cría o crías hembras de sus partos más cercanos. El esquema de este comportamiento se presenta en la figura 1 y se ha denominado patrón de «cuernos de venado» por su similitud con la cornamenta de esos herbívoros.

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FIGURA 1. Esquema del patrón de división que sigue el rebaño durante el ramoneo.

Los grupos y subgrupos que se formaban día a día lo hicieron en forma constante, es decir, tenían el mismo número y clase de miembros y poseían ciertos nexos familiares, Algunas veces se observó la permanencia de animales en la majada para tomar agua. Anteriormente, se hizo referencia al sexo, debido a que muchos criadores acostumbran a soltar sus crías hembras con sus madres cuando éstas alcanzan los dos meses de edad, época en la que venden la gran mayoría de sus crías machos para sacrificio. Sólo algunos machos (menos del 10% de las crías) son mantenidos en el rebaño para su uso ulterior como padrotes, dentro o fuera del hato. Los machos adultos del rebaño, se mantuvieron cerca de éste formando grupos aparte, juntándose de

nuevo en el corral del hato. Similares observaciones son referidas por Arnold y Dudzinski (1) quienes afirman que las hembras adultas y los animales jóvenes usaron ciertas áreas en forma fija, las cuales fueron alteradas por la estación climática. Afirman estos autores que los machos se asociaron en grupos y se reunían con las hembras durante la estación de monta. Las rutas seguidas por los rebaños, generalmente, eran influenciadas por la presencia de una especie vegetal en particular. La planta más atractiva fue el caimito (Bumelia obtusifolia) de la cual consumían sus hojas frescas directamente del árbol, las hojas que caían y sus frutos*. Este comportamiento es muy parecido al de cabras observadas por McMahan (1l) las cuales siguieron la ruta señalada por árboles y arbustos de gran frondosidad, fundamentalmente el roble, aunque esos animales cambiaron sus rutas todo el tiempo. Ahora que se ha mencionado a la B. obtusifolia, es menester relatar que después de consumir el fruto de este árbol, la cabra expulsa en sus heces la semilla, ésta es una especie de nuez recubierta por una dura capa que el animal toma del suelo y mastica rompiéndola, para luego engullir todo el material que constituye dicha semilla. Parece ser que la semilla sufre en el tracto digestivo del animal un proceso de escarificación que hace más fácil su rompimiento al ser masticada por el animal.

IVÁN HERNÁNDEZ ACOSTA

lng. Agr. Ph.D, Instituto de Investigaciones Agronómicas, Facultad de Agronomía, Universidad del Zulia, Apartado 526, Maracaibo – Venezuela